EL PAN ALIMENTA, LA LECTURA EDUCA.


MIS POEMAS Y SONETOS AL MI ATARDECER

 

PREAMBULO

Puedo deciros, sin ánimo de enaltecerme, que mi vida, aunque no fuera un recorrido cómodo, fue sin duda, un hermoso y placentero trayecto.

En mi ruta me encontré con momentos de extrema pobreza, ciclos de lástimas y de alegrías, ocasiones de plena felicidad e infortunio con situaciones de regocijo y tristeza.

 Momentos dispares, que aunque te satisfagan o te disgusten, hacen parte de tu vida y  enriquecen tu existencia.

Ahora, cuando soy apenas recuerdo y evocación del pasado, tomo consciencia de la debilidad humana. Es posible que lo haga por sentirme vencido por el tiempo, pero en realidad, mi estado de desánimo nasce del miedo, de la incerteza y de la soledad. Cuando naces, ignoras de dónde vienes, cuando mueres, no sabes adónde vas. Los dos misterios de la vida que jamás mente humana alguna sabrá explicar con razonamiento lógico y temporal: el nacimiento y la muerte.

            “¡Yo soy yo con mis circunstancias!” Un docto pensamiento de Ortega y Gasset describiendo filosóficamente la materia humana ante su posicionamiento circunstancial dentro del tiempo y el espacio, que ocupa en su mundo natural. Es cierto que no se puede entender la vida prescindiendo de las circunstancias, como fue y está implantada. No se puede entender la vida de un ser humano prescindiendo de sus circunstancias.

            Vivir es encontrarse viviendo aquí y ahora. Vivir es ser dueño de sí mismo en libertad, sometido al dictamen del tiempo y del espacio. Es enterarse, percatarse y tomar conciencia de su coexistencia con la naturaleza o su circunstancia; es decir, con el mundo a quien pertenece y con quien   se fundirá mediante el enigma de la transformación.  Aunque no sea un letrado en la materia, y siempre basado en el sentido común, la expresión de Ortega y Gasset “YO SOY YO Y MIS CIRCUNSTANCIAS” merece mi mayor respeto y consideración, pero dudo de su concepto, por no concordar con la realidad humana.

            “¡YO SOY YO POR MIS SENTIDOS!” sería la tesis apropiada, para definir el yo como ser humano, con todas sus esencias. Sus sentidos: el oído, lo cual te permite convivir oralmente; la palabra, que nasce del pensamiento razonada por su conciencia, que te permite comunicar con los demás; el sentimiento, que es fruto de un áspero o dócil corazón; la vista, que te aporta la realidad del medio en que te desarrollas; el pensamiento, que te distingue de los demás animales y la conciencia, la cual te autentifica como un ser distinto entre todos los seres del universo. Son estos sentidos en realidad, el fundamento y realidad de mi ego. Son ellos, el principio de mi razón dentro del misterio de la existencia humana.

            Vivir, es encontrarse viviendo aquí y ahora. Vivir es ser dueño de sí mismo en libertad, sometido al dictamen del tiempo y del espacio. Es enterarse, percatarse y tomar conciencia de su coexistencia con la naturaleza o su circunstancia, es decir, con el mundo a quien pertenece y con quien se fundirá mediante el enigma de la transformación. Aunque no sea un letrado en esta materia, y siempre basado en el sentido común, la expresión de Ortega y Gasset “YO SOY YO CON MIS CIRCUNSTANCIAS” merece mi mayor respeto y consideración, pero dudo de su concepto, por no concordar con la realidad humana.

            “¡YO SOY YO CON MIS SENTIDOS!” sería la tesis apropiada para definir el YO como ser humano, con todas sus esencias que conforman sus sentidos: el oído, lo cual enriquece la existencia humana, recibiendo e interpretando los sonidos; el sentimiento que es fruto de un áspero o dócil corazón, la vista, que le aporta la realidad del medio en que se desarrolla, el pensamiento, que lo distingue de los demás animales, y la conciencia, que lo autentifica como un ser distinto entre todos los seres del Universo, son en realidad el conjunto celular, que dan vida a las circunstancias en el ser humano.

            Yo soy porque he sido, en caso contrario no sería yo; luego por deducción, ya en el vientre de mi procreadora, yo era yo y mis circunstancias, pero sufragáneo de mí ascendencia. Cuando nazco, luego, cuando mis sentidos se desarrollan, voy tomando autonomía propia y es posible que entonces, siempre subordinado a mis sentidos, dependa de mis circunstancias.

            Convencido que soy materia y espíritu, unidos por una causa común, me atrevo reflexionar sobre mí existencia como materia vinculada al sublime, a la inmortalidad, al infinito de la vida de cada ser humano.

            Como ser viviente, yo mismo doy vida a mí existencia y es mediante este proceso natural, que doy vida al tiempo y con el tiempo desarrollo mis sentidos, afloran durante mi existencia las circunstancias. Luego cabe pensar, que yo dependo del desarrollo de mis sentidos, que en realidad son los promotores de mis circunstancias en el transcurso de mi vida.

            El tiempo existe porque yo existo, luego yo soy yo en el tiempo en el espacio predeterminado por la naturaleza. Siendo yo materia sometida al tiempo y a la configuración natural de la sustancia, deduzco que nazco para crear, reproducir y morir.

            Es inconcebible, que un universo creado con una perfección ilimitada, no fuera obra de alguien tan inmenso, poderoso y omnipotente como un Dios único y verdadero. Si ésta mi tesis está correctamente concebida, yo no dejo de ser un instrumento creado por Dios, para la consecución de sus fines.

            ¿Y cuáles son o fueron, los objetivos del Creador? La respuesta es delicada, porque siendo el Creador un misterio para el ser humano, sus fines son misteriosamente irrefutables. Una cosa es cierta: todo fue creado con tal perfección y afinidad, qua nada ni nadie pudiera hacerlo si no descendiera del infinito, y el infinito es el misterio y en el misterio reside Dios.

            Ante ésta atrevida tesis, enriquezco mi vida actual, pues mi Fe, enriquecida por mi forma de ser, me da fuerza y valor para enfrentarme al fin de mi existencia como materia mortal, pero convencido de la inmortalidad espiritual, que fue, es y será eternamente el vínculo existencial en cada ser humano con Dios su Creador.

            “Nazco, luego muero”, ésta sería la frase del ser humano consciente de su realidad ante el tiempo y el imperativo de la naturaleza. Es con y dentro del tiempo, que la vida humana toma la razón de su existencia, y con ello, se apoya en su espíritu concibiendo, por miedo, su auténtica existencia eterna.

            ¿Qué sería del ser humano si no existiera la Fe, la Esperanza y el sentimiento? Un ser terrible, un destructor sin justicia ni razón; sería un animal salvaje sin escrúpulos, sin honor ni razón. Nosotros los seres humanos, no somos solamente materia, somos algo mucho más que eso. Somos la inmortalidad incorporada en nosotros mismos, que nos enriquece o nos debilita, con sus actitudes, sus virtudes y su Fe dentro del tiempo. El ser humano no muere, se transforma en el tiempo, ya que su materia pertenece al núcleo de la transformación, reglamentada por la madre naturaleza, pero el espíritu, no está vinculado a la materia. El espíritu, es la infinita partícula inmortal qué volverá al misterioso seno del infinito en la eternidad.

            Ante ésta creencia lógica y sobrenatural, basé y baso mi existencia. Sometido a ésta lógica espiritual, no soy egoísta, no aspiro riquezas ni bienes terrenales; me bastan mis sentidos, mi altruismo humano, mi lógica sensación de felicidad al sentirme realizado. En suma, me siento feliz creyendo en lo que soy: materia mortal, que da vida al tiempo dentro de un espacio reducido del Universo.

            Con este pensamiento, quiero dejaros mí poesía, para qué conozcáis mi realidad humana en un mundo egoísta, insensato y rebelde en varias épocas de mi vida. Cuidad con celo vuestro tiempo, procurad ocuparlo con placer, amor y felicidad, pero jamás olvidéis, de cuidar vuestro espíritu, pues sólo con él y en él, encontraréis la auténtica inmortalidad.

            Quiero terminar este preámbulo, con una dedicatoria muy especial, a quienes fueron,  son y serán parte de mi recuerdo: A mis queridas hijas, nietos y nietas y a su descendencia; a los escasos amigos que me ayudaron a entender la amistad, e a mis hermanos del alma, que me enseñaron a ser humilde, sensato y buen cristiano.

 

El autor

 

 

 

VERSOS AL MI ATARDECER

 

 

ARREPENTIMIENTO TARDÍO

 

Escondo mi dolor cobardemente,

frente a mí condición y mi desgracia.

Me avergüenzo, de esgrimir la falacia

y embrutecer mi delicada mente.

 

Vagueando sin rumbo, soy un fallido

huyendo de mí por remordimiento.

Soy hoja que arrastrada por el viento

vuela confundido al desconocido.

 

Se muere poco a poco mi ilusión,

débilmente late mi corazón,

y mi mente, es ya víscera enfermiza.

 

Asqueado de mí mismo y arrepentido,

Me dejo arrastrar al indefinido,

Con la esperanza de una nueva vida.

 

 

AMARGO SUEÑO

 

Ésta noche tuve un sueño contigo.

Sueño efímero, falto de una razón.

Me ofrecías tu dulce corazón,

A cambio de dejar mi buen amigo.

 

Te reproché la oferta con dolor

y busqué otra amarga alternativa,

ofreciéndote sin peros mi vida,

sólo a cambio de tu sincero amor.

 

No has querido aceptar mi pedido,

porque pretendías mi buen amigo

a cambio de tu falso corazón.

 

¡Cuán amargo amor tuve en mi destino!...

Si por cambio de amor pierdo mi amigo,

prefiero el buen amigo a tu traición.

 

 

EL GRITO ALISTANO

 

En mi silencio hay una voz desolada.

Por las calles desiertas hay sólo muerte.

La noche marcha allá de la madrugada

y cae por tierra el ánimo del más fuerte.

 

Mi pueblo se tornó un frío cementerio,

dónde la fobia es macabro enterrador.

Es tierra esclava, dentro de un gran imperio,

que tan sólo  produce, pena y dolor.

 

Mi pueblo derramó sangre por fronteras

que quedaban entre la vida y la muerte.

Esclavizado sirvió en las galeras,

bajo el mando del látigo, del más fuerte.

 

Mi pueblo no tiene viviendas ni lechos;

se viste de negro y vive con la ausencia.

Camina triste por senderos estrechos,

y le sangran los labios por su impotencia.

 

En mi humilde pueblo mora la pobreza

en cuyos hogares hay frío en agosto,

y sólo beben lágrimas en la mesa

sonriendo con su llanto por el disgusto

.

Su destino es sufrir el duro abandono

que la mala suerte hace tiempos le echó.

Es un jardín abierto en ventoso otoño,

cuyo aroma la guerra lo aniquiló.

 

Mi pueblo es el molino que muele el trigo

para la mesa del potente señor.

Mi pueblo no tiene fuego ni abrigo,

tan sólo esclavitud, angustia y dolor.

 

En mi pueblo vive el sueño embaucador,

Las cadenas y el látigo del más fuerte.

Mi pueblo  sólo usa el arma del amor

A la hora de su abrazo con la muerte.

 

 

EL CIEGO

 

Tu vida es un mundo en la oscuridad.

Un trueno sin rayo, un rayo sin luz;

un elipse intenso, una larga cruz

nutrida por el dolor y ansiedad.

 

Con borrones negros, imaginando,

das color y vida a todos y todo;

en la oscuridad, das vida a tu modo,

a todo aquello que vayas palpando.

 

Tus ojos son dos faros apagados.

Un túnel negro sin luz ni poesía;

una noche sin color ni magia.

 

Son tus recuerdos nunca disfrutados,

negras sombras sin vida ni color,

con quien vives con humildad y amor.    

 

 

¡MI CISNE AMADO!...

 

¡Oh cisne blanco, que sobre mi lago

Navegas tenuemente!... No te vayas

a otros lagos de magníficas playas.

¡No te vayas mi cisne bien amado!

 

Deja qué te vea todos los días

 paseando bajo la luz de la luna,

con tu opulento esplendor que me abruma,

y tus brazadas, tiernas melodías.

 

Te miro lago adentro, navegando

dócilmente sobre sus aguas claras

mientras mi corazón a quién  maltratas

 

de rodillas pido, que oigas mi llanto,

y no te vayas buscando otro amor.

¡Sigue en mi manso lago, por favor!    

 

 

UN CANTO A MI AMADA MADRE

 

Recuerdo aquellos años de mi infancia,

cuando todo era bello, disfrutando

de la inocente y feliz ignorancia

con qué vivía, soñando y jugando.

 

Recuerdo tus palabras madre mía,

al calor de una lata de aserrín:

“Hijo mío, no hay mayor alegría

para la inocencia de un benjamín

 

que encontrar en el juego su consuelo

y en su madre su eterna protección,

pero no dejes de mirar al cielo

buscando el origen de tu creación.

 

Si vida tienes por yo darte vida,

a Dios debo tan magnífico honor,

y si eres, por su Divina premisa

A Él debes, respecto, fe y amor.

 

Recuerdo madre mía con dolor

el día que te fuiste para siempre.

Llorando de pena pedí al Señor

qué volviera a tu cariñoso vientre.

 

Como parte de tu vientre que fuera,

me juzgaba con derecho a él volver.

Inocente deseo, que emergiera

de un niño condenado a padecer.

 

Ahora, cuando los años ya pasaron

te recuerdo evocando aquellos tiempos.

Penosos tiempos, que te castigaron

con la enfermedad y los sufrimientos.

 

En el allá deposito este poema

inspirado en mi dolor y emoción.

Recógelo mamá, es mi tristeza

en verso, poema de amor e ilusión.

 

Allá donde estés, de estrella en estrella,

tendrás querida madre la ocasión

para indicarme como llegar a ella,

cuando expire mi enfermo corazón.

 

Y juntos, como cuando yo era niño

me cogerás nuevamente en tu seno

para acunarme con aquél cariño

como lo hiciste cuando era pequeño.     

 

 

EL POETA

 

El poeta es fuente de la vida

en el mundo de la belleza.

Es armonía y sutileza,

dulzura y pasión contenida.

 

El poeta cuando escribe canta

y su canto suele ser triste.

Sólo en su corazón existe

el gemido de su garganta.

 

Sus inquietudes son sus temas

qué versifica con pasión

con versos, que su corazón

Crea, en  sonetos y poemas.

 

El poeta escribe lo que siente,

con lindos colores variados

que expone en inmortales cuadros

para el disfrute de la gente.

 

Es el compinche de la luna

peregrinando mundo fuera,

en busca de la primavera

para dar vida a su locura     

 

 

MI DESESPERO

 

Escondo mis penas cobardemente,

sometido al poder de la desgracia;

Vivo en un mundo donde la falacia

hostiga mi espíritu e hiere mi mente.

 

Vagueo por escabrosos senderos

en busca del fundamento del tiempo;

descubro que su iluso fundamento

son,  fugaces momentos pasajeros.

 

Porque pertenezco al espacio y al tiempo,

tengo la muerte como fundamento

y el espíritu como razón eterna.

 

En mi lecho o en la fría caverna

se detendrá mi estoico corazón,

porque soy materia en transformación.

 

 

 ETERNO AMOR PATERNAL

 

Me duele en el alma, que tu rencor

determine nuestra separación.

Aunque herido tengas tu corazón,

no debieras traicionar nuestro amor.

 

Porque te amé con el arte de amar,

te di todo cuanto has ambicionado:

te di sensatez y mi amor sagrado

llevándote apasionado al altar.

 

Y ahora, cuando mi vida se acaba,

te vales de una patraña macabra

para destrozar nuestro amado hogar.

 

Si amor voy a perder porque tú ganas,

amor mantendré,  por mis hijas sanas,

que un día nuestro amor nos quiso dar.

 

 

 AL FINAL, ¿QÉ ES EL AMOR?

 

Al final, ¿Qué es el amor?

¿Fuego ardiente que no quema?

¿Abundancia qué no llena?

¿pasión,  placer o dolor?

 

Amor es  fuerza y poder

fabricado con pasión,

por un sobrio corazón

predestinado a querer.

 

Es la sensata locura

entre dos seres mortales,

qué enriquece sus ideales

y valora su hermosura.

 

Amor, es en el desierto,

el oasis de la ternura;

el fulgor de la locura

entre lo falso y lo cierto.

 

Porque es sensato y querido,

alberga amor y bonanza,

manantial de la esperanza,

consuelo para el sufrido.

 

 

  MI MIEDO

 

De qué voy a temer, si estoy arruinado?

La miseria fue por mí bien conocida,

el hambre fue mi riqueza en mi pasado

y la desgracia mi fortuna podrida.

 

¡Tengo miedo sí!, Y no es miedo por terror;

miedo a perder la esperanza, que es morir,

o de alcanzar la muerte, sin señor

de vuestro perdón… de dejar de vivir.

 

Fui poderoso como la alta montaña,

robusto como la roca ante la mar,

sensato con la hospitalidad de España,

responsable y procreador de mi hogar.

 

Frágil fui, como el transparente cristal,

y débil como la vida ante la muerte,

tentando vencer el pecado local

ante la fobia y abuso del más fuerte.

 

Olvidé el apostolado natural

que aprendí en mi lejana mocedad,

que el arma mejor, para vencer el mal,

es el perdón, el amor y la humildad.

 

 

 EL DESARROLLO

 

Ya no hay en el mundo espacio

para tanta pantomima.

Se tornó el mundo grisáceo,

y huele a azufre y gasolina.

 

Los peces mueren ahogados,

por el hedor de los ríos;

los pájaros asfixiados,

por los ambientes baldíos.

 

Llora la luna de pena,

se esconde el sol, por pudor,

y el poeta ya no tiene vena

para hacer versos de amor.

 

Vocifera con violencia

el inhumano cañón,

se destruye la convivencia

con el odio y la ambición.

 

De rodillas en el suelo

sobre el polvo inanimado,

clama el hombre con desvelo,

pero no es escuchado.

 

No se encuentra explicación

para tanta adversidad,

producto de la ambición

de una loca sociedad.

 

Maldigo al hombre alocado

que el monte por placer quema;

maldito el hombre que es dado

a golpear nuestro sistema.

 

El invierno es hoy verano,

y el verano frío invierno;

el sol se tornó villano

y la mar, terrible infierno.

 

Sin darnos cuenta, el camino

que en el tiempo caminamos

se va haciendo más mezquino

con el aire que respiramos.

 

Si no tomamos un nuevo rumbo,

La tierra, dejará de ser mundo.

 

 

 MI DESDICHA

 

Tuve la dicha de nacer difunto,

y entre los vivos vivir sin aliento,

Sufriendo las traiciones de este mundo,

arrastrado por el tirano tiempo

 

Caminando arrastré muchas desdichas.

Perdí una madre al poco de nacer,

un amor por la crueldad de mis lizas

y la fe en mí mismo, al vivir sin ser.

 

Con el paso del tiempo, fui perdiendo

la confianza, voluntad y el aliento,

para seguir viviendo moribundo.

 

Cerré los ojos para huir de este infierno,

y volando, alcancé el vergel eterno,

para nascer en aquél otro mundo.

 

 

 ORACIÓN DE UN CRISTIANO

 

Ante Vos, con todo respeto

arranco de mi humilde pecho

mi sentimiento de lealtad.

Te brindo lo humano de mí,

mi amor lleno de frenesí,

mi poema lleno de humildad.

 

No quiero vanaglorias, dadas

a sucias y laicas palabras

que manchen Tu nombre Divino;

solamente quiero alcanzar

la fama eterna, que es ganar

la gloria Tuya en mi destino.

 

Ahora que la cultura humana

se aleja de la fe cristiana

cautivada por la fiereza,

quisiera, para compensarte,

mi vida, sin reparo darte

como cambio, por tu tristeza.

 

 

 UN MÍTICO SUEÑO

 

En una playa hipotética,

soñando,

extendido sobre la arena,

alcanzó la magia eterna

llenando

de deleite, su alma poética..

 

Soñaba que entrada la noche,

sin rumbo,

vagueaba por calles desiertas,

dejando en su camino, estelas

de un mundo

de mentira, egoísmo y derroche.

 

Mientras caminaba, una luz

fulgurante

plasmaba su imagen  en el suelo,

con su felicidad en duelo

con su  amante,

mientras transportaba su cruz.

 

El fatigado caminante,

asustado

por la dureza del camino

y las causas de su destino,

Excitado,

despertó  besando su amante.

  

Y sus ojos desconsolados

despertaron

contemplando su realidad.

Sus penas y la soledad

le engañaron,

con sus sueños apasionados.

 

Dicen: “Los sueños,  sueños son”

y es verdad.

Aquél sueño por él vivido,

Entre desamores perdido,

Levedad

fuera,  para su corazón.

 

 

 SENTIDO DE LA VIDA

 

Así como el Sol da luz a la vida,

la alegría robustece nuestra alma;

solamente se consigue la calma

con sensatez a su justa medida.

 

Viviendo nuestra vida con egoísmo,

estamos moldeando la imperfección.

El amor, medra en nuestro corazón,

la nobleza, la humildad y el altruismo.

 

El hombre es materia y parte del tiempo,

que el tiempo modela a su conveniencia;

materia habitada por una esencia,

que no la veo,  pero qué la siento.

 

Caminamos por rutas demarcadas,

bajo el sino que impuso la deidad,

sometidos por la necesidad

y las reflexiones sacralizadas.

 

 

 CHISMORREOS ZAMORANOS

 

Busco una sombra en ésta llanura

dónde abrigar mis penas mortales.

¡Cuánta desgracia!, ¡Cuánta perjura,

Afectando mis nobles ideales!.

 

Dicen que soy un estafador.

Que engaño a todos sin miramiento,

que vendo rebajado el amor

y con él, soy fugaz como el viento.

 

Ingrato sentido de maldad

de gente indolente y desjuiciada,

murmurando mi moralidad

sin causa alguna justificada.

 

Me duelen estos juicios taimados,

porque fui y soy persona honrada.

Cuánta injusticia en vida pagamos,

por la perversa y falsa palabra.

 

 

 QUERIENDO VIVIR

 

Una sola vez te vi

y mis ojos hechizados quedaron.

Pena que te conocí

cuando mis facultades ya expiraron.

 

Pregunto: ¿Tiene fronteras el querer?

¿Tiene fronteras el amor?

Aunque el tiempo me hiciera envejecer

¿Por qué no ser yo, su señor?

 

Aún en mi pecho abrigo la ansiedad

Por tu sugestivo cuerpo,

Porque pienso que en mi avanzada edad

La vida, no es tiempo muerto.

 

Morir es ser vencido por el tiempo,

es quedar en el camino;

es volar arrastrado por el viento

sin saber de su destino.

 

Porque muriendo todo se me acaba,

no quiero matar mi sueño,

evocando un amor, que menoscaba

mi alma, en mí exigente otoño.

 

Reconozco y acepto mi situación,

pero no este provenir.

Porque así pienso, cuido mi corazón,

queriendo amar y vivir.

 

 

 DIFAMACIONES POPULARES

 

Con este poema apenado

levanto mi voz llorosa,

ante un pueblo noble y honrado,

que la historia ha destacado

por su ascendencia gloriosa.

 

Levanto mi voz doliente

con llanto conmovedor,

para os pedir tiernamente,

que valore vuestra mente

a los demás, con amor.

 

Llegué a ésta amada tierra

de manos del tierno amor,

con mi juventud despierta,

buscando la feliz meta

del trabajo y del amor.

 

Años pasaron de luchas,

por alcanzar mi derecho.

Mis torturas fueron muchas,

provocadas por injustas

ignominias, en mi trecho.

 

Los años fueron pasando,

y con ellos fui curtiendo

mi pecho. Fui fecundando

este hogar que quiero tanto

y a quién debo este momento.

 

Di lo más grande que tengo

a ésta tierra tan querida.

Le di todo sin lamento,

con amor y sentimiento,

juntamente con mi vida.

 

En mis versos puse ardor,

predicando tu hermosura,

exaltando tu valor

y entrega plena de amor,

a los demás, con ternura

 

Y es que amarte mi Zamora,

no es muy difícil de hacerlo;

en tu magno pueblo aflora

virtud que cualquiera adora

y que estimula a quererlo.

 

Muchos años anidado

en tu regazo afectuoso,

aprendí de tu pasado,

preceptiva que me ha dado

ventura en este momento.

 

Amigos no pude hacer,

aunque para ello luchara.

Aun hoy,  es molesto ver

un extranjero cualquier,

que a ésta tierra emigrara.

 

El hombre no nace, se hace.

Nací lejos de esta tierra,

más deciros me complace,

Que mi espíritu allá yace,

y aquí, tengo mi vida yerta.

 

Que el hombre llega al destino

satisfecho y complacido,

si en su vida hizo camino,

caminando con el tino

que honra el hombre comedido.

 

Por gracia de Dios, he dado

honor y gloria evidente,

a mi Portugal amado

en este país castigado

por la envidia de la gente.

 

Que si pecado es juzgar,

sin ton ni son los humanos,

mayor pecado es matar

la armonía de un hogar,

con la boca y no las manos.

 

Luché por la subsistencia

trabajando honradamente.

En mi vida, la conciencia

fue siempre la prominencia

de mí espíritu y mi mente

 

Decidme, pueblo qué extirpas

las ansias de mi existencia:

¿Qué te he hecho que me humillas

con cuentos?, ¿Por qué amancillas

mi nobleza y mi conciencia?.

 

Si es porque soy extranjero,

os diré que sois tiranos.

Meditad, que es majadero

vuestro juicio tan grosero,

de quien son vuestros Hermanos.

 

Si es porque soy indeseable,

tendré que daros razones

que muestren al respetable

una vida detestable

de malévolas acciones.

 

Consciente soy desde cuna

mi honra muy bien demostrada,

que voceo con franqueza,

que si poseo riqueza,

la honradez es mi fortuna.

 

Siempre fue mi pensamiento

ser honrado y caballero,

y aunque herido por el tiempo,

mantengo ese sentimiento

como mi guía y lucero.

 

Dolor tengo por castigos

infligidos con maldad:

la ausencia de los amigos

que pudieron ser testigos

de mi honorabilidad.

 

No vos pido compasión,

tampoco vos pido amor;

solamente la razón

que di a mi corazón

paz y su vejado honor.

 

Si no merezco tal gloria,

porque soy hombre de mal,

que aquí, mi estancia irrisoria,

muera ésta mi amarga historia,

pensando en mi Portugal.

 

Cuán triste es, de noble pueblo

haber nacido tal gente,

que da odio por consuelo

persiguiendo sin desvelo,

al inmigrante inocente.

 

 

 SOÑANDO CON UNA EUROPA UNIDA

 

Cómo pájaros libres, volaremos

recorriendo ésta Europa veterana;

suprimiendo fronteras y destierros,

viviendo más libres cada mañana.

 

Juntos, en una Europa novedad,

lucharemos por una relación

democrática, noble y en libertad,

hermanada con un solo corazón.

 

Fraternizando nuestro continente,

dónde pueda vivir en paz la gente

unida por fascinantes ideales,

 

tendremos un continente mejor,

tomando por su bandera el amor,

Y por ambición, ser todos iguales.

 

 

 LLANTO POR UN AMOR

 

Ahora, cuando el tiempo me hizo hombre arruinado,

busco en la soledad el dulce consuelo,

viviendo llorando, amargo desespero

por algo mío, que se fue de mi lado.

 

Como llama que quema sin compasión,

la nostalgia abrasa mí apenada vida.

Soy hoja de otoño que cae desprendida

de mi flácido y decaído corazón.

 

Fui manantial limpio y genuino, en mi infancia.

Riacho fui, cuando alcancé mi juventud,

arrastrando en mi caudal, esa virtud

que llena una vida, de gozo y fragancia.

 

Sobre las tenues aguas de mi riachuelo,

han navegado mis sueños e ilusiones;

maté la sed a abundantes corazones

y a muchas almas, les di paz y consuelo.

 

En sus orillas, crecieron lindas flores

que dieron belleza y aroma a mi caudal.

Tanto gozo, me hizo olvidar Portugal

con toda su amarga historia y sus horrores.

 

Un amor quedó en mi limpio riachuelo,

qué hizo feliz y abundante mi caudal.

Aquél amor puro tan sublime y leal,

que solamente yo, he podido tenerlo.

 

Y entre espesos bosques y abruptas montañas,

mi riachuelo peregrinó diestramente,

salvando múltiples males de la gente,

que ensuciaba el riachuelo con sus patrañas.

 

Cuando mi riachuelo se hizo esplendoroso,

empezó a soñar ser un día la mar.

Fue así, soñando, que pudo consumar

el idilio más sublime y majestuoso.

 

 

 MI SEPARACIÓN

 

Me muero de pena por dejarte

Cuando más necesito de ti.

Veinticuatro años para encontrarte

Y en el mismo tiempo te perdí.

 

Ahora, que quedas volando libre,

puedes tomar el rumbo que quieras,

que yo, bajando y subiendo laderas,

procuraré vivir aunque triste.

 

Navegaré con mi pensamiento

por nuestro romántico pasado,

viviendo aquél amor a tu lado,

muy lejos del espacio y del tiempo.

 

Con mis recuerdos, me quedaré.

Con mi dolor tomaré camino.

Con mi desespero alcanzaré

locura de amor en mi destino.

 

Me quedará el dichoso recuerdo

De un tiempo de gran felicidad;

Tú te quedarás con tu secreto

Yo iré sin saber la verdad.

 

Me queda el sueño de fantasía,

que haré alarde en mis tristes poemas.

Llenaré mil lagos con mis penas

Y te evocaré con mi poesía.

 

Si algún día lamentas tu acción,

baja de tu monte del rencor,

que yo, necesitado de tu amor,

te daré mi alma y mi corazón.

 

 

¿POR QUÉ SOY MALO?

 

Movido por deseos e ilusiones,

voy haciendo camino sin distancia.

Fabrico situaciones amorosas,

hago medrar en el desierto rosas

y creo trincheras con mi arrogancia,

sembrando sueños en los corazones,

que sólo dañan y son frustraciones.

 

Soy charlatán sin medios ni pudor.

Corto de inteligencia y voluntad.

Pinto glorias en mi imaginación,

 Y escribo sin mente ni corazón.

Traiciono sin vergüenza la verdad,

me divierto con el hambre y el dolor,

sin apreciar el auténtico amor.

 

Soy astro perdido en el universo,

sin luz, sin materia, sin firmamento.

Soy viejo tronco de árbol desechado,

río sin cauce, perro abandonado,

alma maligna sin vida en el tiempo.

Sin duda que soy, espíritu perverso,

que holgazanea por el universo.

 

¡Sí!... Sólo soy humano cuando sueño.

Soñando, doy fe de vida en mi vida;

luzco mi existencia en mi subconsciente,

y aprecio  las caricias de la gente.

Todo es calma por amor concebida,

que da vida a mi deseo halagüeño,

cuando por la noche, contigo sueño.

 

 

MI NOSTALGICA INFANCIA

 

Nací allá, dónde los campos son verdor,

que refrescan y embellecen el paisaje.

Dónde el pino y el eucalipto, con su olor,

purifican el ambiente del paraje.

 

Allá, dónde el oro es la negra pizarra

arrancada del corazón de la tierra,

por mineros, que al ritmo de su balada,

arrancan con su pico la negra piedra.

 

Allá, dónde en verano el maíz es dorado

aportando a aquellos campos litorales

la sublimidad de un paisaje abnegado,

entre pinos y eucaliptos ancestrales.

 

Mi pueblo es un largo valle de esplendor,

protegido por dos montes legendarios,

donde hay armonía entre el hombre y el amor,

donde no medran los pérfidos sicarios.

 

Recordar lugares de mi pueblo amado,

me provoca nostalgia y gran desconsuelo,

porque vivo en soledad, muy alejado

de mi patria, de mi gente… de mi pueblo.

 

 

 MIS VERSOS

 

En busca de la inspiración,

elevo mi mente al Divino;

esfuerzo fuerte el corazón

y entrego a Apolo mi destino.

 

Mis versos de gran sencillez,

rocían mis poemas de amor

con tanto encanto y brillantez,

qué llenan de gozo el lector.

 

Mis versos, mis hijos queridos,

formados para subsistir,

son pétalos desfallecidos

de un árbol ya presto a morir.

 

Mis versos son sueños vividos;

son lágrimas desvanecidas,

son pájaros volando, heridos,

son mis penas, son mis heridas.

 

 

 MI ÚNICO AMOR

 

Perdí la mayor riqueza,

cuando en mí lozana infancia.

fui feliz con la tristeza,

lánguido con la abundancia.

 

Evoco con gran dolor

esos años de pobreza,

cuando sólo había amor

para comer, en la mesa.

 

Un día el sol se enfuscó

y el día se hizo funesto;

mi alma afligida lloró

aquél amor a mí presto.

 

Recuerdo aquél día triste

con tanta desilusión,

que desde entonces, no existe

dentro de mí, la ambición.

 

Decías mamá, sonriente,

que no llorara por ti,

sabiendo tu casta mente

que te alejabas de mí.

 

Entre clamores partiste

aquél fatídico día,

para qué mi vida triste

se hiciera  melancolía.

 

Ahora cuando soy mayor,

te recuerdo aún con pasión,

evocando aquél tu amor

qué guiaba mi corazón.

 

Por las noches miro al cielo,

en tu busca, madre amada.

Considero que el lucero

que más brilla, es tu morada.

 

Inquieto por lo que creo,

busco en el cielo esa estrella

con acérrimo deseo

de descubrir la más bella.

 

Porque sé, madre querida,

que en esa estrella brillante

vigilas mi frágil vida

en cada mi acción e instante.

 

Mi ilusión, madre querida,

es tenerte junto a mí.

Si no puedo ver tu vida,

deja que te evoque así.

 

Aquél día que haga mella

la muerte, en mi débil vida,

te pido que en esa estrella

me aguardes, madre querida.

 

Entonces, como en mi infancia,

ajeno al hambre y al dolor,

alcanzaré la abundancia

con tu afecto, en paz y amor.

 

Espérame pues, allá

dónde hay gozo interminable.

Desde esa estrella, mamá,

no dejes de vigilarme.

 

Para que el día que muera,

llegue a tu estrella dichosa

de la mano de quién fuera,

la madre más terna y hermosa.

 

 

 CONFORMISMO

 

La niebla oscurecía el día,

el día convidaba al fuego.

Mi alma en silencio, padecía

el frío que tu alma expandía,

llenándome de desconsuelo.

 

Cobijo busqué en mis penas,

mis penas no me abandonaron.

Helada la sangre en mis venas

por la fría noche y mis penas,

mis ojos por penas, lloraron.

 

En busca del desconocido,

sin rumbo, buscando camino,

hallé dolores, y vencido,

tan sólo solté un gemido:

“dichoso soy con mi destino”.

 

 

 LAMENTACIONES

 

Dejé el nido más hermoso, buscando

la efímera libertad, que no existe.

Huyendo de mí mismo, fui encontrando

la razón de una vida amarga y triste.

 

Los días desde entonces, son derroches

de vagas esperanzas e ilusiones,

qué alargan al infinito mis noches

llenando mi corazón de aflicciones.

 

Ahora, cuando soy tronco envejecido

por la efímera vida que he vivido,

mato mis pasiones con el pasado,

 

evocando aquél nido de mi infancia,

aquél hogar de amor y de abundancia

que mi excentricidad ha traicionado.

 

 

 ¿QUIÉN ME LLAMA?

 

Baten a mi puerta. ¿Quién será?

¿La muerte?... ¿La desgracia quizá?

La muerte no es posible que sea.

Aún tengo que hacer mucha tarea,

y la desgracia es mi compañera,

desde mi angustiosa mocedad.

 

¿Será la fastidiosa tristeza,

que siempre llega con sutileza,

para disgustar mi corazón?

¿O quizá el crudo remordimiento,

que siempre aparece, cuando el tiempo

me castiga con la compunción?

 

Baten a mi puerta, ¿Quién será?

Seguro que no es felicidad.

Quizá la quimera de la vida

pretendiendo encontrar su guarida

en una existencia ya vencida

por el odio  y la fatalidad.

 

Quién sea, que sea bienvenido,

que está mi corazón bien fornido

para tomarlo con ilusión.

¿Qué puede temer un corazón

enfermo, por engaño y traición

del amigo desagradecido?

 

Entrad y tomad mi existencia

como os plazca, pero mi consciencia,

que será al final mi redentora,

respetadla; que ella es valedora

de una alma sencilla y acogedora,

predestinada a la Omnipotencia.

 

 

 SOMBRAS DE UN AMOR

 

Hay una sombra qué me persigue.

Es una sombra desmesurada,

que donde vivo, ella también vive

martirizando mi alma apenada.

 

Es una sombra de adulación

para mi castigo y desespero,

que aun qué castigue  mi corazón,

cercana a mí, esa sombra quiero.

 

Es una sombra que en tiempos fuera

felicidad, amor y placer,

Que al zamorano celos le diera

aquella que fuera mi mujer.

 

Es una sombra que hoy me tortura

con remembranzas de aquél pasado.

Tiempos de amor, tiempos de ternura,

me recuerda la sombra, a mi lado.

 

Es una sombra que da ilusión

al sufrimiento, desmoronando

el sufrimiento de un corazón

que junto a ella, vive soñando.

 

Es una sombra que me libero,

germinada en un feliz encuentro;

adónde el Tormes abraza el Duero

y sus arribes callan el tiempo.

 

 Es una sombra que me castiga

con viejos recuerdos, sin pudor,

pero que me anima e me cobija

con recuerdos y sueños de amor.

 

Es una sombra de aquél amor

que perduró mientras tuve suerte.

Será la sombra de mi dolor,

el castigo de amor, por perderte.

 

 

MARINERO DE LA MAR

 

Mar adentro, marinero,

marinero de la mar,

mar adentro, tu velero

no deja de balancear.

 

Tu velero marinero,

sólo sabe en alta mar

conducirte placentero

con su suave balancear.

 

Proa arriba, popa abajo

sobre las olas del mar

tu velero es tu agasajo

y aliento para tu hogar.

 

Mar adentro marinero

alejado de tu hogar

vives tú y tú velero

la pujanza de la mar.

 

Mientras pescas marinero

marinero de la mar

balancea tu velero

y rezan por ti, en tu hogar.

 

 

 EL SALAZARISMO

 

Espesura adentro, al nacer del día,

accedí al tributo predestinado,

con el alma pura, con la hidalguía

de un mortal, que a Dios fuera consagrado

 

Maldición del diablo provocativo,

que tentó romper mi vida aún embrión,

agraciando vientre dócil y sumiso

Indigencias que hieren el corazón

 

Tuvo mi vida, suerte en encontrar

protección en madre tan convincente,

que el furor del tigre no pudo dar

agresión, al embrión, aún inocente.

 

A lo lejos truenan cañones; guerra

desdichada en lucha por el poder.

En mi cuna, lloro por no entender

la ambición que a Dios aterra.

 

Suenan látigos en cuerpos desnudos,

corre sangre en busca de libertad,

impedidos, los hombres se hacen mudos,

bajo el látigo de la autoridad.

 

Y mis ojos se abren al mundo, dando

argumento justo a la obra Divina.

¡Pobres ojos!... listos para ver tanto

falseamiento y tanta ofensa dañina.

 

Junto al hambre nace la enfermedad,

que en aquellos tiempos era temida;

penitencia humana que es recibida

con amor, arrojo y conformidad.

 

Afección que asola a los indigentes,

barrenando sus débiles pulmones.

Entretanto, los fascistas potentes,

se recrean dados a las pasiones.

 

Las campanas no paran de sonar

por los muertos que crecen día a día

¡Cuántas lágrimas! ¡Cuánto malestar!

entre un pueblo robusto, que moría.

 

Encontré al nacer tanta quimera,

en un hogar doliente y empobrecido,

que tan sólo pensé haber nacido

para una infancia triste y pordiosera.

 

Aun así, lleno de felicidad

sentí placer y orgullo de mí mismo

¿Qué iba yo a saber de la libertad,

y del látigo del salazarismo?

 

 

 AÑORANZAS DE MI PUEBLO

 

Añoro aquellos años de vida,

colmados de ansiedad e ilusiones.

Aquellos juegos y tradiciones,

aquella inocencia perdida,

aquella amistad persuasiva

de lealtad, entre dos corazones.

 

Añoro las calles de mi pueblo.

El Calvario de olores divinos,

poblado de eucaliptos y pinos,

que a la alma dan sosiego y consuelo.

Sus fuentes, sus campos y su suelo,

Refugio de pueblos peregrinos.

 

Añoro mi infancia candorosa

de debates y juegos sutiles,

cuando las pasiones infantiles

no son más que la ilusión dichosa

de ser felices con cualquier cosa,

con inocentes sueños pueriles.

 

De mi pueblo, añoro su terneza

brotada en corazones sufridos,

la vida de los desprotegidos,

carentes de pan y libertad.

Añoro mi pueblo, con lealtad

Todos recuerdos allí vividos.

 

De mi pueblo, me queda muy poco,

que recuerde emocionadamente.

De mi tiempo joven, ya no hay gente

Y de mis parajes pintorescas

Sólo quedan calles, gigantescas

Marañas, trazadas a lo loco.

 

 

 EL GRITO DEL POBRE

 

En mi silencio, hay una voz desolada.

Por las calles desiertas hay sólo muerte.

La noche marcha allá de la madrugada

Y cae por tierra el ánimo del más fuerte.

 

Mi pueblo, es ahora un macabro cementerio

Donde el pánico es siniestro enterrador.

Es tierra esclava, dentro de un gran imperio,

Que cultiva ahora, sólo pena y dolor.

 

Mi pueblo vertió su sangre por fronteras

Que quedaban entre la vida y la muerte.

Esclavizado, sirvió en las galeras

A la fuerza del látigo del más fuerte.

 

Mi pueblo no tiene viviendas ni lechos,

Se viste de negro y vive con la ausencia;

Camina triste por caminos estrechos

Y le sangran los labios por su impotencia.

 

En mi humilde pueblo vive la pobreza

En cuyos hogares hay frío en verano.

Matan la sed con lágrimas de tristeza,

Y se manifiestan con su llanto aldeano.

 

 

 ASÍ ES EL AMOR

 

Así es el cálido amor:

fuego que ardiendo no quema,

llama que ilumina y llena

de aliento, nuestro interior.

 

Amor es cálido día

de primavera florida.

Es eso… miel de la vida,

placer y melancolía.

 

Amor es la comprensión

entre dos vidas sinceras,

que luchan fielmente entre ellas,

por el amor con pasión.

 

Amor, es gracia sublime

que laurea al más dichoso.

Es algo maravilloso

qué raro encanto te imprime.

 

¿Amor!... Asilo fecundo

de afecto y felicidad.

Cuerpo y alma de la amistad,

paz y bonanza en el mundo.

 

 

 MIS AMORES

 

Miro al cielo pidiendo con fervor,

que si existiera el entrañable amor,

llegue a mí su sublime complacencia.

Ya que amor humano, si tal existe,

no convivió jamás con mi alma triste,

desde que superé la adolescencia.

 

Amor tuve en mi afortunada infancia.

Un amor puro de plena fragancia

que rememoro con mucha tristeza.

Aquél amor maternal, que se ha ido

allá, dónde Dios dejó escondido

el nuevo albor de la naturaleza.

 

Tuve años después un amor sensual,

afectivo, responsable y cordial.

Fue al principio de mi adolescencia.

Este amor fue tan formal y profundo,

que siguiendo las reglas de este mundo,

legó sangre y vida a mi descendencia.

 

Si la riqueza es la felicidad,

según la autoritaria sociedad,

indigente soy, por mi buena suerte.

A Dios pido, que sea la pobreza

mi petulancia frente a la riqueza,

hasta el día de mi plácida muerte.

 

Sostengo cuatro amores en mi vida,

cuatro faros que alumbran mi guarida

Cuando estoy presto a llegar al final.

Me queda el inmensurable consuelo,

saber que muy allá lejos, en el Cielo,

me espera aquél amor maternal.

 

 

 UN SUEÑO

 

En una playa inexistente,

soñando

extendido sobre la arena,

alcancé la sapiencia eterna,

llenando

de deleite mi subconsciente.

 

Mi sueño era un río grandioso…

un sueño…

que camina, pero no existe.

Un río nostálgico y triste

que es dueño

de un caudal seco, misterioso.

 

Mi sueño es burbuja que muere,

un soplo,

una aventura sin autor,

una caricia sin amor,

un dolo

que a mi alma y corazón hiere.

 

Mi sueño, es nubarrón que pasa

corriendo

sin dejar huella de su senda.

Es la realidad echa leyenda

tejiendo

Intriga, locura y desgracia.

 

Mi sueño sólo es fantasía,

procreada

por mi mente desvanecida

en noche oscura de mi vida,

que emana

tan sólo, mi tonta utopía.

 

 

 INFORTUNIO

 

Amarga y dura tesis tiene ésta vida,

que define en nosotros un vil destino.

Nos regula con el Misterio Divino

y nos limita con la muerte maldita.

 

Somos fruto agreste de la humanidad;

producto que nace, madurece y muere.

Somos la misma vida que mata y hiere

con el discurrir del tiempo, sin piedad.

 

Por el dominio, lucha y vence el más fuerte,

esclavizando al mendigo, que fenece

ante la prepotencia, que prevalece

sobre el hombre, con el rigor de la muerte.

 

Nuestra vida es el camino programado

por el místico y la sustantividad,

teniendo la natura por realidad,

y el místico por ente inmortalizado.

 

La vida es desventura y felicidad;

manantial de placer, belleza y misterio.

Existe, porque existe en su inmenso imperio,

justicia,  orden y mutabilidad.

 

 

 MARÍA  LA  PORTUGUESA

 

María la portuguesa

Laureada por su belleza

Y su voz angelical,

Dio nombre, esplendor y fama

Al Barrio Alto y a Alfama,

Honrando así a Portugal.

 

Fue su voz, su mayor riqueza,

Su corazón su entereza,

Figura bella y bizarra,

Que usando por manto el cielo

Lloró y cantó con su pueblo

Al trinar de una guitarra.

 

Siete colinas se excitan,

sus típicos barrios gritan:

“Maria la portuguesa”

Llora el pueblo de alegría

Oyendo cantar Maria

El fado de la pobreza.

 

El Tajo, allá en el profundo,

Llevado por aquél mundo

De fulgor, fado y belleza,

Se deleita murmurando:

“Cuán bella es la voz del llanto

De María la portuguesa.

 

 

 AQUÉL AMOR

 

Entre la nostalgia y mi pensamiento

busqué amores y raras pasiones.

Apasioné inocentes corazones

con poemas empachados de ilusiones,

más sin armonía ni sentimiento.

 

Viví amores entre la noche y el día

y tuve el placer de su propiedad

hasta que un día, la fatalidad

me sorprendió con la mendicidad

y me arrojó con la melancolía.

 

Y tuve la dicha de ser dichoso

amando sin derecho a ser amado;

tuve la dicha tenerte a mi lado,

por el placer y mi deber sagrado

de procrear, dando razón a mi vida.

 

No puedo decir que existiera amor

en nuestros inconscientes corazones,

cuando ambas vidas eran ilusiones,

y nuestras ansias carnales pasiones.

No había entonces amor, había ardor.

 

 

 ¿ADÓNDE CAMINAMOS?

 

Egregios hombres de nuestro tiempo,

de raza insigne jamás sabida,

dejad que os diga con voz garrida

cuanto valéis en este momento.

 

Quisiera que versos atrevidos,

inspirados con delicadeza,

os llegasen con la sutileza

con que los reciben mis sentidos.

 

Si alcanzo valor para este poema,

se debe a sucesos anormales

que socavan mi fe en los ideales

de una democracia que está enferma.

 

La política se tornó verbena

legal, para estafar cómodamente,

y la justicia, que ampara su gente,

ni juzga, ni castiga ni condena.

 

A Vos egregio rey de este pueblo,

os dejo el malestar y el quejido

de tu gente, para lo cual  pido,

hagáis justicia a tanto desvelo.

 

Los parados siguen aumentando,

la pobreza es cada vez mayor,

las calles nocturnas son horror

y en Euskadi se sigue matando.

 

Ya no se respeta  la verdad,

todo es falacia premeditada.

Tristeza brota mi alma agotada

por falta de la sinceridad.

 

Tenemos demasiadas razones

para pedir a este gobierno,

nos permita dejar este infierno

convocando nuevas elecciones.

 

 

 DICEN QUE SUEÑO

 

Sueño con el mañana despierto.

Sufro soñando, porque lejano

lo veo, y mis deseos, en vano

se disipan, porque estoy enfermo.

Huyen de mí por mí flojedad,

parezco un viejo sin juventud,

habla la gente de mi salud,

con aversión, desprecio y maldad.

Dicen que vivo con la ansiedad,

que soy el otoño de la vida,

que escribiendo alcanzo la fatiga,

que el amor es mi fatalidad.

Cuando salgo, huyen de mí en el pueblo.

Siento nostalgia de aquél consuelo

materno, al principio de mi vida.

Cuando me daba por pan, su amor,

cuando silenciaba mi dolor,

con ternura, mi madre querida.

 

 

 UN CANTO A LA VIDA

 

Mi canto es un grito de dolor

lanzado al aire, con fe y amor

desde el hondo de mi corazón.

Oigo, veo, y no encuentro razones

para qué se maten ilusiones

de vidas, que aunque siendo aún embrión

con vida,  les late el corazón.

 

Quisiera llegar al corazón

del hombre tirano sin razón

para enseñarle a vivir y amar

como viven y aman los sensatos,

reconociendo todos sus actos

como camino para llegar.

 

Que el feto de una madre no es vida,

decís los que tenéis corrompida

el alma, y el corazón amargado.

Os juzgáis señores del saber,

de la ley, del mando y del poder

ignorando el precepto sagrado.

 

Tened cuidado. ¿Quién juzgáis ser

diciendo que sólo la mujer

es dueña de su mísero cuerpo?

Debéis saber que vuestra existencia,

se debe al misterio de la esencia

que creó Dios en el momento cierto.

 

 

 DOLOROSA VALENTÍA

 

¿De qué voy a temer, si estoy arruinado?

La miseria es por mí muy bien conocida,

el hambre fue mi riqueza en mi pasado

y la desgracia, mi fortuna podrida.

 

Tengo miedo, y no es un miedo sin pudor.

Miedo a la negrura de la soledad,

miedo a morir ahogado por el dolor,

miedo al frío, al hambre y la necesidad..

 

el mundo no es más que un pervertido juego,

del cual, soy la ficha del peor jugador.

Nazco, vivo, y a manos de la suerte muero,

En juegos, donde siempre gana el mejor.

 

En el monte del olvido sepulté,

vanas ilusiones creadas por el tiempo.

Con el  tiempo, llegué adónde llegué,

guiado por el infortunio y mí lamento.

 

Desdicha y lamento tuve en mi camino,

sin descubrir el motivo de mi suerte.

Dolorosa valentía en mi destino,

ante el peor de los juegos, frente a la muerte.

 

 

 CAMINANDO AL ALBA

 

Caminaba por mí sendero

en busca de un techo y un destino,

sintiendo el frío mañanero,

qué hiela el pensamiento primero,

y después, enfría el camino.

 

Extenuado por tanto andar

y sediento de comprensión,

sentí ganas de regresar

al que fuera mi dulce hogar

y me diera amor e ilusión.

 

Crueles puñales me apuntaban

amenazando mi existencia.

Rabiosos ojos me miraban

con tal vileza, que cegaban

mi vista , con su virulencia.

 

Los puñales qué me apuntaban,

cerraban paso a mi camino;

las piedras que mis pies pisaban,

contra mis gozos se tornaban,

amargando más mí destino.

 

Quiso Dios, que el sol emanara

sus rayos sobre mi camino

desdichado, y así encontrara

el cariño qué  allá buscara

desde que fuera un triste niño.

 

Sin pena ni gloria, pasé

entre puñales y traiciones

el sendero que detesté

y donde tan sólo encontré

el hambre, el miedo y decepciones.

 

Volé entre sueños e ilusiones

por pueblos de gran comprensión,

olvidando tantas razones

que me llenaban de pasiones.

Fruto de una necia razón.

 

Ahora, lejos de ese sendero;

cuando soy apenas sustancia

caduca, guío mi velero

hacia el camino verdadero

de paz y amor en abundancia.

 

Que abundancia es tener el alma

ahogada de placer y amor.

Es sentir la apacible calma

de un sueño prodigioso al alba,

de una mañana del señor.

 

 

 VANOS DESEOS

 

Beso tus labios y en mis labios siento,

el calor de tu dócil corazón.

¡Te quiero amada mía! ¡No te miento!.

Te hablo convencido de mi pasión.

 

Cuando sueño, sueño sólo contigo.

Te concibo como algo fabuloso.

Te veo en la cumbre del infinito

haciéndome el hombre más venturoso.

 

Deja amor mío, que loca pasión,

secuestre eternamente nuestro amor,

para qué vivamos nuestra ilusión

entre la felicidad y el dolor.

 

Deja amor mío que siga soñando

para qué me inciten mis devaneos,

para qué mi corazón siga amando

con bellos sueños y vanos deseos.

 

 

 MURMULLOS DE LA GENTE

 

¡Oh vil pueblo que lavas en el río,

tallando mi féretro con tus cuentos;

manchando mi vida con tus eventos;

condenando mi alma, con tu albedrío.

 

Me irritan vuestras voces sentenciosas,

que el Duero las transporta con enfado.

Te Olvidas que mi mundo fue creado

por cretinas lenguas ignominiosas.

 

Dejad que mi corazón castigado

por los disparates de mi pasado,

viva feliz mientras pueda vivir.

 

No embadurnéis las aguas del Duero

con vuestro maldito embuste perverso,

que puede un día, ser vuestro elixir.

 

 

 RECUERDOS DE UN AMOR

 

Lloro por enojo y pena, al saber

que pronto olvidaste nuestro pasado.

Me pregunto si amaste sin querer,

o si tu amor estaba equivocado.

Me sonrío por no saber llorar,

y para callar mi padecimiento,

me harto de alcohol, sólo para olvidar

este desconsuelo que llevo dentro.

Minada tengo mi pobre existencia

por tanta pena y amargura sufrida;

Si vivo, es porque mi fe y consciencia,

no me dejan ser amo de mi vida.

De la gente abomino su sentir,

su loca forma de hablar y pensar,

De sus falsos dolores, al parir

Injurias, sólo para importunar.

Años pasaron, sin jamás saber

si fue un juego, tu forma de amar,

o una trampa tuya, para placer

de tu figura, presta a subornar.

Si a camino andado, volver pudiera,

otra senda, con rigor buscaría,

donde amor encontrara y amor tuviera

que diera a mi vida  paz y alegría.

Amor tuve cuando era fruto verde

y amor perdí por mi amarga desdicha.

Cuando el hombre su primer amor pierde,

dolor gana para toda su vida.

 

 

 EL DESALIENTO

 

Se cierne sobre mí todo lo peor,

cuando estoy avejentado y vencido.

No soy más que tronco del árbol caído

que se reseca por falta de amor.

 

Me muero poco a poco y soy consciente

de esta muerte que es lenta e imperiosa.

Sólo ahora, mi consciencia lujuriosa,

se dio cuenta del error de mi mente.

 

Me muero como mueren los audaces,

con furor y angustia, pero capaces

de recordar con amor su pasado.

 

Me doy cuenta que por ley de la vida

alcanzo la quietud bien merecida

que esta vida en mi vida, no me ha dado.

 

 

 AL MESÓN DEL JERÓNIMO

 

Bienvenidos a este mesón seductor,

amigos de la buena tapa y buen vino,

que si buscas un lugar acogedor,

otro igual no encontrarás en tu camino,

ya que sentimientos tiene su señor,

y la artimaña y rapidez de un felino.

Entrad en el mesón de paz y abundancia,

donde degustaréis sabor y elegancia.

En su barra, hay vino de virtuosa cepa;

en su parrilla, deliciosos asados:

desde la típica y sabrosa chuleta,

a los exquisitos y fastuosos platos,

que si tu sabor a mi gusto se entrega,

te recomendaré los ricos guisados,

que mi mujer prepara con tal primor,

que a la deidad, da envidia su sabor.

Come y bebe con plena satisfacción,

que es lo que desea su dueño y señor,

para que vuelvas a este afable rincón,

de correcto servicio y justo valor,

pero jamáis olvidéis vuestra razón,

que os tente faltar a su dueño y señor,

ya que su servicio, abundante y esmerado,

debe ser reconocido y sufragado.

Cuando te vayas, recuerda este lugar

con cariño, regocijo y gratitud,

para que sientas ilusión, por tornar

a este lugar, que da placer y salud.

Que si esta dicha, de ti puedo alcanzar,

plácida será para ti mi virtud,

de sensatez y leal consideración

por tu deferencia por este mesón.

 

 

JAMÁS TUVE UN AMOR

 

Si amando pudiera ser amado,

volvería a amarte locamente,

aunque tuviera que ser esclavo

de tu despotismo, nuevamente.

 

Aunque de ilusiones no estoy falto,

jamás olvidaré el castigo

que me infundiste, que fue tan alto,

que aún hoy, sobrellevo conmigo.

 

Si acepto el castigo de la vida,

como circunstancia sin sentido,

¿Por qué no aceptar tu escabullida

como elemento de tu capricho?

 

Si el amor es materia inmortal

que el tiempo no puede exterminar,

El tiempo, es sustancia tan banal,

Que fenece con su caminar.

 

Porque conozco el mental dolor

que imprime la huida sin razón,

renuncio a ese tu falso amor

fruto de un tozudo corazón.

 

 

 A UN AMIGO QUE SE ME FUE

 

Apenado vengo aquí, mi buen amigo,

A dejarte las flores de mí amistad,

Que los tiempos me hicieron vivir contigo

Para mantenerla hasta la eternidad.

 

Porque todavía joven, aprendí,

Que un amigo es para la vida y la muerte,

Yo no puedo olvidarme jamás de ti

Llorando en ésta fría tumba tu suerte.

 

Vengo a cantarte la canción de mi pena

Hecha de la tristeza del cruel otoño.

Aquí dejo estas flores con este poema

Que viene por bien interrumpir tu sueño.

 

Vengo aquí compungido por tu destino

Que te esconde debajo de esta losa;

Quisiera que por allá, en tu camino,

Mantuvieras tu felicidad tan briosa.

 

Te traigo el eterno dolor de tu padre,

De tu novia, nostalgia y penosos días.

Quiero dejarte lágrimas de tu madre

Mezcladas con la nostalgia de las mías.

 

Y así te dejo buen amigo, con pena,

Lamentando la tragedia de tu historia.

Te dejo con gran dolor este mi poema,

Tu vida, quedará siempre en mi memoria.

 

 

 

DOLOR DE UN EMIGRANTE

 

Fatigado tengo mi corazón

por las infamias de gente villana,

que humilla con castigo, la razón

Del cáliz cruento de sangre pagana.

 

Con grito grácil, sin fuerza, levanto

mi voz sutil, reclamando amistad,

¡Qué débil tengo mi voz!... que mi llanto

no llega al oído de la sociedad.

 

Es gracia sádica y amarga de un pueblo

con fama noble y de gran corazón

derramar su rabia en mi desconsuelo

 

baldando sueños de un hombre sincero,

que diera su vida con ahínco y esmero

para recibir vuestro odio y traición .   

 

 

UN FUGAZ RECUERDO

 

Una sola vez te vi

y mis ojos hechizados quedaron.

Pena que te conocí

cuando los años ya  por mí pasaron.

 

Me pregunto, ¿Es que envejece el amor?

¿Nuestro cariño, el querer?

¡Claro que no!... Si amamos con ardor,

Inocencia y leal placer.

 

Sabiendo lo que mí corazón siente,

se aviva en mí este amor fiero.

Cuando el amor nos enamora y prende,

no hay mal que pueda romperlo.

 

El amor es fuego que quema el alma.

Es llama que alumbra el ser.

Es la ilusión de un corazón en calma

soñando al atardecer .  

 

 

MI VALONGO

 

Mi pueblo es encanto y bondad,

risueño y lleno de fragancia.

Fue cuna de mi dulce infancia,

preceptor de mi mocedad.

 

Florecen en sus matorrales

los claveles esplendorosos,

y junto a caminos sinuosos,

brotan los limpios manantiales.

 

Mi pueblo es fuente de riqueza

que engrandece su realidad,

manteniendo con sobriedad

la noble usanza portuguesa.

 

Honor, trabajo y patriotismo,

nobleza bien reconocida;

cuna de gente bien fornida

en el arte, saber y heroísmo.

 

¡Oh gente de amor y bravura!...

¡De hospitalidad asombrosa!

Dejad que mi voz vanidosa

dé a conocer vuestra hermosura.

 

Son las glorias de tu pasado

que engrandecen tu historia actual.

Fue tu valle, verdoso prado,

es tu gente, honra nacional.

 

Paisanos míos, aquí expongo

lo que percibo en este instante:

la nostalgia por mi Valongo,

el dolor por ser emigrante.

 

Dejad que recuerde el santuario

en el monte de Santa Justa,

respire el olor del Calvario

y oiga la voz sabia, ya vetusta.

 

del moro que vino a esta tierra

por el oro en ella escondido.

¡Qué triste!... aún anda por la sierra

Llorando por lo que ha perdido.

 

Si perdido en el monte, llora

el moro por lo que ha perdido,

en estas tierras de Zamora,

lloro el pueblo donde he nacido .  

 

 

DEJAD QUE LLORE EN SOLITARIO

 

Soy hoja que se desprendió

Del árbol más bello del mundo.

Soy llama que el tiempo apagó

Con su soplo frío y profundo.

 

Riachuelo seco por el tiempo,

Sin orillas ni otra belleza.

Albergo solo el sentimiento

Que nasce de mi agria tristeza.

 

Son míos los tristes gemidos

Del lobo hambriento solitario.

Mis gritos de muerte, afligidos,

Sólo son ecos de un calvario.

 

Soy todo eso y algo de lo humano

Que el tiempo y sociedad corrompe,

Resignado con ello, no en vano,

Escribo lo que mi alma esconde.

 

Porque soy así, en solitario

Soy brutalidad y ternura.

Soy el riachuelo estrafalario

       Con alma cristalina y pura.      

 

 

¿QUIÉN  LLAMA A LA DESVENTURA?

 

Llaman a mi puerta, ya de madrugada.

¿Quién será?, ¿Acaso la vil desventura

buscando mi vida menoscabada?

¿O quizá, el desamor hecho ternura?

 

El amor no puede llamar así,

y la desventura es mi compañía

desde aquél fatal día, que perdí

el deseo de vivir el día a día.

 

Pero… a estas horas…¿Quién puede ser?

¿Por qué llaman así tan tenuemente?

¿Será la lluvia?, ¿El viento?, Será gente?

 

La lluvia no es. No puede ser posible,

El viento en primavera es apacible

Y la gente, ¿Qué tiene aquí que ver?     

 

 

UNA TARDE DE INTENSO AMOR

 

La conocí entre los matorrales,

a la orilla de un río transparente.

Entre la fresca brisa y las fatales

picadas del artrópodo renuente,

nos besamos con tamaña ansiedad,

que su cuerpo en viva fogosidad

y su sexo, me calentó la mente

.

Sus pechos, dos soles exuberantes,

se dieron a mí libar con placer.

Sus ojos, eran dos faros brillantes

expresando su encanto de mujer.

Lamiendo su cuerpo de arriba abajo,

me entregué a ella, dándole agasajo

varonil, con las ansias de mi ser.

 

Lentamente… con suavidad, mi boca

fue deslizando por su fino cuerpo,

hasta que llegué a la zona loca.

Ella emocionada gritó: “¡Alberto…

Alberto!... ¡No te puedo resistir!,

Hagamos el amor. Quiero sentir

Todo lo tuyo dentro de mi cuerpo.

 

¡Aquél momento fue maravilloso!

Nos besamos tan intensamente

con aquél orgasmo tan jubiloso

qué nasciera de un amor indecente,

que me di cuenta, que entre matorrales

suelen hacer el amor los animales

Y no el hombre mesurado y decente.

 

Cuando todo ya había terminado,

el sol ya había desaparecido.

Los dos, lentamente y de brazo dado

fuimos por donde habíamos venido,

y aquél amor entre el hombre y mujer,

no pasó de una historia de placer

entre el solitario y el amor furtivo.

 

 

EL ABUELO, EL NIETO Y EL BURRO

 

Camino a Toro, en día de mercado,

iban abuelo y nieto sobre un burro.

Era un burro  viejo y muy desmirriado,

pero, aunque delgado y viejo, era duro.

 

Pasando briosamente por un pueblo,

ya después de mucho camino andado,

unos mirones haciendo el camelo

dijeron: -“¡Pobre animal desmirriado!

 

¡Hay que ver dónde llega el atropello!...

¡Abuelo y nieto sobre el animal…!”

¡Tendrán jeta!..”-. ruboroso, el abuelo

comentó: “-Por lo visto, vamos mal;”

 

Ya fuera del pueblo, ambos se bajaron.

-“Hijo mío”- expresó el abuelo, -“andando

Iremos los dos”- y ambos caminaron

A la par del burro añejo y blando.

 

Más adelante, en otro nuevo pueblo,

dos labriegos con la guadaña al hombro,

viendo caminando el niño y su abuelo,

murmuraron entre sí con asombro:

 

“¡Serán tontos!... El abuelo por viejo

y el chiquillo que apenas puede andar,

siguen a pie, junto al animalejo,

y el burro, que es de carga, a descansar.

 

Cuando aquellos hombres atrás quedaron,

montó el nieto en el burro desmirriado,

y andando, meditaba en lo que hablaron

aquellos labriegos de aquél poblado.

 

Más adelante, otro grupo de gente,

al ver el abuelo a pie caminando

comentaron: -“el niño cómodamente

montado en el burro, y el abuelito andando.”-

 

El abuelo, asqueado del chismorreo,

bajó el niño del asno desmirriado,

voceando::“¡Ya está bien de cachondeo!

La culpa es mía por hacerles caso.”-

 

No hay mejor cosa, que dejar hablar

a la gente, según su parecer,

pero a su juicio, establecer y obrar

su acción, sin dejarse convencer.

 

Si hacemos caso al que el pueblo comenta

terminamos cargando el animal.

Que sirva ésta historia de reprimenda

al crítico embustero nacional.

 

 

¿QUÉ ES EL AMOR?

 

No es justo que se  juzgue el amor

 engaño de la naturaleza.

Amor, es la luz de la belleza,

Es la misma vida en su candor.

 

Amor, es la fragancia radiante

Qué purifica dos corazones;

Impulso para las ilusiones

Y sufrimiento para el amante.

 

Amor es luz en la oscuridad,

Oxígeno para la existencia,

Cúspide del ardor con prudencia

placidez ante la tempestad

 

amor es cariño regalado

sin petulancias ni condiciones.

Es fuerza que une dos corazones

Una vida en un amor sagrado.

 

Amor es llama que encendida

Ilumina y calienta el hogar.

Es fruto del gozo por amar

Es llama que da placer y vida

 

Amor es cariño regalado

Sin petulancia ni condiciones.

Es fuerza que une dos corazones

Es el alma de una amor sagrado.

 

¡Amor!... Hijo de la Omnipotencia,

Manantial de la fecundidad,

Lecho de gozo y  fraternidad

Alba de la paz y la prudencia.

 

El amor mes dar sin recibir

Es paz, entrega y dulce consuelo,

Que sólo la dicha de tenerlo,

Recompensa el dolor de vivir.

 

Todo esto y algo más es el amor

En un mundo de felicidad

Pero el amor en la actualidad

Es vicio, placer y desamor. 

 

 

AMOR DE POETA

 

Donde hay pan hay alegría.

Donde hay amor hay fortuna.

No hay riqueza que más una,

Que el amor desprendido.

Amor, es sólo poesía

En el poeta enardecido.

 

La poesía es sensación

De un dolor emocionante

Que te aflige a todo instante

Con tal encanto y dulzura,

Que dichoso el corazón

Que lo viva con ternura.

 

El poeta es feliz sufriendo,

Porque sufriendo, concibe

Los sentimientos que escribe

Extraídos de su interior;

El poeta da vida y aliento

A su poema, con su amor

 

 

CARTA DE AMOR

 

Con mi corazón destrozado,

escribo estos versos llorosos,

recordando nuestro pasado

entre discrepancias y gozos

 

Cuán dura es la vida, amor mío,

cuando jugamos  a ganar.

No nos damos cuenta del lio

que es, el amor en un hogar.

 

Cuanto amor, ambos prometimos

convencidos de nuestro amor.

Cuántos disgustos compartimos

por nuestro convenio traidor.

 

Eran épocas, que el amor

vivía en nuestros corazones.

Eran tiempos en que el pudor

Callaba nuestras discusiones.

 

con los años, fruto del tiempo,

timados nuestros corazones,

por nuestro falso sentimiento

de amor, surgen las frustraciones.

 

Con tu pasión enfurecida

y mi estúpida relación,

dimos vuelo a nuestra ambición

quemando nuestro amor en vida.

 

 Esta vida no es un edén

de placeres inagotables;

nuestra vida, es el mal y el bien,

dos fuentes irreconciliables.

 

Intolerante con mi vida,

sin pensar en los resultados,

busqué amores apasionados

en amante comprometida.

 

Cual amante fui a buscar

cuando el tiempo me hace saber

que el amor no es sólo placer

y que hacer el amor, no es amar.

 

Por ello amor mío, te niego

la ruptura documentada,

para la quietud y sosiego

de mi alma, a Dios consagrada.

 

Aunque alejado de tu amor,

quiero sentir el frenesí

de un orgasmo con tu dolor

con la muerte cerca de mí.


 

 EL PADECIMIENTO

 

Delante de mí, el padecimiento.

Esa enfermedad de los humildes

que se desarrolla con el tiempo

Y se localiza dónde vives.

 

Esa enfermedad elaborada

por gente bárbara, codiciosa,

que sin reparo, su vida es dada

al despotismo con cualquier cosa.

 

Busco en el tiempo medicación

para la enfermedad sin decencia

que abate el más recio corazón

con el virus de la prepotencia.

 

Es espantoso el virus del sida,

aterrador el cáncer humano,

pero no es menos, sentir por vida,

el látigo egoísta de tu hermano.

 

Si el dolor exige comprensión,

la vida necesita de amor.

Bienaventurado el corazón

que sufre sin sentir el dolor.

 

 

 MIS CELOS

 

Una flecha me clavaste

en mi débil corazón,

que los ojos que tú amaste

aún sangran por tu traición.

 

Me dejaste cuando soy

Hombre viejo y sin pasiones,

sin saber adónde voy

por caminos desabridos

que azotan los corazones

más austeros y fornidos.

 

Caminando sin anhelos

apenado por perderte,

me castigo con mis celos

sin razón para tenerlos

con razón para quererte.


 

 NOSTALGIAS

 

Oigo una voz dentro de mí

que me preocupa intensamente.

Es un gemido tan vehemente

que me conduce junto a ti.

 

Busco entonces su contenido

para poder tranquilizarme,

pero… es tan hondo su gemido

que interpretarlo no consigo,

pero estimula a emborracharme.

 

Es un gemido fascinante

que me corrompe el interior,

reivindicando a cada instante

aquél pasado confortante

de gran ventura y tanto amor

 

 

 EL TIEMPO

 

El tiempo fue mi enemigo,

el mundo, mi seducción,

la pobreza mi castigo

la ambición mi perdición.

 

Con el tiempo hice camino,

caminando perdí el tiempo.

Ahora, cuando estoy perdido,

lagrimeando, me lamento.

 

El mundo que me sedujo

con trampas tan sugerentes,

mi alma al desierto condujo,

donde moran los dementes.,

 

Amar y no ser amado,

por quién es tu misma vida,

convierte el hombre sensato

en una bestia aturdida.

 

 

 RECORDANDO

 

Esta noche estoy muy triste

evocando mi pasado.

¡Amargura!...

Por lo poco que te he dado

y lo mucho que me diste

con ternura.

.

Esta noche estoy muy triste

recordando tu figura

elegante

tu cariño, tu dulzura

que un buen día tú me diste

como amante.

 

Esta noche estoy muy triste

evocando aquellos años

impetuosos

de un amor disimulado

que en mi vida aún existe,

disfrazado.

 

 

 SOÑANDO

 

Soñando despierto gané ilusiones.

Ganando ilusiones, me fui instruyendo.

Ahora que soy viejo, estoy deduciendo

que mis sueños solo fueron pasiones.

 

Razón tuviste haberme abandonado

por haber sido insensato contigo,

aunque me duela, fuera tu castigo

tan lacerante, atroz y despiadado.

 

Cohabitando ahora con la soledad

lejos de ti, siento necesidad

del cariño que dabas con ardor.

 

Lejos de ti, sufriendo un mar de penas,

te sigo amando atado a estas cadenas,

con la esperanza que vuelva tu amor

 

 

 TE SEGUIRÉ QUERIENDO

 

Te pierdo cuando se apaga mi vida.

Ingrata actitud de la circunstancia,

que aviva el amor donde hay abundancia,

y veta el amor donde hay la desdicha.

 

Me duele perderte, porque te quiero,

sabiendo que tu corazón no me ama.

Consciente de mi doloroso drama,

deseo morir, pero… no me muero.

 

Se hizo noche en mi precaria existencia.

Sólo me queda la vaga conciencia

de haber amado a quién nunca me amó.

 

Que amando, seguiré con mi destino,

mientras la vida me preste camino

para evocar a quién me traicionó.

 

 

 GABUNDO

 

¡Cuán triste es ser vagabundo!

Caminar en solitario,

parecer dueño del mundo

y no ser más, que un corsario

perdido en el gran desierto,

rebuscando entre la arena

su tesoro estrafalario,

dónde encuentra la agria pena

que lo hace más solitario.

 

Cuán triste es ser vagabundo.

Carecer de patria y hogar.

Parecer dueño del mundo

sin tener donde posar

 

 

 MI REMORDIMIENTO TARDÍO

 

Por llanuras y montañas llegué,

a la cumbre de mi vida frustrada.

Injusticias y calumnias tomé,

por tu abnegación y la bondad  dada.

 

En la cumbre de mi vida, llorando,

rememoro mi existencia apagada.

Con mis lágrimas, voy apaciguando

el dolor de una vida apasionada.

 

Mi mirada al camino recorrido,

me recuerda penas y adversidades,

que me diera la vida por castigo,

por mis impertinencias y maldades.

 

Aun perdiendo el deseo de vivir,

sigo con mi lucha por la existencia,

sabiendo, que para sobrevivir

hace falta voluntad y coherencia.

 

¡Si ya no tengo codicia por la vida!.

¡Si ya apenas palpita mi corazón!

Porque soy cobarde, tengo perdida

la  esperanza, la fe y la razón.

 

Si un amor llegó a existir en mi vida,

algo muy especial tuvo que pasar.

El auténtico amor, jamás anida

en un corazón tacaño y vulgar.

 

 

Miro al horizonte mientras camino,

pero sin dejar de mirar lo andado,

para  recordar los celos e inquinas

causantes de mi macabro pasado.

 

Recordando, aunque me cause dolor,

soy feliz a la hora de la verdad,

muriendo atado a la cruz del amor

con mi suspiro de felicidad.

 

Aunque quiera, ya no puedo volver

en busca de otro amor, o mejor suerte.

Me quedarán los recuerdos del ayer,

me quedará la despiadada muerte.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MIS SUEÑOS

 

Durmiendo sueño contigo,

despierto, sigo soñando,

si no sueño, no consigo

ser yo, porque por castigo,

aún lejos, te sigo amando.

 

Sueños gráficos y bellos

que evocan tiempos aquellos

de amor y felicidad.

Mis sueños son mis  perjuros

arrestados entre muros

de aversión y enemistad.

 

Sueño y seguiré soñando

para no perder tu imagen.

Para seguir recordando

aquél hermoso paisaje

que me dio casta y linaje

para que te siga amando.[11]

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MIS  HIJAS

 

Tenía tres hijas encantadores,

esbeltas y de encanto singular.

Tres serenas pescadas en la mar,

que evoco llorando a todas las horas.

 

Tenía e ya no tengo las tres serenas.

Se fueron de la mano del olvido.

Llorando quedé, por haber perdido

mis tres hijas y sus tiernas zalemas.

 

Ahora, el tronco que les dio vida, vahído

por el tiempo y las hijas que ha perdido,

vaga por el mundo con su dolor

 

en busca del recuerdo,  sin consuelo.

Evocando aquél amor, que por perderlo,

perdiera el fruto de su casto amor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mis consejos

 

Cuán dura es la soledad.

Cuán amarga la tristeza.

Cuán mala la falsedad.

Cuán penosa es la pobreza.

 

Cuán perversa la mentira.

Cuán sensible es el dolor.

Cuán enojosa es la ira.

Cuán afable es el amor.

 

Cuán grande es el ser humano

que ejerce la tolerancia.

Cuán hermoso, ir de la mano

de la humildad y constancia.

 

Cuán dichoso es el humano

qué frena su corazón,

a la fobia de su hermano

con amor y sumisión.

 

Cuán grande sentir dolor

por los hermanos sufridos.

Cuán grande es llenar de amor

Los corazones partidos.[12]

 

 

 

 

 

SOS  DE  AMOR

 

Oigo tu voz muy lejana,

melancólica y dolida.

¿Qué está ocurriendo amor mío?

¿Dónde está tu albedrío?

¿La codicia de tu vida

cuando huiste aquella mañana?

 

Heriste mi corazón

Al dejarme abandonado.

Me hundiste en el desaliento

matando mi sentimiento

Condescendiente y abnegado,

sin motivo ni razón.

 

Ahora, cuando años pasaron,

me llamas arrepentida.

¿Qué te pasa vida mía?

¿Dónde está tu altanería,

tu egoísmo y tu decidida

razón, que mi amor mataron?

 

Te fuiste cuando yo vivía,

me llamas cuando ya soy muerte.

¿Por qué lo haces alma mía?

Tú sabes, que desde el día

en que cambiaste mi suerte,

sólo soy melancolía.

 

 

 

 

 

 

 

Tu llanto me conmociona

porque te sigo queriendo,

pero el tiempo me fue dando

razón, para ir caminando

por el sendero del tiempo,

con rabia que no perdona.

 

Me llamas cuando no puedo

volver a sentir tu amor.

Me llamas, cuando perdido,

en el monte del olvido,

supe para mi dolor

de tu maldito secreto;

que odiando como me odiabas

matabas tu desazón

con el otro a quién amabas

con tu alma y tu corazón.[13]

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

SOY NADA SIN AMOR

 

Mi corazón palpita tenuemente.

No tengo lágrimas para llorar.

Soy existencia triste y decadente,

sin un amor, sin patria ni un hogar.

 

Quiero vivir, y no tengo vigor

para vencer la triste realidad.

Que la vida, no es vida sin amor.

Que el amor es, vida y fecundidad.

 

Que el amor llenó mi vida de aliento,

cuando la vida desconocía el tiempo

entre mágicos sueños juveniles.

 

Sólo ahora, cuando soy vaga existencia,

juzgo el amor con hombría y prudencia,

aunque los años me sean hostiles.

 

 

 SUSPIROS DE DOLOR

 

No lo sé si gané

por haberte perdido.

Sólo sé que te amé,

sin estar convencido

de tu amor pordiosero

que fue siempre remiso

a mi amor verdadero.

 

No lo sé si mis penas

se marchan con mi llanto.

Sólo sé que en mis venas,

la sangre se está helando

por la falta de amor.

Afligido, voy dando

suspiros de dolor.

 

No lo sé si es de noche,

sólo sé que no hay luz

en mi vida. Derroche

de miedos, pesada cruz

de penas y amargura,

Que al final, me conduce

hasta mi sepultura.

 

No lo sé si la vida

vuelve a darnos calor.

Sólo sé que en mí, anida

el recuerdo de amor

que es hoy mi soledad,

suspiros de dolor,

delirios de ansiedad.



ALLÁ DE LA MUERTE

 

Nascí, viví y fui tentado

Por el demonio malicioso,

Allá donde existe el pecado

En el amor libidinoso.

 

En mi vida, tuve una infancia

Muy triste, pero muy hermosa.

Ganaba amor con mi ignorancia

Y era feliz con poca cosa.

 

En mi juventud, desprecié

La realidad de mi existencia.

Gracias a mi capricho encontré,

La pena de la Omnipotencia.

 

Ahora, cuando soy sólo esencia

En un mundo eterno de luz,

Alberga mi alma la prudencia

Que me inspira la Santa Cruz.

 

Morí con miedo a abandonar

Un mundo de satisfacciones,

Pero disfruté, al encontrar

Un mundo de luz, sin pasiones.

 

Recuerdo ahora, sin añoranza,

Esa vida muy placentera

Desde este mundo de bonanza

Donde reina la paz sincera.

 

 

 EL DESASTRE  HUMANO

 

Florecen los campos en primavera,

se broncean los trigos en verano.

Son las dádivas de un Dios al pagano,

que su ley continuamente vulnera.

 

Del manantial brota agua cristalina,

que robustece el caudal del riachuelo,

que se abraza al río y se contamina,

con los desechos del nefasto pueblo.

 

Un mundo por el hombre corrompido,

que naufraga entre la vida y la muerte,

que por todo tener, todo ha perdido

a las manos del tirano más fuerte.

 

Día llegará que el sol se oscurezca,

se sequen las fuentes y se abra el cielo,

y que jamás en la tierra amanezca,

sin que haya humano alguno, para verlo.

 

Ese día, el hombre aterrorizado

se dará cuenta, de su fallo humano,

por exterminar lo que Dios le ha dado,

con su ambición y su criminal mano. 

 

 

 DESDE  MI  VENTANA

 

Desde mi ventana, en mi soledad,

veo un mundo nervioso y apresurado,

caminando sumido en la ansiedad,

con el rostro abatido y masacrado.

 

Veo gente que pasa discutiendo

con sus gestos humanos de violencia,

y muchos pobres, pasando pidiendo,

ante el enojo de la prepotencia.

 

Desde mi ventana veo ésta España

liada por una mañosa maraña

de políticas faltas de razón,

 

que destruyen la sana convivencia

con su insensatez y la prepotencia,

Embadurnados por la corrupción. 

 

 

 LA  BARCA

 

Al lejos, veo un barco navegando.

Flota tenuemente sobre la mar,

y una gaviota lo va acompañando,

y el velero no deja de flotar.

 

En el barco van cuatro marineros

y la gaviota, en el mástil posada.

Ellos, son pescadores aventureros,

es ella, pescadora consumada.

 

La mar se emociona cuando es bonanza,

y se violenta cuando se cabrea,

pero nunca les roba la esperanza,

ni les niega el fruto de su tarea.

 

La barca es la vida del pescador,

la mar, la despensa para su hogar,

la gaviota, da alegría y color

al Divino misterio de la mar.

 

Los marineros que en la barca reman,

sobre la mar para ellos concebida,

son padres de humildes lares, que rezan,

para que vuelvan a su lar, con vida.

 

La barca, la mar y los marineros,

con la gaviota en el mástil posada,

son el alma de los aventureros,

son la aventura por Dios emanad

 

 

 CONFESIÓN  DE  AMOR

 

Desde que te conocí,

mi vida es de otro color.

No sé si esto es frenesí,

es fantasía o es amor.

Solo sé que vengo aquí

a expresar mi sentimiento

de fascinación, por ti..

 

Que donde delata el viento,

lo amansa mi pretensión,

con el puro sentimiento

que alberga mi corazón.

 

Deja que mis labios fríos

se templen con tu pasión,

para que los gozos míos

fortalezcan nuestra unión.

 

Deja que libe tus senos

con mi lengua inmaculada,

para qué los dos, gocemos

de una vida apasionada.

 

Deja que mi ánimo muerto

renazca con tu vigor.

Que sea tuyo mi cuerpo,

que sea mío tu amor.

 

 

 EL  CIELO

 

A la luna se llegó, volando

en artilugios sofisticados.

Al Cielo, se llega caminando

por senderos humildes y honrados.

 

El poder se alcanza con dinero

e ilustre linaje familiar.

El Cielo, con el amor sincero

y la virtud de saber amar.

 

El placer se alcanza disfrutando,

con el natural egoísmo humano.

El paraíso, lo vas ganando,

con el amor que das a tu hermano.

 

El Cielo es tu conciencia en bonanza,

y el espíritu en sueño profundo;

es sueño en vuelo, con la esperanza,

y la fe, puesta en el otro mundo.

 

Triste y apenado escribo este poema,

porque herido tengo el corazón.

Por ello sufro, ésta mi condena

De escribir, bebiendo sin razón.

 

Bebiendo te olvidé, y fui dichoso

con mi mente desequilibrada;

remedio santo, aquél vino hermoso

que todo apacigua y todo apaga.

 

 

  El poema que ahora estoy escribiendo,  

a la luz de la luna y al refulgir

 del cielo estrellado, es el lamento

del poeta bohemio presto a morir.

 

Aquella noche, sólo y apenado,

me senté al borde de mi camino,

mirando el firmamento estrellado

sometido al consuelo del vino.

 

Al vino de Castilla bendigo

por su melosidad y sabor;

único medio que me da abrigo

Y calla mi tristeza de amor.

 

A la luna se llega volando,

Al olvido se llega bebiendo,

A la ventura se llega amando

y el amor se conquista, queriendo.

 

Porque amor tuve y ese amor perdí,

paso noche tras noche en desvelo,

tentando encontrar, con frenesí,

otra estrella de amor en el cielo. 


 

 BEBO  PARA  OLVIDAR

 

Aquella noche, huyendo de mí mismo

corrí todos bares de la ciudad,

buscando razón para mí espejismo,

y perspicacia para mí ansiedad.

 

Bebiendo, alcancé la tranquilidad

que mi alma reclamaba asiduamente.

Bebiendo, perdí la afectividad,

ganando la repulsa de la gente.

 

Aquella noche, la luna brillaba,

propagando mi sombra en mí camino;

de cuando en cuando, mi sombra se arqueaba

con la absurda gracia que crea el vino.

 

Silbando a altas horas de la noche,

ajeno a todo cuanto me rodeaba,

culebreando, con risas de fantoche,

mi cuerpo, lentamente caminaba.

 

Lanzando fantochadas a la luna

con mímicas y un lenguaje atrevido,

que desagrada, a aquella hora nocturna

al vecino que descansa en su nido.

 

Aquella noche, bebiendo, olvidé

las penas que ahogaban mi corazón.

¡Trapicheos cobardes, ya lo sé!...

Pero que te aleja de la aflicción.

 

 El sida que aparece espectralmente

por obra del demonio o la deidad,

devasta la existencia lentamente,

de nuestra incontrolada mocedad.

 

Se mueren los peces envenenados

en ríos de poca agua ponzoñosa.

Los montes, por capricho son quemados,

tornando ésta España más arenosa.

 

Todo esto es fruto de una sociedad

egoísta y agresivamente alimaña,

que albergando malicia y deslealtad,

desprecia su vida y aniquila España.

 

Son los tiempos de la modernidad

que avanzan por veredas de ambición.

¡Pobre gente!... ¡Trágica sociedad!...

Caminando hacia su exterminación.

 

Porque la conciencia apenas existe

y el estilo político es callar,

con alevosía y corazón triste,

bebo por la noche para olvidar.

 

 

  LA MORALIDAD DE HOY

 

La vida moderna se hizo tan cruel

que tengo asco de esta vil sociedad.

Se juzga por el color de la piel,

se juega al amor con la falsedad.

 

La justicia es hoy una institución

que medra supeditada al poder.

Pedir justicia, teniendo razón,

supone hoy, el peligro de perder.

 

Políticos que juraron honor

en mítines plagados de emoción,

gobiernan hoy felices, sin pudor,

ejerciendo la inmoral corrupción.

 

Hogares que se rompen, sin sentido

de prudencia y responsabilidad.

Tan sólo porque un gobierno podrido,

les apoya con su legalidad.

 

El paro somete el trabajador

al hambre y profunda exasperación,

en tiempos que impera el ordenador

y especula más que nunca, el patrón.

 

 

 AL MÍTICO MIGUEL INDURAIN

 

Te hiciste hombre en lugar predestinado,

bajo la sombra honesta de un buen padre

y la ternura de una ejemplar madre,

que siempre estuvieron y están, a tu lado.

 

Con tus padres te hiciste hombre, y señor

de la sensatez y la gloria humana.

Con tu voluntad y tu mente sana,

te hiciste un excepcional corredor.

 

Te consagraste este año del señor

como hombre, como padre y corredor

para orgullo de tu patria querida.

 

Gracias Miguel por tu nobleza y esfuerzo.

Yo, con este soneto y verso a verso,

sólo quiero ensalzar tu épica vida.

 

 

 UNA MILAGROSA CRUZ

 

Hay una Cruz en mi pueblo

tallada en piedra atezada,

que da esperanza y consuelo

a la gente desahuciada.

 

Está entre dos viejos montes.

en un lugar solitario,

entre eucaliptos y pinos

en el monte del Calvario.

 

Acostumbran los mineros

ir a aquella Cruz divina,

rezar por los compañeros

que murieron en la mina.

 

Milagrosa es esa Cruz

que el minero adora tanto,

de dónde cuelga Jesús

con su mirada de llanto.

 

Por la mañana temprano,

de camino hacia la mina,

el minero da su mano

a esa cruceta Divina.

 

Y le pide con fervor

que le permita volver,

para seguir dando amor

a sus hijos y mujer.

 

 or la tarde, ya oscureciendo

vuelve el minero a la Cruz

con su reconocimiento

a la bondad de Jesús.

 

Hay una Cruz en mi pueblo

Que es la  Cruz del valonguero

Que protege y da consuelo

Al abnegado minero.

 

 

 ESTOY LOCO POR TI

Dicen que estoy loco por ti

¡Que locura más puntillosa!

Mi locura es un frenesí

por tu silueta fina y hermosa.

Tus pechos, dos cumbres atrayentes

divinamente lobulados,

pasman mis ojos complacientes,

quedando ante ellos embriagados.

Tus negros ojos fascinantes

son dos faros de gran fulgor;

son como dos flechas flameantes

de dulzura, pasión y amor.

Tu pelo dorado y lustroso,

larga melena ensortijada,

combina con tu rostro hermoso,

dándote la gracia de una hada.

Tus lindas piernas, proyectadas

por las manos de la deidad,

son dos peanas ornamentadas,

que combinan con tu beldad.

Todo tu cuerpo, hermosa mía,

es belleza resplandeciente,

que calienta el alma más fría

y seduce al más exigente.

 

 icen que estoy loco por ti

y no lo dicen sin razón;

la primera vez que te vi

conquistaste mi corazón.

Lo dicen quizá por requiebro,

pero es cierto que percibí

Ese efecto, cuando te vi

Por primera vez junto a mí,

En aquél baile veraniego.

 

 

 O QUE TUVE EN MI VIDA

 

En mi vida tuve de todo: amigos

Que me dieron muchas satisfacciones,

y entre ellos, unos cuantos enemigos

que hirieron mi vida con sus traiciones.

Tuve la desdicha, luego en mi infancia,

perder mi abnegada y querida madre,

conocer la miseria y la vagancia,

y el desamor de un insensato padre.

Tuve el cariño de una abuela tierna

que me dio todo:  amor y la ilusión,

el consuelo y su dilección materna

que ha dejado marca en mi corazón.

Tuve unos hermanos maravillosos,

aunque separados por la orfandad,

que como yo, vivieron años penosos

al amparo de la hospitalidad.

En mi vida tuve un grandioso amor

Que me dio amor y felicidad.

En mi vida conocí con dolor

la maldad, el dolo y la falsedad.

uve en mi vida tres perlas preciosas

que engrandecieron mi humilde reinado.

Tres hijas esbeltas y cariñosas

Que en mi corazón guardo con cuidado.

El día de hoy, tengo la soledad

y el recuerdo de un pasado afligido,

aunque lejos de la mendicidad,

gustaría revivir lo vivido.

 

 

 ILUSIONES

 

Me gustaría llegar a la cumbre

de la montaña más alta del globo,

y con la mano, acariciar el cielo,

y con la vista, disfrutar de todo.

 

Me gustaría ser el manantial

con su simplicidad y sensatez,

con su pureza y frescor natural,

sirviendo al hombre con su sencillez.

 

Me gustaría ser la inmensa mar,

violento y apacible, pero atrayente.

Despensa inacabable, para dar

sustento y gozo al humano indigente.

 

Me gustaría ser la primavera

con los jardines y campos floridos,

para dar belleza al alma romera

que acrisola en el campo sus sentidos.

 

Me gustaría ser todo en la vida

para poder todo dar con amor.

Si sublime deseo en mi alma anida,

¿Por qué me dais vileza y desamor?

 

 MOR Y ODIO

 

Hay momentos que siento odio hacia ti;

hay otros, que te recuerdo llorando.

¿Acaso es esto un loco frenesí?

¿O quizás, es porque te sigo amando?

 

Por las noches, en sueños lastimosos,

revivo tiempos de felicidad,

durante el día, mis ojos llorosos

lagrimean, por mi fatalidad.

 

No tengo dudas que te sigo amando,

aunque este amor se esté deteriorando

por tu orgullo y falta de pundonor.

 

Aunque lejos de tu felicidad,

albergo la ilusión y la ansiedad

por recuperar de nuevo tu amor.

 

 

 PRODUCTO DE LA POLÍTICA


Tomando un vino, ya al atardecer,

en una taberna de esta ciudad,

tuve la desgracia de poder ver

el drama que vive la sociedad.

 

Mientras tomaba un placentero vino,

un fornido joven se me acercó,

y con la ligereza de un felino,

de mi bolso, la cartera robó.

 

Me di cuenta del ladrón atrevido

a quién agarré diligentemente.

No me puso resistencia el bandido

al ver que en el bar, había más gente.

 

Tan sólo, emocionado, me expresó:

-¡Señor!... Créame, no soy un ladrón.

El hambre que tengo, a esto me obligó.

¡Perdóneme señor por esta acción!.

 

Me decía todo esto, aquél chaval,

escondiendo su rostro acobardado,

admitiendo haber procedido mal,

llorando de vergüenza, arrepentido.

 

Le pregunté se quería un bocata,

y el chaval sonriéndome contestó:

¡Sí señor!... Aunque el hambre no me mata,

más me ahoga, lo que mi vida perdió.

 

 ¿Qué perdiste en tu vida de importante?-

pregunté, para saber la razón

qué llevara aquél chaval al desplante

de robar, sin modales de ladrón.

 

-No tengo un techo donde cobijarme,

son éstas mis únicas vestimentas

que todo año sirven para abrigarme

del frío, del calor y las tormentas.

 

Busqué trabajo en pueblos y ciudades,

sin mirar sacrificios o funciones,

pensando sólo en mis necesidades,

soñando realizar mis ilusiones.

 

En vano hice mi peregrinación

en busca de un trabajo retribuido.

¡Aquí me ve!... Cerca de ser ladrón,

sin nunca desearlo o haberlo sido.-

 

Aquél chaval, joven y bien fornido,

era fruto de la marginación.

Era el producto humano, corrompido

por la esclavitud y la corrupción

 

 

 AMOR MÍO

 

 ce tiempo que no sé de mí amor.

Se me fue una mañana muy temprano,

sin decir nada, como amor villano,

plagado de odio, desprecio y rencor.

 

Hace tiempo que se marchó mi amada,

llevando con ella mi bienestar,

dejando mi corazón sin lugar

en su alocada vida apasionada.

 

Marchó cuando más la necesitaba;

en tiempos de abatimiento y dolor.

Triste es, creer en el dogma del amor,

cuando pierdes el amor de tu amada.

 

Se fue como se van los insensatos,

frustrando los ideales de su amado,

atropellando, el sagrado legado

de la unión, con sus alocados actos.

 

Mi amor, se marchó espesura adentro,

huyendo de mí sombra peligrosa,

esperando que mi vida ventosa

se desgaste con el paso del tiempo.

 

Adentro de tu espesura alocada,

muy lejos del amor qué detentaste,

te arrastras como yo, mohína y apenada,

presa  por el odio, hacia quién amaste.

 

Olvidas amor mío, que procreamos

con celo, abnegación y dilección,

tres perlas, que son bastante razón

para dar por ellas lo que tengamos.

 

Es cierto, que es buena la libertad.

Que agrada vivir el mago placer.

Pero… ¿Te será agradable perder,

el don humano de la dignidad?.

 

Hace tiempo que te fuiste a parajes

dónde lobos hambrientos y traidores

te esperan con sus fingidos amores,

tallados con galas y falsos viajes.

 

Fuiste amor mío, muy lejos de mí.

Tan lejos, que mi pobre pensamiento

se resigna en perpetuo sufrimiento

amándote, pero lejos de ti.

 

No lo sé si esto es odio, o si es amor.

Si esto es sufrimiento o es resignación.

Sólo sé, que sereno mi dolor,

Callando el dolor en mi corazón.  

 

 

 AVIDAD  DE  1992 

 

Del cielo bajaban con suavidad,

copos de blanca nieve en mi Zamora.

No había nadie en la calle aquella hora,

tan sólo yo vagaba por la ciudad.

 

Las calles adornadas y lucientes

daban hermosura a aquella ciudad,

en una noche de golpear los dientes,

por el intenso frío y la humedad.

 

Brillaban las ventanas hogareñas

y se oían villancicos melodiosos,

en hogares zamoranos gozosos,

festejando las fiestas navideñas.

 

Acurrucado junto a un portal,

me protegía del frío que hacía,

con mí sufrida mente, sin moral,

y mi alma, entregue a la alevosía.

 

Sonaban los villancicos al lejos

dónde reside la paz y el amor.

mientras yo, animado por mi dolor,

Cantaba llorando, mis desconsuelos.


 En aquella noche de navidad,

fue tan grande mi dolor y mi llanto,

que mis lágrimas me mojaron tanto,

que mi cuerpo vivió la realidad.

 

Miré al cielo y del cielo encapotado

aquella blanca nieve qué caía,

un manto de blancura extendía

sobre aquél apaciguado poblado.

 

Vencido por el cansancio y el dolor

me dejé llevar por la somnolencia,

recordando la armonía y cadencia,

de aquellos cánticos de paz y amor,

Que todas las noches de navidad

cantaba mi amada familia unida,

cuando yo disfrutaba y amaba la vida.

 

 

 CUENTOS DE LA GENTE

 

Dicen que estoy desequilibrado

escribiendo tantas tonterías.

Comentan que al paso de los días,

estoy perdiendo salud y agrado.

 

Comentarios injustos de gente

propicia a la mentira perversa.

Propagan lo que les interesa,

en general, maliciosamente.

 

Escribo, porque escribiendo expando

el dolor de una vida frustrada.

Dichosa el alma que sea dada

al sufrimiento, al dolor y al llanto.

 

Escribo aquello que mi alma siente

y lo tolera mi corazón;

escribiendo, quieto mi pasión

Y doy vida a mi fallida mente.

 

Escribo versos sin armonía,

pero colmados de excitación;

versos brotados de un corazón

Loco de amor y melancolía.

 

Dicen que con frecuencia medito

sobre el admirable arte de amar;

porque lo tuve en mi dulce hogar,

lo recuerdo, evoco y reivindico.


 

 IRCUNSTANCIAS DE LA VIDA

 

Jamás pensé, que al llegar a esta edad

deseara dejar este mundo horrendo.

Es cierto, que cuando la soledad

se congrega con la necesidad,

te descorazona a seguir viviendo.

 

Recuerdo mi infancia desventurada,

que siendo triste, me daba ilusión.

Mi juventud mezquina y limitada,

que apenas me permitió qué pensara

en mi vejez, sólo en la diversión.

 

En mi adolescencia, quiso la suerte

darme patrimonio y felicidad,

con los cuales me aterraba la muerte.

La vida, era entonces mi afán más fuerte

en un hogar rico en prosperidad.

 

Llegué a la cumbre de mi existencia

alejado de esa infancia inocente,

sin la juventud ni la adolescencia.

Vivo la terna vejez con la ausencia

de la materia efímera imprudente.

 

Ahora que soy lo que realmente soy,

espíritu vivo en materia muerta,

a mi pensamiento lucidez doy,

Que la vida está allá adónde voy.

ésta, no pasa de ser una mierda.

 

 

 A LA TIERRA DONDE NACÍ

 

Con humildes versos, destartalados,

quiero enaltecer mi admirable pueblo,

que me diera nostalgia, con los fados

de aquellos años, de tremendo duelo,

Entre los burgueses y marginados.

 

¡Mi Valongo!... tierra donde nascí.

Largo valle de verdura fastuosa,

dónde por primera vez conocí

el aroma plácido de la rosa

y el picor de la espina dolorosa,

aquellos años en que allá viví.

 

¡Mi Valongo!... tierra de hombres altruistas

y de hermosas mujeres vehementes,

que inspiran a los poetas, y a fadistas

seducen, con sus miradas atrayentes

en noches de luna, o en bares de artistas

donde se oye el fado y lloran sus oyentes.

 

Guardado por dos montes legendarios

se dispersa sobre un valle alongado,

donde moros, romanos y corsarios

lucharon por el oro allá encontrado.

Valongo, fue tierra de oro y pizarra;

de historia, lealtad y casta bizarra.

 

¡Valongo!... Verdes campos y riachuelos

refrescando su entorno natural,

con bellos paisajes que excitan, verlos.

Así es Valongo: altruista y jovial,

que agranda el imagen de Portugal,

y honra mis paisanos, nobles y austeros.

 

A ti Valongo, desde mi ignorancia,

quiero rendirte mi contemplación,

recordando aquellos años de infancia,

aunque hambriento, colmado de ilusión.

Después de una vida, sin jactancia,

Tú eres la paz,  para mi corazón.

 

Nací entre lágrimas de tristeza

Y gemidos de frialdad y dolor,

Bajo el patrocinio de la pobreza

Y el agasajo maternal de amor.

A Dios gracias doy, por mí realeza

Valonguense, temple de un gran señor.  

 

 

 CARTA A MIS HIJAS

 

Hijas mías:

Os escribo estos apenados versos

con el corazón roto de dolor,

En momentos de proyectos inciertos

y alejados del incitante amor.

 

No quiero que lloréis mi situación;

pues ella, es fruto de mi proceder.

Sólo os pido, que vuestro corazón

no deje de brindarme su querer.

 

Si dolor tengo, por haber perdido

vuestra madre, a quien deberéis amar,

mayor es mi dolor no haber tenido

vuestro cariño para me alentar.

 

Quisiera deciros cuanto lo siento,

por todo aquello que nos ha pasado.

Quisiera volver atrás en el tiempo

para ser venturoso a vuestro lado.

 

Que un padre, aun siendo desventurado,

tiene derecho a vuestra estima ciega,

por todo cuanto en vida os ha dado

y por el amor de padre que os lega.

 

 

 EL  PERRO

 

En mi vida, tuve pocos amigos

que me diesen su cariño y lealtad.

De muchos de ellos, recibí castigos;

un idilio vestido de maldad.

Por esos lazos de amistad ambiguos

 destrocé mi vida con su crueldad.

 

Tuve en mi vida un solo amigo leal

que jamás me pusiera condiciones.

Un amigo sincero y servicial,

qué me diera suficientes razones

para dudar del amigo legal

en muchas razonadas ocasiones.

                                                              

Ese amigo que jamás te abandona,

que vela con celo y sin condiciones

Tu vida. Aquél que te escucha y perdona,

te da su cariño sin condiciones,

callando sumiso y con lealtad  su obra,

siempre afectivo con tus pretensiones.

 


¿QUÉ PASÓ AMOR MÍO?

 

¿Dónde estarás amor mío,

en este amargo momento?

¿Con tus hijas junto al río,

pescando algún nuevo evento?

Quizá… sólo padeciendo

el estúpido error mío.

 

Error humano tremendo

que destrozó nuestra vida

con aquél fracaso horrendo

a la hora de mi partida,

huyendo sin despedida

de tu carácter violento.

 

¿Dónde están esas promesas

de un amor interminable?

¿Dónde están, amor mío, esas

horas de amor, esa afable

dilección inagotable,

que tantas veces me hicieras.

 

En mi soledad, medito,

y llorando arrepentido,

levanto al cielo mi grito

de dolor incomprendido,

por el amor que he tenido

como mi sagrado mito.



DERECHO  A  LA  VIDA

 

Me duele leer en la prensa y saber

de abusos humanos inconcebibles,

como quemar los montes por placer,

o matar por gusto, aves apacibles.

 

Contemplo la vida con pesimismo,

al ver como se destruye el planeta.

Acuso ésta sociedad y a mí mismo,

como autores de esta brutal faceta.

 

Los montes son quemados sin piedad,

por falta de respecto a la creación;

los ríos arrastran la suciedad

vertida, por la industria y la ambición.

 

Apenas llueve, se abrazan las tierras,

fantasmas que anuncian fatalidades,

como el hambre, la miseria y las guerras,

la lucha por la vida en las ciudades.

 

Tendremos por las calles agonía,

dolor insoportable en cada hogar,

al ver que sus miembros, día tras día,

se mueren por no poder respirar.

 

El aire viciado es fuego candente,

que quema los pulmones sin piedad,

y el sol, que por vida fuera indulgente,

provoca el cáncer en la sociedad.

 

Las aguas marinas se descomponen,

sus especies mueren envenenadas

por gases y otros productos, que esconden

la muerte, para especies apreciadas.

 

Sufro que la vida, que es nuestra vida,

muera por capricho de estrafalarios;

muera por el desarrollo suicida,

a manos de políticos sicarios.

 

Me duele ver como en este planeta

se mata lo que es vida, sin piedad,

en busca de la podrida riqueza,

sin criterio sobre la humanidad.

 

La vida sólo es vida, con la vida

de las plantas y de los animales;

de la mar, los ríos y manantiales,

de los peces y el árbol envejecido.

 

Todo cuanto existe en el universo

es vida que da vida al ser humano.

Tan perfecto es el mundo, que está inmerso

en la voluntad de un Dios Soberano.

 

 

 MI  VELERO

 

Con viento en popa, sobre un mar en calma,

  camina mi velero su camino.

  Transporta mi vida, lo guía mi alma.

  Me lleva al colofón de mi destino.

 

Con la mar en calma, sin tempestad,

la tenue brisa arrastra mi velero.

Sin prisas, pero con esa ansiedad

de llegar al destino sin recelo.

 

Con viento de popa, mi alma camina

hacia al destino por Dios programado,

herido por la infamia dañina

de un pueblo injusto, a la ignominia dado.

 

Mi velero navega ayudado

por la brisa, el velaje y mi timón

a un arenal en paz, sólo habitado

por humanos puros, de corazón.

 

Navega mi velero con dolor

con viento en popa sobre un mar en calma,

en busca del consuelo del Señor

para mi dócil corazón y mi alma.

 

 

 ASEOS  NOCTURNOS

 

En las noches de verano, soy dado

a paseos laxantes por el campo,

y me siento más hombre, más dotado,

ante tanta grandeza y tanto encanto.

 

El silencio se rompe con la brisa

Y algún grillo con su ameno chirriar.

Caminando a paso lento, sin prisa,

voy haciendo camino al caminar.

 

Y mi sombra por la luna esbozada,

me acompaña al largo de mi camino.

Mi sombra, que camina avergonzada

de mí mismo, es prueba de mi destino.

 

De cuando en cuando, paro y miro al cielo,

y siento una felicidad serena.

Me enternece el cielo y me encanta verlo

con su lúcido azul en luna llena.

 

Mis paseos en noches de verano,

son purgas para mi fatalidad.

Caminando, me escapo del engaño

y mi sombra arropa mi soledad.

 

 

 LA MUJER

 

Sin duda, que Dios creó la mujer

para sumisamente procrear,

y al hombre, el misterioso deber

de producir, proteger y amar.

 

Pero los tiempos cambiaron tanto,

que hoy en día todo es diferente;

la mujer abusa con su encanto,

y el hombre se acopla complaciente.

 

¿Qué mayor riqueza puede haber

que un hogar formado con candor,

por el hombre, los hijos y mujer,

Juntos por Dios y por el amor.

 

La mujer ya no ama, se encapricha

según la circunstancia y el varón,

y con los caprichos, la desdicha

se junta a ellos y rompe la unión.

 

Los hombres como lobos hambrientos,

se lanzan en busca del placer,

y ellas, bellos cuerpos sugerentes

se dejan a gusto convencer.

 

El hombre, animal usurpador,

desmorona el amor con su usura.

Ignora, que  jugando al amor,

está jugando con su ventura.

 

  mujer, que fuera la ilusión

en hogar por amor concebido,

es hoy con su falsa seducción

la creadora del amor prohibido.

 

¡Mujeres!... Madres de la impudicia

en barras y barrios marginados,

que venden su cuerpo por codicia

a hombres viciosos degenerados.

 

A ti mujer madre y procreadora,

que luchas por tu hogar con honor,

te pido, sigas halagadora

con tu hombre, tus hijos y tu amor.

 

 

 EN LA  SOLEDAD

 

Albergado por la soledad,

poco a poco pierdo la razón.

Es mi cariño, el arduo dolor

que quema y abrasa mi corazón,

cuando soy ante la realidad

rabiosa fantasía de amor.

 

¿Dónde están los cobardes amigos,

que venden mi amistad por traición?

¿Dónde está vuestra fidelidad?

Devolved la vida a un corazón,

que agobiado por vuestros castigos

está muriendo en la soledad.

 

¿Qué es el amor, para un poeta triste

que vaguea en busca del Eterno?

Un camino por la ambigüedad

hacia el corazón partido y enfermo

que ya no palpita, apenas subsiste

ante su muerte en la soledad.

 

¡Mundo!... ¡Vida!.... Confusa ilusión

para el hombre que es desventurado

en el amor, la suerte y amistad.

El mundo es nada y la vida, es fado

que se ahoga al callar su corazón,

para poetizar en la eternidad.

 

 

 PITAFIO

 

bajo ésta lápida oscura e indolente,

sólo yacen los restos de mi materia.

Restos de un cuerpo que fuera miseria,

e ignorancia, ante el saber de la gente.

 

Mirad ésta tumba y tomad ejemplo

de su inquilino; en vida un presumido,

ambicioso, intolerante y lascivo;

amo de su mundo y señor del tiempo.

 

Pero un día, el tiempo lo dominó

y su cuerpo impotente, se abatió

ante la prepotencia del más fuerte.

 

Aquí, solamente hay restos de un cuerpo,

abatido por las leyes del muerto,

Justiciado por la macabra muerte.

 

 

 OS SUEÑOS… SUEÑOS SON

 

Soñé ser un gran poeta… un iluminado.

Y escribí miles de versos primorosos

en aquellos años de hambre, y que era esclavo

del caciquismo, de los más poderosos.

 

Soñé escribir poemas como Machado,

con versos de penetrante inspiración,

en los años que mi espíritu era dado

al infortunio, al amor y a la emoción.

 

A la luna inspiradora, le escribí

sutiles poemas a la vida y al amor.

Versifiqué con destreza y frenesí

a los ríos, los árboles y a la flor.

 

Pero los años, con sus vicisitudes,

sofocaron mi poética inspiración,

avivando en mis degradantes virtudes,

el desamor, fuente de mi inspiración.

 

La luna, que fue zarpada por el hombre,

dejó de ser mi mítica inspiradora,

los ríos intoxicados la hecatombe,

y mi inspiración se tornó desertora.

 

Los montes calcinados, negros desiertos,

causan sobresalto al más neurasténico.

Las grandes ciudades y pueblos, son guetos

de robos, y el hombre es un mal anémico.

 

 nte tan infausto evento, mi demencia

desdibuja la auténtica realidad,

embruteciendo mi frágil existencia

con poemas sin alma, hechos con vaguedad.

 

Mis versos, son lágrimas con sentimiento,

gotas de sangre de un frágil corazón.

Son gritos de amor llevados por el viento

allá adonde aún hoy, vive mi leal pasión.

 

Si las circunstancias varían mi suerte,

La naturaleza transforma mi cuerpo.

Si polvo voy a ser, después de mi muerte,

¿Qué ápice me quedará después de muerto?

 

 

 MI  PENSAMIENTO

 

Vivo como la paloma perdida

en alto vuelo sin orientación.

Busco el rumbo a la dichosa guarida,

dónde aún palpita el dulce corazón

de aquella que me dio amor y vida.

 

Volando, agitado por la ventisca,

vuelo propulsado por la ilusión.

Y noche tras noche, en la oscuridad,

al abrigo de sueños engañosos,

vuelo sobre una nube de ansiedad,

para llegar donde besos son gozos,

y los rencores son hostilidad.

 

A mis brazos te entregaste llorando.

fui muy feliz, pero estaba soñando.

Te esperaré, como esperan las flores

al amanecer de la primavera,

para darte el amor de mis amores,

que llevo en mi sangre aventurera,

como prueba y premio de mis dolores.

 

 

 TRA NAVIDAD EN MI ALCOBA

 

Otra noche sin luna ni estrellas,

recluido en mi alcoba solitaria

entre espectros de una vida muerta.

Todo es silencio en mi alcoba, abierta

a las penas; son solamente ellas

el ánimo a una vida precaria.

 

Mi alcoba es silencio nauseabundo

Qué humilla mi personalidad.

Una alcoba fría y tenebrosa

Donde la soledad perniciosa

Anubla mi vida en este mundo

Para conducirme a la irrealidad.

 

Mi alcoba es un mundo sin presencia,

Insegura, fría y silenciosa.

Tan sólo el quejido lastimoso

De un corazón frío y pesaroso,

Quebranta con su amarga dolencia

El frío silencio de mi alcoba.

 

En mi alcoba, no hay noche ni día.

No hay nada que me sirva calor.

Es una alcoba fría y siniestra,

Una tumba que sólo se presta

A sueños de amor en fantasía:

Una alcoba de muerte y dolor. 

 

 

RECORDANDO EL PASADO

 

Deja que te recuerde en la distancia,

para que mis penas sean más leves.

Deja que se me acerque tu fragancia

para qué se me encurte la distancia,

y pueda así saber, cuánto padeces.

 

Deja que mi lamento llegue a ti

como llegan a mí tus aflicciones.

Deja amor mío, que perdure en mí

todo ese amor que por celos perdí,

aunque padezcan nuestros corazones.

 

Deja que nos invada la ignorancia

y se consuman nuestros resquemores,

para que toda ésta amarga distancia,

que nació del celo y la petulancia,

desemboque en la mar de los amores.

 

Deja amor mío, que exprese en mi poema

el dolor que invade mi corazón.

Mi vida sin tu amor es un dilema,

para un corazón que sufre de pena

por la distancia y falta de razón.

 

Que amor, amor mío, es ilimitado;

no tiene límites ni restricciones;

el amor que nos fuera consagrado,

jamás nos podrá ser arrebatado,

mientras palpiten nuestros corazones.

 

 Unidos por Dios, dimos vida y amor,

a tres perlas creadas con sufrimiento.

Con esfuerzo y titánico valor,

   creamos treinta y tres años de candor,

 y en días, con nuestro temperamento,

olvidamos la promesa de amor.

Por ti amor mío, cuanto sufro y siento.

 

 

 LLANTO NAVIDEÑO

 

Hay una estrella en el cielo brillando,

ésta fría noche de navidad,

y en mi corazón, hay tristeza y llanto

por mi desventura y mi soledad.

 

Suenan las campanas, comunicando

la llegada del Niño Redentor,

mientras en mi alcoba, llorando, canto

villancicos al Niño, por amor.

 

Oigo la diversión de mis vecinos,

propagando su virtuosa alegría,

mientras yo, descorcho recuerdos mohínos

del envase de mi melancolía.

 

De cuando en cuando, un extraño sonido,

sobresalta mi débil corazón,

pensando en algún sujeto querido,

que venga a apaciguar mi situación.

 

Ilusiones vanas de un amor, finado

por las manos de la fatalidad.

¡Cuán triste es, sentirte desamparado

ésta fría noche de navidad!

 

En  mi alcoba, añorando mi pasado,

bebo la bilis de mi soledad,

con un brindis al poeta desgraciado,

en ésta desdichada navidad.

 

Brindo por vos, ¡Oh indigente errante!,

Por ti, ¡Oh hijo de la fatalidad!

Con la hiel que se extiende por mi sangre

En ésta desdichada navidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿QUÉ BUSCAS CAMINANTE?

 

-¿Adónde vas caminante?

¿Qué buscas en tu camino?-

-Huyo del pueblo aberrante,

en busca de otro destino.-

 

-¿Qué queja tienes del pueblo

qué te diera pan y amor?-

-El pan, fue sólo consuelo

Y el amor, un desespero

que me arrastró al dolor.-

 

-¡Por lo que hablas, forastero,

te venció la cobardía!-

-Me venció el desespero

y aquél amor traicionero

que murió con mi alegría.-

 

-¿Adónde vas caminante?

¿Qué buscas en tu camino?-

-Busco la tierra distante

adónde vive mi amante,

señora de mi destino.-

 

-¿De qué amante estás hablando?

¿De algún amor encubierto?-

Aquél pobre hombre, llorando

me respondió: -voy buscando

la vida, después de muerto.

 

 ue allá en un mundo distante,

dónde sólo hay paz y amor,

vive mi sagrada amante,

la mujer más abundante

en cariño, entrega y amor.-

 

-Y quién es esa mujer?

¿Dónde está?, ¿puedo saberlo?-

-Fue mi madre y mí valer,

quien me anunció al morir,

que me esperaba en el Cielo.-

 

-Bendito eres caminante,

ojalá puedas llegar

adónde puedas hallar

tu amada y deseada amante,

para a cara descubierta,

cantarle con voz de poeta,

Tu poema del caminante.-

 

 

 DESTERRADO YO?... ¿POR QUÉ?

 

Desterrado sin un juicio objetivo,

de la tierra qué fuera mí querer,

me da nostalgia y pena dónde vivo.

Mi  corazón lastimado y partido,

perdió la esperanza de allá volver.

 

Entre mis amores y amigos leales,

dejé la sospecha de mi pecado.

por la sospecha, madre de mis males,

y mi alegato con nobles ideales,

de mi amada Zamora fui expulsado.

 

Dura condena para un ser humano

que sólo esparciera amor y lealtad,

entre el noble y leal pueblo zamorano.

Me duele haber extendido mi mano

a quién me robara la dignidad.

 

Llegué a estas tierras ilusionado

en busca la fortuna y el amor,

pero aquí, solamente he encontrado

el desprecio, el infundio y el desamor.

 

trabajé desinteresadamente

por razones sociales conocidas;

sufrí por los dolores de la gente

Y alenté con ilusión muchas vidas.

 

 Ayudé y defendí los marginados

trabajando para su integración;

estuve siempre con los apenados,

y  doné a Zamora mi corazón.

 

Allá adónde vaya, haré saber

de vuestro sentimiento despiadado,

sin lastimar mí sincero querer

por la ciudad que tanto amo y he amado.

 

De ti,  mi amada Zamora, diré

que fuiste placidez a mi dolor;

la feliz estancia, adónde encontré

el resquemor popular y el amor.

 

Fue contigo que aprendí a caminar

con desprendimiento, lealtad y honor,

llenando de bienes mi humilde hogar

con mi trabajo, libertad y amor.

 

Bendita seas tú, Zamora amada,

por lo mucho qué me diste y das ahora,

que aunque los miserables hagan gala

de su maldad, yo amaré Zamora.

 

 

INFUNDIOS POPULARES

 

Busco un lugar en ésta llanura,

dónde esconder mis penas mortales.

¡Cuánta desgracia!... ¡Cuánta perjura

lanzáis contra mis castos ideales!

 

Decís que soy un estafador;

que os engaño sin remordimiento;

que me doy con pasión al amor

y soy efímero como el viento.

 

Maldito sentido de maldad

de gente perversa y desjuiciada,

que dudan de mi moralidad

sin causa alguna justificada.

 

Me duelen estos juicios malvados,

porque soy una persona honrada.

¡Cuánta afrenta sufren los honrados

con el infundio de la palabra.

 

Llegué aquí muy ilusionado

buscando la fortuna y el amor,

pero aquí, solamente he encontrado

el desprecio, el infundio y el rencor.

 

Luché desinteresadamente

por causas por todos conocidas;

sufrí con las penas de la gente

y alenté con amor muchas vidas.

 

Luché y defendí los marginados,

trabajando por su integración,

os dejo mis poemas apenados

por el dolor de mi corazón.

 

Allá donde vaya, haré saber

de vuestro corazón despiadado,

sin mermar mí sincero querer

por la ciudad que tanto he amado.

 

De ti, amada Zamora, diré,

que fuiste sosiego a mi dolor,

Feliz estancia, donde encontré

La envidia popular y el amor

 

Contigo aprendí a caminar

Con formalidad, lealtad y honor,

Enriqueciendo mi humilde hogar

Con trabajo, libertad y amor.

 

Bendita seas Zamora amada

Por qué fuiste y lo que eres ahora.

Aunque los perversos hagan gala

De su maldad, yo amaré Zamora.

 

 

¿ES ESTO AMOR?

 

Cuando me acuesto, estoy pensando en ti;

durante la noche, sueño contigo;

despierto con tu imagen junto a mí,

y por el día, te tengo conmigo.

 

De noche y día te tengo conmigo.

Lo debo a este sufrimiento de amor.

Bendito sea este grato castigo

que mitiga mi salvaje dolor.

 

Eres mía, porque sueño contigo,

y porque soñando siento el calor

de tus besos, que aplacan mi castigo

y dan vida a mi romance de amor.

 

Si vivo es porque te tengo conmigo,

si sufro es porque me amarga el dolor.

Dime amor: ¿Sufriendo con tu castigo

puede el tiempo consumar este amor?

 

 

LA VENTURA DE SER AMADO

 

Bendita la ventura mía

por tener tu amor otro día

y ver tu corazón en candor.

Soy feliz por tu ardiente boca

que se vuelve ferviente y loca

con mis locos besos de amor.

 

Bendita tu limpia morada

que excita mi cuerpo con nada,

con esa dulzura y frescor,

que mi corazón exaltado,

soñando tenerte a su lado

tan sólo respira tu amor.

 

Porque eres así generosa,

mi vida se hace poderosa

ante el miedo a la soledad.

Porque soñando soy señor

de la grandeza de este amor

que vive por necesidad.   

 

 

EVOCANDO UN AMOR MUERTO

 

Aquella tarde, cuando me abandonaste,

mi corazón se marchitó para siempre.

Dejé de ser aquél hombre complaciente,

aquél ser alegre que tanto admiraste.

 

Dejé de creer en la esencia de la vida,

que es el amor fecundado con amor,

para entregarme a la vil y presumida

forma de vivir sin juicio ni pudor.

 

Años pasaron, mi corazón invoca

aquellos años de nuestra convivencia,

aquél amor brotado de la inocencia,

aquella nuestra juventud viva y loca.

 

¿por qué el amor tiene que morir un día?

¿Por qué tengo que ser lo no haber sido,

si mi corazón siempre ha pertenecido

a tu vida y tu vida a mí alevosía?

 

Pasaron años, y mi mente despierta,

te recuerda a la sombra del desespero,

queriendo dar vida a una vida ya muerta,

queriendo renacer un amor ya muerto.   

 

 

QUERIDA NOELIA

 

Emocionado, mi corazón se alteró,

abrasando con su pasión mi interior.

Una lágrima, sobre mí poema cayó,

recordándote en la distancia con amor.

 

Llorando besé tu foto, emocionado,

con la felicidad abrasando mi piel,

complaciéndome con tu sonriso abnegado

y tu dulce mirada de sabor a miel.

 

Gracias reina mía, por me haberes dado

tu afecto para calmar mí necesidad,

ahora, cuando mi corazón frágil y cansado,

ni evocaba, ni vivía la navidad.

 

Orgulloso, por la nieta, más agraciada

en belleza y nobles sentimientos humanos,

me siento alagado y feliz con tu consuelo,

prometiéndote que tendré ésta navidad

en mi recuerdo, a ti y a tu buena mamá

con el cariño, ternura y amor de un abuelo.  

 

 

CONSCIENTE DE MI ALEVOSÍA

 

Me voy, sin saber adónde voy

y ni siquiera sé adónde ir;

y todo ello, porque adónde estoy,

mi corazón no puede vivir.

 

Me voy, sin saber qué voy buscando,

con ésta inesperada partida;

quizás piense silenciar mi llanto

allá, donde la dicha no es vida.

 

Me voy dejando tu corazón

vacío de pasión y alegría,

al saberme vacío de pasión

y consciente de mi alevosía.

 

Me voy buscando la soledad

y no huyendo de tu compañía,

porque siempre te amé de verdad,

aunque esclavo de mí alevosía.  

 

 

MÍTICOS  SUEÑOS

 

Mi llanto, es tan sólo mi desespero,

por no ser lo que debiera haber sido;

por no saber estimar lo que hoy quiero,

ni defender aquél amor perdido.

 

Halagado por amables recuerdos

Y dichosos sueños trasnochadores,

me ahogan de pánico miles miedos,

me excitan el alma, miles de amores.

 

Recibo tu desdén con rabia y pena,

por no saber lo que piensas y quieres;

si amor es eso, una ficción moderna,

¿Qué se puede esperar de las mujeres?

 

Dolido por el castigo del tiempo,

en mis sueños, doy vida a mi pasado.

Cuando el hambre, la lluvia, el frío y el viento

me agasajaban con el triste fado.

 

Callando mis penas con el amor

que aún subsiste en mi triste corazón,

en largas noches, calmo mi dolor

soñando con tu amor y tu perdón.  

 

 

SÓLO TE PIDO AMOR

 

Tengo miedo, mucho miedo, saberte

alejada de mi nerviosa vida.

Miedo de tu orgullo, miedo a perderte

ante el depredador y su mentira.

 

Con mi grito, quiero romper el cielo,

adónde el amor medra y se propaga,

para que tu corazón pueda verlo,

y mi existencia se sienta halagada.

 

Con mi corazón por ti prisionero,

postrado a tus pies, apenado quiero

pedirte compasión por mi dolor.

 

Si  eres humilde y tu soberbia vences,

No debes callar el amor que sientes,

Al hombre que sólo te pide amor. 

 

 

DEJAD QUÉ ME MUERA

 

Dejad que me muera vagueando,

como vagué toda mi vida,

para callar el oscuro llanto

de una existencia malherida.

 

Dejad que muy plácidamente

me encuentre con la oscuridad,

para qué muriendo mi mente,

yo no pueda ver la eternidad.

 

Dejad que vaya lentamente

de vuestras mentes afligidas,

el poeta apasionado y ardiente

que escribió con letras vaídas.

 

Dejad que en esta helada noche,

me encuentre con la realidad

de ésta vida cruel y fantoche,

camino de la eternidad.

 

Dejad que muera en paz mi cuerpo,

para que mi alma tome vida,

allá donde el incierto es cierto

y la virtud, agradecida.

 

Dejad que me muera pensando,

para qué siga recordando

con llanto, mí sufrido amor.

 ejad que naveguen conmigo

mis penas, angustias y llanto,

para qué soñando contigo,

allá muerte, te siga amando.  

 

 

QUIERO  SABER

 

Quiero saber, ¿Por qué es fuego el amor?

¿Por qué es sencillo siendo apasionado?

¿Por qué siendo cariñoso, es dolor

para el hombre que locamente ha amado?

 

¿Por qué hace sufrir a los corazones

enfermos por el mal de la pasión?

¿Ese amor cedido sin condiciones

que lleva el hombre a perder su razón?

 

Quiero saber, ¿Por qué siendo tu esclavo

dejaste que el destino depravado

me trajera a este mundo de dolor?

 

Quiero saber, ¿Por qué siendo bondad

me castigaste con la soledad,

sabiendo que mi vida es sólo amor?  

 

 

NUESTRO ÚLTIMO ENCUENTRO

 

Aún siento en mis mejillas, el beso

que me diste aquella hermosa tarde.

Un saludo entre el valor y el miedo,

sólo eso. Un beso para el recuerdo,

recordando el amor y sosiego,

que yo destruyera con mi maldad.

 

Me preguntaste se aún recordaba

nuestra vida de amor tolerante;

te dije que el amor no se acaba,

si es puro y bello como el diamante.

Se ruborizó tu linda cara,

lloré de pena, em aquél instante.

 

Me di cuenta de tu agitación

y me sentí alabado con ello.

También tú, oíste mi corazón

latir inquieto. Todo fue bello,

todo pasó… una vaga ilusión.

 

Ya que amor, yo no puedo tenerlo,

Nos despedimos con un saludo,

sin entendernos nuestro dolor.

Por incapacidad quedé mudo,

por rencor, quedó ciego tu amor.   

 

 

UN CANTO AL AMOR

 

¡Amor!... Palabra dulce y melodiosa.

Fantástica dicha al amanecer

de una unión, entre el hombre y la mujer.

Maravilla natural misteriosa.

 

¡Amor!... llama con luz viva y serena,

que excita el alma y calienta la sangre.

Volcán interior que tan sólo expande

pasión ardiente, que te embruja y quema.

 

¡Amor!... Oasis de apacibilidad,

de frescura, aliento, paz y consuelo,

de donde se alimenta el llano pueblo,

para vencer su agria necesidad.

 

¡Amor!... Estímulo para virtuosos,

para apasionados y los sensibles.

Bastón en vida, para los humildes,

Gracia de Dios para los venturosos.

 

¡Amor!... Feliz regalo del Señor

que excita la vida y le da ilusión.

Con el amor se excita el corazón

y se vence la maldad y el rencor.

 

Porque el amor es sosiego y vehemencia

que brota del hondo del corazón,

muy felices y afortunados son,

los que gozan del amor con prudencia.  

 

 

EL  EFÍMERO AYER

 

Acabo de llegar e ya el tiempo

Me hostiga con su recia autoridad.

Acabo de vivir mi mocedad

E ya la vejez en mi cuerpo siento.

 

Fue ayer cuando mis ojos se abrieron

para acoger el color de la vida.

Sin darme cuenta, pasó todo aprisa,

y los colores se me ennegrecieron.

 

Fue ayer, cuando mi vida era un sueño,

y mis sueños, un vergel halagüeño,

adónde disfrutaba con placer.

 

De ese ayer que el voraz tiempo llevó,

sin darme cuenta, sólo me quedó

el recuerdo de un efímero ayer. 

 

 

¡SI  YO  PUDIERA!...

 

Si yo consiguiera hacerme valedor

De la infelicidad y la pobreza,

destruiría el poder y la riqueza,

las clases, la corrupción y el rencor.

 

Formaría ejércitos de hombres leales

al servicio de la justicia humana,

despojando del patrimonio y fama

aquellos que por bienes venden males.

 

Pondría en cada hogar moderación,

sensatez y responsabilidad.

Crearía la auténtica libertad

ajustada al orden y la razón.

 

Impondría al hombre el arte Divino,

haciéndole más hombre, y más humano.

Haría del prójimo nuestro hermano

y de la sensatez, nuestro camino.

 

Calmaría los rudos corazones

con la amarga y dolorosa poesía

de tantos poetas que el destino, un día,

los fusilara por sus convicciones.

 

Si yo consiguiera hacerme valedor

de tantos hermanos que mueren de hambre,

mi corazón, en ese alegre instante

alabaría a Dios por tanto amor. 

 

 

LUCHANDO  POR  EL  OLVIDO

 

Razón tengo para sentir afecto

Por ésta libertad halagadora,

ya que aunque viva sin amor ni techo,

me queda algo, que mi mente desflora.

 

Ya no siento en mi razón, el temor,

que andes buscando por ahí el placer.

Mis celos murieron con el amor,

que tú mataste, aquél amanecer.

 

Siento sí, una nostalgia contenida,

que castiga mi débil corazón,

con los recuerdos de una larga vida

de amor, felicidad y procreación.

 

Son recuerdos que en mi corazón guardo

sin rabia, sin hastío ni rencor,

para que no mueran en mi pasado

como murió aquél infausto amor.  

 

 

UNA TRISTE HISTORIA DE AMOR

 

No sé si recuerdas. Estabas llorando

en el zaguán de aquella cafetería,

empapada hasta los huesos, ocultando

tu bello rostro, aquella tarde de aquél día.

 

Llovía torrencialmente y el frío, hería

la piel. Me acerqué a ti para ayudarte;

no lo sé si por maldad o cortesía,

te invité a que entraras a calentarte.

 

Tus mohínos ojos se clavaron en los míos,

mostrándome tu rabia, enojo y terror;

y todo ello, por los engaños sufridos

y de adulteradas promesas de amor.

 

-“No te asustes, sólo te quiero ayudar”-

te dije con fineza y formalidad;

y tú, tan sólo supiste susurrar,

que los hombres sólo tenemos maldad.

 

Fue entonces, que supe cuánto sufrías

por un pasado de infortunio y dolor,

descubriendo tus dolorosas desdichas

en tu profunda mirada de rencor.

 

Supe después, por qué fuiste desdichada

y de las tantas desgracias que sufriste,

por los abusos de un padre pederasta

y engaños de los amantes que tuviste.

 

Supe de ese pretendiente embaucador

que te obligó a abortar clandestinamente;

aborto furtivo que mató tu amor,

con la ablación y el rechazo de la gente.

 

¿Te acuerdas amor mío?... Ya años pasaron

desde aquél encuentro en la cafetería,

y nuestros corazones, como pactaron,

se siguen amando como el primer día.

 

-“No me recuerdes el pasado, amor mío,

y deja que siga viviendo, soñando.

Si tengo amor por todo cuanto he sufrido,

ayúdame a qué no siga recordando.-“

 

Me respondió ella con melancolía,

queriendo silenciar su dolor aún vivo.

“-Sí amor mío. Desde aquél mágico día

que soy inmensamente feliz contigo.

 

La vida tiene estas soberbias posturas

para suavizarnos el drama y el dolor;

fui la más desgraciada de las criaturas

y soy ahora, la más feliz, con tu amor.

 

Aquél día, querida,  llovía fuerte

y el frío helaba la sangre de tus venas,

mientras yo, que acababa de conocerte,

me emborrachaba para esconder mis penas.

 

¿Por qué silenciar tu penoso pasado,

si fue él que te encaminó a mi guarida?

Deja que feliz, rememore a tu lado

aquél día húmedo y frío de tu vida.

 

Deja amor mío que el lejano dolor

se muera ahogado por mi felicidad,

para que los dos vivamos este amor

con júbilo, por toda la eternidad.

 

-“¡Que sí amor mío!... Callaré tu pasado

para qué no renazca en ti el dolor,

pero, deja que mientras viva a tu lado

ahogue tus tristes recuerdos con mi amor.”-   

 

 

LO QUE HAY EN MI PUEBLO

 

En mi pueblo hay una fuente

que brota agua cristalina;

agua que bebe mi gente,

fuente que mi pueblo estima.

 

En mi pueblo hay un molino

que muele trigo y cebada,

y un lagar para hacer vino

con la uva de la parra.

 

En mi pueblo, hay poco más…

unos cuántos vegetales,

y ramoneando verás

unos cuantos animales.

 

En mi pueblo no hay doctor

ni cura para rezar.

Mi gente cura el dolor

con el vino del lagar.

 

En mi pueblo no hay enfado,

ni vicios que confesar;

llora, cuando canta el fado

y es feliz con su cantar.

 

De la harina del molino,

nace el pan para su mesa,

del lagar les brota el vino,

y del amor su riqueza 

Pocos conocen mi pueblo,

adónde el sol marca el tiempo.

Donde el fado es su consuelo

y su esclavitud, tormento.

 

En mi pueblo hay una fuente

y unas casas con corral,

patrimonio de mi gente,

gente de mi Portugal.

 

 

NUESTRO VIAJE SIN REGRESO                      

 

Aquella tarde de un agosto caliente,

sin rumbo, salimos los dos mar adentro,

en busca de la felicidad ausente,

por no existir entre ambos, entendimiento.

 

Tu barca, pronto alcanzó el puerto deseado,

mientras yo… sigo remando sin saber

donde voy. En sueños estoy a tu lado,

y despierto, sólo deseo volver.

 

Miro el horizonte y se enfría mi mente,

al no ver más que la rabia  misteriosa

de tu odio, hacia mi corazón indigente,

desde ese puerto, donde ahora vives dichosa.

 

Con mis manos firmes, sujeto mis remos,

ante la furia de las olas del mar;

cerrando mis llorosos ojos, enfermos,

en la soledad, me dejo naufragar.

 

Te fuiste como se van los encogidos,

vencidos por desasosiego al amor.

No te sirvieron mis angustiosos gritos

ni la dolorosa furia de mi amor.

 

Tomaste tu barca y te hiciste a la mar

en busca del puerto que tanto deseabas,

dejándome a la deriva, sin pensar

que el amor no muere en los apasionados.

 

Con tu desamparo encontré la razón

de mi nostalgia, de mi dolor y llanto,

para hacer navegable mi corazón

sobre esta brava mar, donde voy remando.

 

Que este amor que alimento en mi corazón,

muera conmigo en ese puerto lejano,

para qué en la eternidad, dé la razón

de este amor apasionado puritano.

 

 

MIS POBRES VERSOS

 

Cuantas veces, leyendo mis pobres versos,

me siento autor de algo disparatado.

Son un conjunto de extremos diversos,

engendrados por un poeta insensato.

 

Mis versos son fríos y pordioseros,

que conforman estrofas aburridas,

manchadas de sangre, por las heridas

abiertas por hábiles marrulleros.

 

Mis versos son tristezas, arropadas

por la autora de todas mis locuras,

son gritos por mis locas aventuras,

 deambuladas en épocas pasadas.

 

Leyendo mis versos, me considero

un poeta sin arte ni vocación,

que escribe halagado por la pasión

de amar, con ansiedad y desespero.

 

Como hojas en otoño, desprendidas

por la fuerza del agitado viento,

son los versos que arranco de mi adentro,

que leyéndolos, curan mis heridas,

 

 

DONDE HAY AMOR, HAY PAZ

 

Adónde hay amor, hay felicidad.

Dónde existe sensatez hay ternura.

El amor es hijo de la bondad,

la tolerancia, hija de la cordura.

 

Si amor tienes, procura conservarlo,

alimentándolo con fe y lealtad.

Vale la pena sufrirlo y suportarlo,

si buscas en él tu felicidad.

 

Dónde hay amor vive la tolerancia

y germina en él la pura fragancia

que modera y sosiega la razón.

 

Donde hay amor, hay una paz inmensa,

hay una fuerza que une, tan intensa,

que exalta el alma y aviva el corazón.

 

 

DOS VIDAS AHOGADAS

 

Se rompen nuestras vidas sin pudor,

llenando nuestra existencia de penas,

sin darnos cuenta que donde hay amor,

no hay manera de romper sus cadenas.

 

En nuestras mentes, aquella ventura

de querernos con rigor y pasión,

yace inerte entre sombras de locura

en el hondo de nuestro corazón.

 

Todo fue sentimiento sin razón.

Muerto tu amor, se murió mi ilusión

de seguir remando sin tener mar.

 

Murieron en mí, pasiones y miedos

de todo aquello. Quedaron recuerdos,

tan sólo recuerdos para evocar.

 

 

LA  CULPA  NO  FUE  MÍA

 

¡Amor mío!... La culpa no fue mía.

Fue tu arrogancia, que sin compasión

jugó con mi inocente corazón,

posesa de la soberbia y la orgía.

 

Me tomaste como un juego cualquiera,

para satisfacer tus ansias locas;

después, sin darme cuenta, nuestras bocas

se dieron a la pasión traicionera.

 

¿Te acuerdas cariño, de aquél amor

que hicimos en aquél primer encuentro?

Excitados por el feliz momento,

callamos todo al nuestro derredor.

 

Mi corazón perdido en el vacío,

mientras gozaba con mi vil orgasmo,

latía alterado, al ver tu sarcasmo

simulando amor hacia este amor mío.

 

Procura ser feliz a tu manera

con esa libertad que tanto anhelas.

pero no vuelvas, deja que mis penas

mueran lejos de tu amistad fulera.

 

Aquél amor que en tiempos me brindabas,

murió ahogado por tu alevosía.

No comentes que la culpa fue mía,

ya que te fuiste, porque no me amabas. 

 

 

LA SOLEDAD

 

Allá, adónde apenas mi vista alcanza,

vive soledad, hija del mutismo

y de la dañina desesperanza,

madre del terror y del fatalismo.

 

Viven en el alto de la montaña,

alejados del triunfo y de la fama;

sólo la tristeza les acompaña,

y la desgracia, su fiel cortesana.

 

Su hogar es un trozo de suciedad

que el tiempo construyó sin fraternidad.

Se alimenta de la necesidad

y tiene por amiga la ansiedad.

 

De noche, sólo la luz de la luna

alumbra su vida fría y callada;

durante el día, tiene la fortuna

de saborear su vida desahuciada.

 

Se emocionan las estrellas de pena,

por su melancolía e indigencia,

y hasta la luna, vive su problema,

escondiendo entre nubes su presencia.

 

Allá lejos, casi palpando el cielo,

vivo con mi penosa soledad,

muy lejos del mundo, para no verlo,

preso por el miedo y la cortedad.

 


LA BELLEZA INTERIOR

 

En algún lugar de Castilla, naciera

un hombre de nombre raro y raro tipo,

que por ser tan raro, por nombre tuviera

“RAREZAS,” aunque culpa suya no fuera,

haber nacido así de feo, y no bonito.

Tan feo era y por tan feo se tenía,

que le daba vergüenza andar por el pueblo,

pero cuando por necesidad salía,

entre sus dos manos su rostro escondía

con su triste mirada puesta en el suelo.

Una tarde, pastoreando su ganado,

tuvo la suerte, de sin ser visto ver,

una chica tomando el sol en el prado,

con su sugestivo cuerpo desnudado

y la expresiva seducción de una mujer.

Un largo rato la estuvo contemplando,

gozando del cuadro que se le ofrecía.

Con la ayuda de su mente, imaginando,

excitado, con su pene fue jugando,

sin retirar la vista de lo que veía.

Pasó buen rato con el falso placer

que producía aquél cuadro alucinador,

viendo la desnudez de aquella mujer,

exponiendo sus encantos, sin saber

que él estaba con ella, haciendo el amor.

Cual su asombro, al ver la chica levantarse,

y a paso lento, caminar a su encuentro.

Por vergüenza, se agachó para ocultarse,

mientras la afable chica, sin inmutarse,

al llegar junto a él, le preguntó sonriendo:

“-¿Por qué te escondes?, ¿Acaso eres miedoso?.

No temas. Tan sólo quiero hablar contigo.”

Recatado el chaval, escondió su rostro,

diciéndole: “perdona… pero tu modo…

no es normal para un tonto y monstruoso chico.”

“Desdichada es la forma en que vives, huyendo

de la vida y toda su felicidad.

¿Acaso la belleza es el elemento

que purifica y engrandece el pensamiento

o que personifique una sociedad?”

El muchacho emocionado y confundido,

con cierto reparo se fue levantando,

exhibiendo un rostro deforme y marchito.

“Como ves, soy muy feo… no soy bonito.”

dijo aturdido mientras se iba mostrando.

“No temas ni te exaltes por mi nudismo.

Al fin… ¿Qué ves?... Un cuerpo finalidad.

En cambio tú, eres la expresión del abismo

donde mi cuerpo aprende a verse a sí mismo

Enriqueciendo mi vida de humildad.”

“No pretendo desasosegar tu amor

que descansa feliz en la oscuridad,

solamente quiero aliviar tu dolor

mostrándote la imagen de mi interior

para qué valores tu felicidad.”

“Dichosa soy por servirte de consuelo

aunque gustaría servirte mejor.”

“No te preocupes, soy dichoso sin serlo

sintiendo el fuego del amor, sin tenerlo,

descubriendo la belleza del amor.”

“Te dejo pues, querido amigo pastor,

con mi moraleja por ti conocida:

no sufras porque no sepas el amor.

Puedes ser feliz y el placer es mayor

si amas tanto a los demás como a tu vida.”

Y aquella chica desnuda, se alejó

del triste y desafortunado pastor.

Con ella, la ilusión del chaval llevó,

con el triste RAREZAS, sólo quedó

La fragancia de aquél sueño, en su interior.

 

 

SIEMPRE SERÁS MI AMOR

 

Estoy esperando a que me abras tu vida,

para saber mi dura realidad.

No quiero pensarte como perdida,

porque te deseo con ansiedad.

 

Con mi llanto, quiero llegar al cielo

de los sueños imposibles. Tomar

del desamor, la facultad de amar,

para qué sientas mi amor sin tenerlo.

 

Con mi corazón por ti prisionero,

postrado a tus pies apenado, quiero

pedirte compasión por mi dolor.

 

Si eres humilde y tu soberbia vences,

no puedes callar el amor que sientes

dentro de ti, porque tú eres mi amor. 

 

 

NOCHES  DE  AMOR

 

Siempre que miro al cielo en noches de luna,

Me acuerdo de aquellas noches estrelladas,

cuando los dos, paseando de manos dadas

al borde de aquella agradable laguna,

nos emocionábamos con tanto encanto.

 

¿Te acuerdas amor mío?... Nos quedábamos

mirando la limpia agua de la laguna,

donde plasmaba la romántica luna

nuestras siluetas. Nos excitaba tanto,

que al final, casi siempre, terminábamos

con nuestro loco amor, desafiando el cielo.

 

Aquella laguna, fuente de la vida,

era el edén de amor y tranquilidad,

donde reprimíamos nuestra ansiedad

con profundos besos y a la despedida,

bajo la luz de la romántica luna,

nos despedíamos de aquella laguna,

con el amor con que el amor crea vida.

 

 

LIBRES COMO EL VIENTO

 

Nos conocimos, cuando aún el tiempo

no computaba para nosotros.

Éramos simplemente unos locos

chiquillos, tan libres como el viento.

 

Nuestras mentes empequeñecidas

por la edad y nuestra inexperiencia,

evidenciaban nuestra inocencia

dando candidez a nuestras vidas.

 

Jugábamos al amor prohibido

sin saber lo que significaba;

era a mí, a quien siempre tocaba

jugar con tu cuerpo seducido.

 

Inocentes juegos al albor

de nuestra juventud zalamera,

que fueron abriendo la vereda

que nos llevara al cándido amor.

 

Jugábamos juegos de mayores,

deseando que nos corriera el tiempo,

sin pensar, que con cada momento,

morían nuestros ratos mejores.

 

El tiempo pasó y nos casamos,

y dimos vida a otras nuevas vidas,

con las dádivas y las premisas,

de aquél amor que ambos fabricamos.

 

Pasaron los años y con ellos,

se fue fortaleciendo ese amor,

que nasciera del juego, al albor

de una juventud llena de ensueños.

 

Nos conocimos cuando aún el tiempo

no interesaba para nosotros,

pero hoy, perseguimos como locos

volver a ser libres como el viento.     

 

 

MORIR  SOÑANDO

 

Dejad qué me muera soñando

como soñé toda mi vida,

para callar el agrio llanto

de una existencia malherida.

 

Dejad que muy tranquilamente

me encuentre con la oscuridad,

para qué muriendo, mi mente,

se encuentre con la eternidad.

 

Dejad que vaya lentamente

de vuestras mentes afligidas,

el hombre apasionado y ardiente,

que os escribe tiernas poesías.

 

Dejad que con mi fe, soñando,

me encuentre con la realidad,

para qué, mientras voy andando,

vaya haciendo mi eternidad.

 

Dejad que muera en paz mi cuerpo

para qué mi alma tome vida

allá donde el incierto es cierto

y la muerte innova la vida.

 

 

POR  AMARTE  TANTO

 

Por amarte tanto, mi corazón

quemó mi mente con fuego de celos;

agravios que no quisiera tenerlos,

férreo reto de tu injusta traición.

 

Por amarte tanto, soy apocado

ante tus amenazas y arrogancia;

porque pienso que amor es tolerancia

y la aversión, amor enmascarado.

 

Por amarte tanto, sufro y tolero

tus impertinencias con desespero,

avasallado por mi loco amor.

 

Callo mis penas, silencio mi llanto,

porque soy feliz amándote tanto,

aunque me aleje de ti, tu rencor.

 

 

 EL  DÍA  QUE  ME  LLAMASTE

 

Me llamaste y fui a verte.

¡Cual dicha mía, amor mío!

al ser feliz, por tenerte

eternamente conmigo.

 

Me buscaste y te encontré,

y ambos fuimos muy dichosos.

Con tu corazón lloré,

por ti, lloraron mis ojos.

 

No sabía se soñaba

o se había enloquecido;

sólo sé que consolaba

verte y tenerte conmigo.

 

¡Cuán grandioso es el amor

cuando deseas tenerlo!

Con tu encuentro, mi dolor

se hizo agradable consuelo.

 

 

 EN BUSCA DE TU AMOR

 

Subí al alto de la colina,

aquella tarde placentera,

en busca de aquella que fuera

el único amor de mi vida.

 

Apenas una sombra al lejos,

a mucha pena distinguía.

Una vaga ilusión baldía,

qué adulteraba mis deseos.

 

Violé el silencio, gritando

su nombre con gran energía,

pero el eco, me devolvía

su nombre con ritmo de llanto.

 

Bajé la colina llorando,

muy triste por no encontrarte,

con fe, en que en alguna parte

te encontraría, caminando.

 

No volví más a esa colina

por nostalgia, orgullo y temor;

con miedo a tu fallido amor

y por mucho miedo a ti misma.

 

Todos días, por la mañana,

en busca de ese amor perdido,

miro ese monte del olvido

desde el hueco de mi ventana.

 

 En sueños te llamo aturdido

por tus gemidos de dolor,

que vuelan cargados de amor

en ese monte del olvido.

 

Convencido de mi destino,

ya no doy a mis sueños vida,

sólo tristeza en mi alma anida

por haber hecho este camino.

 

Amargado por el dolor

de no sentir en mí tu estima,

maldigo esa aciaga colina

donde te escondes de mi amor.

 

Porque te escondes, mi alma gana

el consuelo de la aflicción,

que va ahogando mi corazón

mientras miro por mi ventana.

 

Subí aquél monte del dolor

con la ilusión de estar contigo,

pero tu odio como castigo,

cegó mis deseos de amor.

 

En vano te sigo buscando

por esa colina lejana,

con poemas desde mi ventana,

que en silencio te voy cantando.

 

 

 E DIRÉ CON ESTE POEMA

 

Deja que con este poema diga,

lo cuanto mi corazón aspira,

cuanto mi vida por ti mendiga

y cuanto mi alma por ti suspira.

 

Mi corazón es un torbellino

de pensamientos provocadores,

tentando descubrir mi destino

en la maraña de tus amores.

 

Te escabullas de mí sin razones,

alegando mis impertinencias

hacia ti; aludiendo mis traiciones

de amor, con fingidas evidencias.

 

Convencido de que tu intención

no es ni será olvidar mi existencia,

sigo animando mi corazón

a amarte, aun sin tener tu presencia

 

Deja que te diga con mi poema

lo cuanto estoy sufriendo por ti,

para que tu vehemencia enferma

no rechace este amor que hay en mí.

 

No pretendo que vengas llorando

con sensiblería y contrición.

Sólo te pido, ahogues este llanto

que amaga mi pobre corazón.

 

 Mi espíritu, hostil conmigo mismo,

se bate al hilo de sus deseos;

tu desamor y mi pesimismo

son la causa de mis devaneos.

 

Te pregunto amor: ¿No es convincente

este querer hecho sin traición?

Siendo así, deja que mi amor entre

en tu fascinante corazón.

 

Deja amor mío que con el tiempo,

se fortalezca este amor en pena,

para qué renazca el sentimiento

que pide este apasionado poema.

 

 

 POR  LOS SENDEROS DE  VALORIO

 

Paseaba en silencio, Valorio adentro,

aquella mañana de primavera,

entretenido con mi pensamiento,

dando vida a alguna absurda quimera.

 

De la sabia y humilde naturaleza,

gozaba feliz, aquella mañana,

respirando la peculiar pureza

del aire y sublimidad zamorana.

 

Entre la espesura de su arboleda,

la luz solar entraba en la alameda,

formando un tapiz de luz y frescor.

 

El silencio y armonía del lugar

inspiraban mi mente, para idear

apasionadas poesías de amor.

 

 

 LA  CATEDRAL  DE  ZAMORA

 

Baluarte de una ciudad olvidada,

durmiendo a orillas del mítico Duero.

Entre murallas y el crucial recuerdo

de una épica crónica apasionada

que quiso Dios, fuera tierra sagrada

para un pueblo que admiro y venero.

 

San Atilano desde su obispado

dijo: “ésta es la casa de mí Señor

que a través de los siglos, con fervor,

el noble zamorano bien amado,

honrará con su fe y sagaz valor

su Dios, por todo aquello que le ha dado.”

 

Templo de Dios al zamorano dado

Para su gloria y orgullo personal,

Donde el arte románico, tallado

Por las manos del castellano leal,

Expone la fe de un pueblo afamado

Por sus murallas y su catedral.

 

 

  OFRENDA  NUPCIAL

 

Dejad hijos míos, que en la distancia

del tiempo, ya por mí caminado,

 os muestre el sendero a caminar,

para que ambos podáis alcanzar

la agradable y apreciada fragancia

de un mañana fausto y sosegado.

 

Que se rompan silencios absurdos

y, se ahoguen las rabias contenidas

en tiempos de vuestras largas vidas.

Sea vuestra virtud la paciencia,

librando el silencio de los sordos

con gestos y palabras tranquilas.

 

Qué florezca en vuestros corazones

el honor del auténtico amor,

para qué alcancéis la sencillez

como apoyo y pudor a la vez.

Para que en vuestro lar, las pasiones

sean  paz y amor sin condiciones.

 

Que se feliz soy por veros felices,

más feliz seré veros caminar

hacia al fin, a paso placentero.

Sabiendo que no hay mejor sendero

para conservar vivas las raíces

de aquellos que os enseñaron a amar.

 

Llenando vuestro hogar de luz y calor

para que seáis sumamente dichosos,

en los momentos felices y hermosos

que florezcan de una cálida brisa

al amparo de vuestro ardiente amor.

 

 

 PLEGARIA DE UNA MADRE

 

¡Dios mío!....

Soy tan humilde, que tan sólo sé  rezar.

Me siento tan poca cosa ante tu grandeza,

que humildemente, ante Ti pongo mi vileza,

con mi sufrimiento y mi manera de amar.

 

Porque todo ves, debes recordar Señor

Cuando aquella mañana terrible y fatal,

Tuve que ingresar urgente en el hospital

Por las contracciones mezcladas con dolor.

¡Mezcla del dolor humano con el sublime!

El sublime, era la dulce y feliz espera

que compensa los dolores de la primera

y a la alma coraje y sacrificio le imprime.

 

Por voluntad Tuya, mi amado y gran Señor,

una madrugada llegó el dulce momento;

momento anhelado que se volvió tormento

para mi vida afectada por el dolor.

-¡Cálmate mi vida!... Será como querías.-

Dijo mi marido para darme consuelo.

-Será una niña muy agraciada y buena.

¡Verás!... Será tan guapa y lista nuestra nena,

que dirán haber nascido un Ángel del Cielo,

Y te hará muy feliz el resto de tus días.

 

 Tengo miedo.- Balbuceé, -¿No has oído el doctor?

¡Qué es imprescindible practicar la cesárea!

Hay mucho riesgo cariño, por eso temo.-

-¡Olvida!...- contestó el marido, -el enfermo

no debe ser así. Busca esa extraordinaria

confianza, que siempre tuviste en el Señor.-

 

¡Y fue así Dios mío!.... ¡Lo mal que lo pasé!

¿Y quién soy yo para juzgar las circunstancias?

¡Pero!... ¿Te acuerdas Señor de la negligencia?

Cuando cambiaban de guardia, la mi presencia

no ha agradado al doctor. ¡Pero… sin jactancia!...

Si llegué a aquella hora, ¿Por qué?... Yo no lo sé.

 

La naturaleza nunca supo de horarios.

Nuestros cuerpos no son objetos programados.

¡En fin!... En tu Divina Omnipotencia están

todas esas horas que de mí no se van.

Momentos dolorosos de miedo cargados.

Terror crispado en mis juicios estrafalarios.

 

Y llegué a ver esos fórceps, que aplastaron

la frágil cabecita de dulce criatura.

Observé con pena sus sienes magullados;

sus macabros ojitos de sangre inundados.

desde entonces, sus ojos son magulladura

de esos fórceps, que marginada la dejaron.

 

 Después de cinco años, ¡Qué bueno eres Dios mío!...

¡Cuando quieres, haces prodigiosos milagros!

Empezó mi niña a andar. ¿Gran felicidad

floreció en mi hogar. Sólo tu grandiosidad

permite que esto suceda. ¡Que buenos ratos

nos hizo pasar de buena dicha, este crío!...

 

Pero un día, Tú has querido mi buen Señor,

que volviera el dolor y tristeza a mi hogar.

Mi niño, por lo que fuera, volvió a ser

aquél cuerpo inactivo que fuera al nacer,

cuando disfrutaba feliz, presto a alcanzar

la gloria y el placer de descubrir el amor.

 

Entre médico y médico, fuimos gastando

todo cuanto teníamos, dinero y amor.

La sociedad no ha dejado abandonados

con un ser querido, destrozado en nuestros brazos,

sin más esperanza que tu bondad, ¡Señor!...

De rodillas te pido que escuches mi llanto.

 

Que se callen Señor, de hablar de los excluidos,

los médicos, políticos y sociedad.

Que se callen todos, que me provocan tedio.

Tú Señor, sólo Tú podrás darme el remedio.

Porque solamente Tú encarnas la verdad,

tan sólo Tú mi Señor, puedes ayudarnos.

 

 Si es voluntad tuya que así sea la vida

de mi niño, acepto tu santa voluntad.

¡Pero… Señor!... Inspira nuestros dirigentes

para que este niño y tantos inocentes

alcancen su integración en la sociedad

para que su existencia sea humana y digna.

 

Que Tú mi Señor, sabes bien de mi dolor.

Rogándote tu perdón sin haber pecado,

no dejes Señor que la fe que tengo en Ti,

la pierda, por confirmar que no estás en mí,

sólo porque mi niño fuera condenado

antes de mi parto de sufrimiento y amor.

 

 

MI  SONATA  AL  DESPERTAR

 

Con evocarte, no adelanto nada.

Será una apetencia sin paladar.

Prefiero cantarte una serenata

para conmocionar tu despertar.

 

Aquella serenata inoportuna

al despertarse de un sereno sueño,

ante la paz de la luciente luna

al amanecer de un día halagüeño.

 

Aquella serenata cadenciosa

que te hacía sonreír tiernamente

oculta atrás de la cortina rosa,

qué escondía tu cuerpo incandescente.

 

Evocándote no adelanto nada.

Yo sé que no me quieres recordar.

Escucha al menos ésta serenata,

ahora, cuando acabas de despertar.

 

 

ME DUELE EN EL ALMA

 

Veo consumiéndose mi vida

minada por falta de amor.

Distraigo y consuelo mi dolor

con la reminiscencia perdida

de una infancia forjada al albor

del hambre y de la guerra suicida.

 

Me acuerdo de mis manos sangrando

Cubiertas por crueles sabañones,

Y mis sensibles pies agrietando

Por atajuelos sin ilusiones,

por donde camino, pero no ando,

Señalado por mis convicciones.

 

Recuerdo mis amigos de infancia,

Jugando sin peonza ni balón;

Aquella niñez sin abundancia

Vagando influido por la ilusión

Supeditado a la intolerancia

De un mundo sin fe ni corazón.


 

 QUERIENDO  VOLAR

 

Estoy queriendo volar entre nubes,

para huir de mis locas extravagancias,

que hicieron desordenarse mi vida,

pero no vuelo. Mi mente enfermiza,

deambula soñando entre rocas y urces,

sitiada por oscuras circunstancias

de una existencia ilusoria, por vida.

 

Estoy queriendo volar y no vuelo.

Me sostiene aprisionado el recuerdo

de aquél amor intenso fracasado;

de aquél amor que fuera de mi lado

sin dejarme una frase de consuelo.

Me oprime su desprecio y su secreto

Que la llevó a haberme abandonado.

 

Estoy queriendo volar y no vuelo,

sujeto a este madero de la vida,

atado por macabros pensamientos

que castigan mi tiempo con tormentos.

Caduco, quiero morir y no muero,

con el propósito de dar salida

a mi vida, mis penas y lamentos.

 

 estoy queriendo volar y no vuelo

atado a ese amor de mi juventud,

que fuera el promotor de estas cadenas

que me atan y martirizan mi cuerpo

con la sangre que corre por mis venas.

 

Estoy queriendo volar y no vuelo

atado al madero de mi dolor,

sin fe en el tiempo, veo la ilusión

corriendo junto a ésta fría prisión,

y la sombra de mi grito “me muero”

bajo el mando oscuro de aquél amor

que se fue un día de mi corazón.

 

  

NOSTALGIAS POR MI AMADA CIUDAD

 

Desterrado sin un juicio objetivo,

de la tierra que me viera crecer,

la recuerdo con pena, donde vivo,

con el pesar por un amor perdido,

sin la esperanza de poder volver.

 

Entre mis amores y amigos leales,

dejé la sospecha de mi pecado,

por las patrañas, madre de mis males,

y la falsedad de amigos chacales,

de mi amada Zamora, fui expulsado.

 

Dura condena para un ser humano

que sólo esparciera amor y lealtad

entre el noble y leal pueblo zamorano.

Lo siento, haber extendido mi mano

a quién mi robara la dignidad.

 

Entre nostalgias, en mi soledad,

deambulo con mi mente en lo ancestral,

queriendo olvidar la envidia y maldad

de la gente de mi amada ciudad,

desde algún rincón de mi Portugal.

 

 Ruego a dios que en mi peregrinación

hacia el mundo de la fraternidad,

descanse mi apenado corazón

en la tierra qué me diera ilusión

para gloria y honor de mi dignidad.

 

Que si tal justicia a mi vida llega,

dichoso seré en la eternidad.

¿Qué mejor luz para una vida ciega,

qué sentir, oler y palpar la entrega

de mi Zamora, por mi dignidad?

 

 

SUEÑOS  MORIBUNDOS

 

En sueños, te sigo recordando,

con nostalgia, pena y gran anhelo.

Despierto, te sigo rechazando

por tu desprecio a mi ingenuo llanto

que da vida a un amor, sin tenerlo.

 

Es duro y frío tu corazón

para no percibir mi clamor.

¡Que no soy yo!... Es mi condición,

quién te pide humildad y perdón,

para qué subsista nuestro amor.

 

Te evades de mi amor con la excusa

de qué necesitas meditar,

pero yo sé, que tu egoísta repulsa

se debe a tu maldita locura

por otro amor, en otro lugar.

 

Por ello te sigo recordando

en dulces sueños envenenados,

para durante el día, aun odiando,

vivir aquél amor, aun soñando,

entre dos corazones rehusados.

 

Te fuiste escondiendo tu dolor

entre equivocadas ilusiones,

pensando que el fuente del amor

estaba en el placer. ¡Cual error

lo tuyo, con tus estimaciones.


Dime insensata, ¿Qué pretendías?

encontrar en un cándido amor?

¿El vicio licencioso?... Sabías

que abomino las tontas orgías

y el placer que produce dolor.

 

No imagino el hombre con quien vives.

Puede ser alto, bello y señor

de bienes, pero jamás consigues

sacar de él los momentos felices

que produce el auténtico amor.

 

Que amor de placeres halagüeños,

está conmigo en mis dulces sueños.

 

 

 SEMBRADOS  DE  PASIONES

 

Aún joven, planté en mi corazón

el árbol del placer y de la vida.

Con el tiempo, el exceso dio razón

a una existencia entregue con pasión

al vicio y diversión descomedida.

 

Me enseñaron, cuando pequeño, a amar,

a ser sensato, humilde y moderado,

pero el tiempo y las ansias de llegar

a ser libre, para poder gozar,

me llevaron a olvidar mi pasado.

 

Cuando mayor, con la mente excitada

por la fuerza, el deseo y la condición,

busqué en sigilo la ocasión adecuada,

para ser feliz con la ilusión dada

al gozo pasional, que es todo y nada.

 

Con este todo y nada, fue mi vida

perdiendo carácter y fantasía

entre desengaños y la temida

enfermedad del amor, que es guarida

de la discordia, el odio y la armonía.

 

Ya mayor, mis ojos no pueden ver

los sentimientos faltos de pudor.

Débil mi corazón para absorber

los placenteros recuerdos de ayer,

los vivo, pero sin pasión de amor.

 

El árbol del deseo y de la vida

que plantara en mi joven corazón,

se secó, como la rama florida

que llegado el otoño se marchita,

así murió mi débil ilusión.

 

 

EVOCACIONES  INFANTILES

 

Ahora, cuando estoy cerca de la cima,

recuerdo con nostalgia aquél pasado,

aquella afectuosa infancia a tu lado,

cuando entre los dos, sólo había estima.

 

Aún recuerdo aquél cántico armonioso

loando la tabla de multiplicar,

y el júbilo de ambos, en el espacioso

huerto, dónde aprendíamos a amar.

 

Por la tarde, de regreso al hogar,

de manos dadas y como paseando,

volvíamos a casa suspirando

por volver a aquél hermoso lugar.

 

Los años fueron pasando, y un buen día,

por inocencia o falsa vocación,

interrumpimos nuestra relación,

porque la vida así nos imponía.

 

Habíamos hecho el curso primario

y las circunstancias nos separaron,

a mí, me ingresaron en un seminario

y a ti, otras amistades te buscaron.

 

En el día anterior a mi partida,

nos encontramos los dos en secreto

 en aquél callejón oscuro y estrecho

que unía tu residencia a la mía.

 

¿Te acuerdas reina mía del momento?

sin saber, llorábamos de dolor,

jurándonos por vida un leal amor

sin darnos cuenta del rigor del tiempo.

 

Pasó mucho tiempo desde aquél día

de la despedida en el callejón,

pero aun hoy, en mi triste corazón,

vive esa aventura de fantasía.

 

No sé dónde estás o se acaso vives,

si tu corazón recuerda ésta historia,

sólo sé que en mi precaria memoria,

aún subsiste aquél amor con sus raíces.

 

 

 LA CALLE SANTA CLARA

 

Aún recuerdo y quiero recordar,

su belleza en los años sesenta;

paseo desnudo de arboleda,

con un tapiz de piedra cenicienta

y escaparates de gran belleza

que daban salero a aquél lugar.

Vitrinas con el arte moderno,

sin rejas, altivas y orgullosas,

mostrando bizarras, la manera

de entusiasmar a las vanidosas

con modelos para primavera,

para el verano, otoño o el invierno.

Sus frontispicios, con decorados

de prominencia en piedra caliza,

hacen gala de una calle real,

donde el pueblo pasea sin prisa,

gozando su aroma natural

con sus parientes más allegados.

Hoy como ayer, Santa Clara ostenta

el paso habitual de caminantes

en domingos y al atardecer,

aunque ya no se perciba como antes

la publicidad del mercader

ni la placidez de los sesenta.

Cuando mi mente con pena, aflora

esa calle de hermosos recuerdos,

presiento en mi interior sus ternuras

añorando saber los secretos

de aquellas negras piedras desnudas

que fueron historia de Zamora.

 

 

EN BUSCA DEL SEÑOR

 

Me pediste para qué te llevara

a la montaña más alta del mundo,

para acercarte a Dios Nuestro señor.

También me pediste que te enseñara

ese cándido lugar tan profundo

donde residen la paz y el amor.

 

Te dije, que la estancia del señor,

no se encontraba en las grandes alturas;

que lo buscaras con mucho fervor

entre la humildad de las llanuras,

donde nace, crece y muere el amor,

amparado por Dios en las alturas.

 

Se encuentras en ti la fe necesaria,

en ella encontrarás tu Dios Señor.

Pues en ella, reside la bonanza.

En esa llanura de paz y amor

donde la quietud es su iluminaria,

encontrarás a Dios con su templanza.

 

Ahora, que sabea dónde está el Señor,

y donde reside la paz que buscas,

no mires al cielo para encontrarlo.

Abre tu mente con mucho fervor

hacia allá, adónde anidan tus dudas,

y encontrarás tu Señor para amarlo.

 

 

DEJA AMOR MÍO QUE SUEÑE

 

El loco amor que dentro de mí siento,

no lo mueve la sangre de mis venas.

Lo mueve mi constante pensamiento

sometido a sus dóciles cadenas.

 

Deja amor mío que vean mis ojos

el brillar profundo de tu mirada,

para así, saborear sus deleitosos

placeres, con mi alma a ti encadenada.

 

Deja que soñando viva contigo

y en sueños pueda sentir el placer

de tus cadenas como tu castigo

atraído por tu encanto de mujer.

 

Deja amor, que sea mío tu amor,

y este amor se fortalezca en tu pecho,

para qué pueda vivir con ardor

el éxtasis de tu orgasmo en mi lecho.

 

 

TODOS LOS DÍAS

 

Todos los días, busco en mí interior

El mejor afecto que llevo dentro,

Para purificar mi pensamiento

Y fortalecer mi fuente de amor.

 

Despierto por la mañana, pensando

Que vivo el amor por necesidad,

Sin darme cuenta que felicidad,

Es el placer de convivir amando.

 

Amando con la mente casta y sana,

El corazón se purifica y gana

Poder sobre tristezas y alegrías.

 

Porque pienso que mi felicidad,

Es producto de mi necesidad,

Busco ansioso el amor todos los días.

 

 

EXTRAÑA NOCHE

 

¡Extraña noche

aquella noche de luna llena!...

a la orilla de aquél riachuelo

que atraviesa tu bonito pueblo,

En tus brazos lloraba de pena.

Lloraba mi alma de desconsuelo.

 

¡Extraña noche!...

Porque el cariño que me brindabas,

carecía de lealtad y amor.

Era apenas vulgar amistad,

que intencionadamente me dabas,

con tu hábil seducción, sin pudor.

 

¡Extraña noche!...

Aquella noche de despedida

a la orilla de aquél riachuelo

que atraviesa tu bonito pueblo.

Te anuncié mi apenada partida,

y tú… no mostraste desconsuelo.

 

¡Extraña noche!...

Por sentir en mis labios tus besos

faltos de ternura y compasión.

Por el dolor de mi corazón

asfixiado por sueños perversos,

movidos por tu ciega traición.

 

¡Extraña noche

aquella noche de luna llena

junto aquél apacible riachuelo!

Te decía adiós mirando al cielo.

 Viendo como la luna, por pena,

lloraba la angustia de este poeta.

 

¡Extraña noche

la macabra noche de aquél día!...

Yo queriendo ganar tu perdón

con mi sencillez y simpatía,

y tú, con tu tonta rebeldía,

hundiendo mi estoico corazón.

 

¡Extraña noche

aquella noche de desespero!...

Ambos sufrimos, por la arrogancia

del destino y de tu orgullo fiero.

Desde aquella noche, aquél riachuelo

que atraviesa tu bonito pueblo,

no deja de llenar de fragancia,

mis sueños con la mujer que quiero.

 


 SOÑANDO QUE VIVO EL AMOR

 

Reconozco que soñando despierto,

descubro la magia del pensamiento;

Vagueando lúcido fuera del tiempo

elaboro un futuro adverso e incierto.

 

Me apodero del sillón del poder,

propago la justicia por el pueblo.

A los desamparados doy consuelo

y a los burdos les inculco el saber.

 

Ordeno y me escuchan los prepotentes

que dejan con humildad su sillón,

abriendo a los pobres su corazón

con donaciones y acciones conscientes.

 

Enseño en las escuelas con maestría

el arte de amar con todo rigor;

la universal materia del amor

y el arte de vivir en armonía.

 

Enseño a todo mundo a comprender

que ésta vida es sólo un procedimiento

nutrido por la circunstancia y el tiempo,

condenada en el tiempo a perecer.

 

 Cuánto hago yo con mi imaginación!...

Son sueños cautivos de mi deseo;

son ilusiones, con las que recreo

mi exaltado y sensible corazón.

 

Seguiré soñando, aunque mi dolor

Amague llevarme a la realidad.

¿No son los sueños una ambigüedad?

¿No es trágico un corazón sin amor?

 

 

CONFORMADO CON MI DESTINO

 

La niebla oscurecía el día.

El día convidaba al fuego.

Mi alma en silencio, padecía

el frío que tu alma expandía

hacía mi corazón acerbo.

 

Consuelo busqué a mis penas,

mis penas no me abandonaron;

helada la sangre en mis venas

por la fría noche y mis penas,

mis ojos por amor, lloraron.

 

Después de tanto caminar,

huyendo del recuerdo y de ti,

miro al cielo, y para callar

pregunto: ¿Por qué te perdí?

 

Subsistiendo, sin ambiciones,

viajo al abrigo de mi suerte,

dejando morir mis pasiones

con mis seniles ilusiones

en la antesala de la muerte.

 

Con tu irreflexivo castigo,

no hago ni deshago camino.

Andando, me hago peregrino,

conformado con mi destino,

amando sin estar contigo.

 

 

LLANTOS DEL TIEMPO

 

Dejé el hogar más hermoso, buscando

la plácida libertad, que no existe.

Huyendo de mi hogar, fui encontrando

la senda de mi vida amarga y triste.

 

Los días desde entonces, son derroches

de vagas esperanzas e ilusiones,

que alargan al infinito las noches

entre remordimientos y aflicciones.

 

Ahora, cuando soy tronco envejecido,

por la nefasta vida que he vivido,

me entrego al rigor y ley de la vida,

 

Recordando aquél amor de mi infancia

qué me hiciera feliz en la ignorancia,

con mi imaginación atrevida

 


 EVOCANDO UNA VIDA

 

Ahora cuando el tiempo me hizo desdichado,

tengo en la soledad un dulce consuelo,

el recuerdo de un amor, que sin tenerlo,

convive  imaginariamente a mi lado.

 

Como la hiel, qué amarga sin compasión,

la nostalgia agria y envenena mi vida.

Como hoja en otoño que cae desprendida,

se va enmustiando mi débil corazón.

 

Fui manantial limpio y genuino en mi infancia,

en riachuelo me torné en mi juventud,

arrastrando en mi caudal esa virtud,

de amor, humildad, nobleza y tolerancia.

 

Sobre las tenues aguas de mi riachuelo

navegaron miles sueños e ilusiones:

una juventud cargada de pasiones

y un loco amor que no volveré a tenerlo.

 

Entre espesos bosques y abruptas montañas

mi riachuelo peregrinó diestramente,

salvando despropósitos de la gente,

echados a mi riachuelo, con patrañas.

 

Cuando lago transparente y esplendoroso

soñé llegar a ser un día, la mar.

Y así soñando, he podido consumar

el idilio más sublime y majestuoso.

  

Siendo lago, tuve aliento procreador,

creando tres cisnes con amor y lealtad;

fue así, con inmensa docilidad,

que mi lago pudo tener paz y amor.

 

Porque el destino así lo determinó,

un día, mis cisnes y mi gran amor

se fueron de mí, en busca de algo mejor.

Y mi lago de tristeza, se secó.

 

Fui manantial en mi infancia tan lejana.

En mi juventud fui un feliz riachuelo.

Fui lago, tuve cisnes y un amor bello

pero todo se disipó… una mañana.

 

Dejaré que el tiempo mate mi ansiedad

y la esperanza me dé vida y sosiego,

para seguir luchando con mi recuerdo

por el amor que me dio felicidad.

 

Fui tronco lleno de vida y gran fulgor,

que ignoró el tiempo que pasó corriendo.

Sólo ahora, cuando me veo extinguiendo,

recuerdo llorando aquél mi gran amor.

 

 

¿ADÓNDE ESTÁ ESE AMOR TUYO?

 

Dime, ¿Dónde está aquél amor

qué hizo unir nuestros corazones,

para qué llenes de dolor

mi alma, sin darme explicaciones?

 

¿Y dónde está, mi bien amada,

tu loada humildad de mujer?

¿Tu don de mujer abnegada,

que tan sólo daba querer?

 

Dime, ¿Dónde está amada mía

aquél dulce encanto agraciado?

¿Aquél cariño en plena orgía

brotado de un amor sagrado?

 

Dime reina mi bien amada,

¿Dónde está aquella tu dulzura,

que de tu inocencia brotaba

Con sinceridad y ternura?

 

Sufro por ambos, amor mío.

Por aquél amor que tuvieras

y que ahogaras por tu albedrío,

por mis desaires y quimeras.

  

Y ahora, los dos arrepentidos,

lloramos ese amor perdido,

de dos corazones, partidos

por un amor mal concebido.

 

Vereda arriba, caminando,

sin saber adónde llegar,

destierro mi amor con mi llanto

dudando si llegué a amar.

 

  

PUÑALES  HUMANOS

 

Caminaba por mi sendero,

tentando encontrar mi destino,

sufriendo el frío mañanero,

que hiela el pensamiento primero,

y después, te enfría el camino.

 

Extenuado de tanto andar

y sediento de comprensión,

sentí ganas de regresar

allá, donde tuve mi hogar

y aún lo tengo en mi corazón.

 

Crueles puñales me retaban,

amenazando mi existencia,

de enemigos qué disfrutaban,

con la fobia que alimentaban,

su vil egoísmo y prepotencia.

 

Los puñales qué me apuntaban,

cerraban paso a mi camino;

las piedras que mis pies pisaban

en blandas carnes se incrustaban

enredando más mi destino.

 

Quiso Dios que el Sol emanara

sus rayos, sobre mi camino,

y con su fulgor encontrara,

otra senda que me llevara

a mi verdadero destino.

 

Atrás, enojado dejé,

puñales e infames traiciones,

una mujer que tanto amé,

una ciudad por quién luché,

y por muchas otras pasiones.

 

Volando lleno de ilusión

a otros lugares alejados,

procuro olvidar la razón

del llanto de mi corazón,

y el castigo por mis pecados.

 

Ahora, lejos de ese sendero,

cuando soy apenas sustancia

caduca, guío mi velero

por el camino verdadero

con sensatez y tolerancia.

 

Que con la fe y la esperanza,

mi caminar hace camino,

brindando amor a la venganza,

ofreciendo mi pecho a lanza

de enemigo y de mi destino.

 

 

VALONGO… TIERRA ADÓNDE NASCÍ

 

Valongo, de encanto y bondad;

Jovial y lleno de fragancia,

Fuera él cuna de mi infancia

Y tutor de mi mocedad.

 

Florecen en sus matorrales

Los claveles esplendorosos,

Y junto a senderos sinuosos,

Brotan los limpios manantiales.

 

Mi pueblo es recato y belleza

Que reseñan su identidad,

Exponiendo con vanidad

La auténtica alma portuguesa.

 

Honor, trabajo y patriotismo,

Fue su lema reconocido

Que enaltece un pueblo fornido

Por el trabajo y su estoicismo.

 

¡Oh gente de amor y ternura!...

¡De hospitalidad generosa!...

Dejad que mi voz vanidosa

Lleve al mundo vuestra hermosura.

 

Es con mucho orgullo e ilusión

Que escribo estos versos fogosos

Para mis paisanos garbosos,

Orgullo de una gran nación.

  

No sé si por suerte o por leyes

Recibí sublime legado

Del que fue poeta caricato

Mi abuelo Jose Alves dos Reis.

 

Que este poema humilde y afectivo

Sirva de alusión a ese poeta

Que fuera la gracia y conversa

Entre un pueblo hambriento y sufrido.

 

Con el recuerdo en ti, quisiera

Mi Valongo querido y amado,

Que me llevasen a tu lado

En aquél día que me muera.

 

 

FANTASÍAS EN LA SOLEDAD

 

¡Llaman a mi puerta, ya de madrugada!...

¿Quién será?... ¿Es acaso la desventura,

buscando mi vida menoscabada?...

¿O quizá el amor, que anda a mi procura?.

 

El amor no suele llamar así,

y la desventura, es mi compañía

desde aquél fatal día en que perdí

el único amor que entonces tenía.

 

¡Pero a estas horas!... ¿Quién puede ser?...

¿Por qué llaman así tan tenuemente?.

¿Será el viento?... ¿El bullicio de la gente?...

 

En una noche clareada y apacible,

el ruido del viento es casi imposible,

Y la gente… ¿Qué tiene aquí que ver?

 

 

FANTASÍAS DE AMOR

 

La cautivé entre vastos matorrales

a la orilla de un riachuelo corriente,

y aunque la fresca brisa y las fatales

picadas del vil mosquito renuente

me herían, la besé con ansiedad

para que ella cediera a mi maldad,

estimulando su cuerpo y su mente.

 

Sus pechos, dos soles exuberantes

se dieron a mi libar con placer.

Sus ojos, eran dos faros brillantes

y su cuerpo un éxtasis de querer.

Lengüeteándola desde arriba abajo,

me entregué a ella, histérico y viciado,

con el deseo de la complacer.

 

Lentamente, con suavidad, mi boca,

se fue escurriendo por su fino cuerpo

hasta que se acercó a la zona loca.

Ella emocionada me gritó: ¡Alberto!...

¡Alberto!...No te puedo resistir.

Hagamos el amor. Quiero sentir

todo lo tuyo dentro de mi cuerpo.

 

Aquél momento fue maravilloso.

Nos hemos besado tan intensamente,

antes de aquél orgasmo jubiloso,

que nasció con la fuerza de la mente

entre espesos y rudos matorrales,

como dos desalmados animales

que alcanzan el fin, pero no convence.

 

Cuando todo se había terminado,

el Sol ya había desaparecido.

Ambos, lentamente, de brazo dado,

nos marchamos por dónde hemos venido;

y aquél amor hecho sin más historia,

me quedó para siempre en mi memoria,

como el amor animal sin sentido.

 


ES  EL  AMOR

 

No es prudente, decir que el amor

Es una comedia en nuestra vida.

amor es llorar a la partida

y ser complaciente ante el dolor.

 

Amor es la llama espiritual

que te ilumina y te da calor;

es el don dado por el señor

a todo universo por igual.

 

Amor es luz en la oscuridad,

Satisfacción con la complacencia,

galantería con la demencia,

sosiego frente a la tempestad.

 

Amor es algo que regalamos

sin petulancia ni condiciones.

Una fuerza que une corazones,

un algo que todos anhelamos.

 

¡Amor!... Hijo de la Omnipotencia.

Manantial de la fecundidad,

fuente de gozo y felicidad,

sostén de una feliz convivencia.

 

Porque amor, es dar sin recibir,

es la paz abrazada al consuelo,

tan sólo la dicha de tenerlo,

recompensa el dolor de vivir.

 

¡Amor!... Amor y tan sólo amor

fecunda el altruista corazón,

que entrega todo sin condición

con su mente puesta en el Señor.

 

¡Amor!... Cuna de fecundidad,

de ternura y conmiseración,

que sólo habita en el corazón

que alberga paz y sinceridad.

 

  

DESESPERO DE UN DIVORCIADO

 

La vida que en mi vida tanto defendí,

Ya no significa nada para mi ser.

Día sin luz, mañana sin amanecer,

Soy la humillación por todo cuanto perdí.

 

Soy la noche oscura de pánico y terror

Que abriga el vagabundo sin patria ni hogar;

Soy la hoja seca del árbol, que al invernar,

Muere de tristeza por falta de calor.

 

Soy el tiempo que se disipó en el tiempo,

La aurora oscura que al nacer de la mañana

Surge oscurecida por la nube macabra

Del amor, que empana y cansa mi pensamiento.

 

Desearía ser feliz y soy desgraciado;

Sentir el amor y sólo siento aversión:

Todo, porque mi trastornado corazón

No se presta para querer ni ser amado.

 

Se parte en pedazos mi rudo corazón

De angustia, arrepentimiento y tanto dolor,

Por haber elaborado un fingido amor

Con ingenuos deseos y ciega pasión.

 

 

LA  PREPOTENCIA

 

Delante de mí, el padecimiento.

Esa enfermedad de los humildes,

que te va matando con el tiempo

y con las angustias con qué vives.

 

Ese mal que nace con nosotros

y medra con el paso del tiempo,

haciéndonos siervos de unos pocos

con el infortunio y el sufrimiento.

 

Desdicha nuestra para su gloria

nos fue dado por la Omnipotencia,

penándonos con la vejatoria

injusticia de la prepotencia.,

 

Es espantoso el virus del sida,

aterrador el cáncer humano,

pero no es menos, sentir por vida,

el látigo egoísta de tu hermano.

 

Si el dolor exige comprensión,

la vida nos demanda el amor.

Bienaventurado el corazón

que sufre sin sentir el dolor.

 

 

EL CASTIGO A MI AMOR

 

Soñando despierto, vivo ilusiones.

Rememoro en la mística, aquél tiempo

en que nuestra ilación con sentimiento,

nos brindaba tantas satisfacciones.

 

Razón tuviste haberme abandonado

por haber sido insensato contigo,

aunque me duela tu duro castigo

excusándote vivir a mi lado.

 

Encadenado a la vil soledad,

procuro escapar a la realidad,

rememorando de ti lo mejor.

 

Fantaseando, mato mis agrias penas,

arrastrando estas pesadas cadenas

Fabricadas por la falta de tu amor.

 

 

AUN LEJOS, SIGO SOÑANDO

 

Durmiendo, sueño contigo.

Despierto, sigo soñando.

Si no sueño, no consigo

ser yo, porque por castigo

aún lejos, te sigo amando.

 

Sueños hermosos y bellos

que evocan tiempos aquellos

de amor y felicidad.

Sueños que son cuadros puros

pintados entre los muros

de la agria soledad.

 

Sueño y seguiré soñando

para no perder tu imagen;

para seguir recordando

aquél hermoso paisaje

que me dio casta y linaje

para que te siga amando.

 

 

 CUÁN GRANDE ES...

  

Cuán dura es la soledad.

Cuán amarga la tristeza.

Cuán mala la falsedad,

Cuán penosa es la pobreza.

 

Cuán perversa es la mentira

Cuán sensible es el dolor.

Cuán enojosa es la ira.

Cuán agradable el amor.

 

Cuán grande es el ser humano

que ejerce la tolerancia.

Cuán hermoso es, ser hermano

del  amor y la constancia.

 

Cuán dichoso es el humano

que abre su leal corazón

a su enemigo pagano

con amor y sumisión.

 

Cuán grande sentir dolor

por los hermanos sufridos.

Cuán grande es llenar de amor

los humanos afligidos.

 

Cuán dichoso es ser amado

y amar con todo fervor.

Cuán feliz soy a tu lado

Con tu vida y nuestro amor.

 

 

LA BARCA DEL PESCADOR

 

Al lejos, veo un barco navegando.

Flota tenuemente sobre la mar.

Una gaviota lo va acompañando

y el velero no deja de flotar.

 

En el barco van cuatro marineros

y la gaviota en el mástil posada.

Son ellos, pescadores aventureros,

es ella, pescadora consumada.

 

Al lejos, veo un barco navegando,

flota tenuemente sobre la mar;

una gaviota lo va acompañando

y el velero no deja de flotar.

 

Se pierde la barca en el horizonte,

se pierde la tierra desde la mar.

La gaviota levanta vuelo, donde

ve que hay algo para poder pescar.

 

Al lejos, veo un barco navegando,

flota tenuemente sobre la mar.

Una gaviota lo va acompañando

y el velero no deja de flotar.

 

La barca es arrastrada tierra adentro

con la gaviota en el mástil posada,

que se mece ante el soplido del viento

con su plumaje blanca alterada.

 

 

MI  COBARDÍA

 

Aquella noche, huyendo de mí mismo,

corrí todos los bares de la ciudad,

buscando fe para mi pesimismo,

buscando ilusión para mi ansiedad.

 

Bebiendo, alcancé la tranquilidad

que  mi alma reclamaba asiduamente.

Por beber, perdí mi identidad,

ganando la repulsa de la gente.

 

Aquella noche la luna brillaba,

dispersando mi sombra en mi camino.

De cuando en cuando, mi sombra se arqueaba

con la absurda imagen que crea el vino.

 

Berreando a altas horas de la noche,

ajeno a todo cuanto me rodeaba,

culebreando con risas de fantoche

mi cuerpo lentamente caminaba.

 

Caminé horas y horas sin sentido

lanzando fantochadas a la luna,

con mímicas y un lenguaje atrevido,

que desagrada a aquella hora nocturna.

 

Aquella noche bebiendo, olvidé

las penas que ofuscaban mi alegría.

Más tarde supe, que el arma que usé

para olvidar, fuera mi cobardía.

 

 

TRÁGICOS TIEMPOS MODERNOS

 

La vida moderna se hizo tan cruel

Que tengo asco de esta vil sociedad.

Se juzga por el color de la piel,

se burla del amor y la amistad.

 

La justicia, es hoy una institución

que medra condicionada al poder;

pedir justicia teniendo razón,

supone hoy el peligro de perder.

 

Políticos que juraron honor

en mítines plagados de emoción,

gobiernan muy felices sin pudor

ejerciendo la inmoral corrupción.

 

Hogares que se rompen sin sentido

de prudencia y responsabilidad,

tan sólo porque un Estado podrido

les apoya con su legalidad.

 

El paro somete el trabajador

al hambre y profunda exasperación,

en tiempos que impera el ordenador

y especula más que nunca el patrón.

 

El sida que aparece espectralmente

por obra del diablo o de la deidad,

devasta la existencia lentamente,

de nuestra incontrolada mocedad.

 

Se mueren los peces envenenados

en ríos con poca agua ponzoñosa;

los montes, por capricho son quemados

tornando ésta España más arenosa.

 

Todo esto es fruto de una sociedad

egoísta y agresivamente alimaña

que albergando malicia y deslealtad,

desprecia su vida y aniquila España.

 

Son los tiempos de la modernidad

que avanzan por veredas de ambición.

¡Pobre gente!...¡Trágica sociedad!...

caminando hacia su exterminación.

 

  

UN CANTO A TU BELLEZA

 

Dicen que estoy loco por ti.

¡Que locura maravillosa!...

Mi locura es mi frenesí

por tu silueta fina y hermosa.

 

Tus pechos, dos cumbres atrayentes

divinamente lobulados,

pasman mis ojos complacientes,

que ante ellos, quedan embriagados.

 

Tus negros ojos fascinantes,

son dos faros de gran fulgor.

Son como dos flechas flameantes

de dulzura, pasión y amor.

 

Tu pelo dorado y lustroso,

larga melena ensortijada,

combina con tu rostro hermoso,

dándole la gracia de una hada.

 

Tus finas piernas, proyectadas

por las manos de la deidad,

son dos peanas ornamentadas,

sujetando la humanidad.

 

Todo tu cuerpo, hermosa mía,

es belleza resplandeciente,

que calienta el alma más fría

y seduce al más exigente.

 

Deja amor mío que mi canto

cante tu belleza y virtud,

para que siga recordando

nuestra hechizada juventud.

 

 

LA  NECESIDAD

 

Tomando un vino, ya al atardecer,

en una taberna de esta ciudad,

tuve la desdicha de conocer

la degradación de ésta sociedad.

 

Mientras tomaba un placentero vino,

un joven enjuto se me acercó,

y con la ligereza de un felino,

de mi bolso, mi cartera robó.

 

Me di cuenta del ratero atrevido

a quién agarré diligentemente.

No me puso resistencia el bandido

al verse amenazado por más gente.

 

Tan sólo, avergonzado, me expresó:

-¡Señor!... Créame, no soy un ladrón.

El hambre que tengo a esto me obligó,

¡Perdone señor por mi mala acción!-

 

Me decía todo esto aquél chaval

escondiendo su rostro confundido,

admitiendo que ha procedido mal

llorando de vergüenza, arrepentido.

 

Le pregunté se quería un bocata,

y el chaval ruboroso contestó:

sí señor, aunque el hambre no me mata,

pero sí, lo que mi vida perdió.

 

 ¿Qué perdiste en tu vida de importante?.-

Pregunté, interesado en la razón,

que llevara aquél chaval al desplante

de robar, sin talento de ladrón.

 

-No tengo un techo donde cobijarme,

son éstas mis únicas vestimentas

que en el año sirven para abrigarme

del frío, del calor y las tormentas.

 

Busqué trabajo en pueblos y ciudades

sin mirar esfuerzos o condiciones,

pensando sólo en mis necesidades

y cumplir mis escasas ilusiones.

 

En vano hice mi peregrinación

en busca de un trabajo retribuido.

Aquí me ve, cerca de ser ladrón

sin sentir deseo de haberlo sido.

 

 

¿ES ESTO ODIO?

 

Hay momentos que siento odio hacia ti.

Hay otros, que te recuerdo llorando.

¿Acaso es esto un loco frenesí?...

¿O quizás, es porque te sigo amando?

 

Por las noches, en sueños prodigiosos,

revivo tiempos de felicidad.

Durante el día, mis ojos llorosos,

lagrimean por mi fatalidad,

 

Sin lugar a dudas que sigo amando,

aunque a este amor lo ahogue mi llanto

por tu orgullo y falta de pundonor.

 

Alejado de tu felicidad,

me pregunto si esta fatalidad

es producto de mi odio o de mi amor.

 

 

SE MARCHÓ MI AMOR

 

Hace tiempo que no sé de mi amor.

Se fue una mañana muy temprano,

sin decirme la causa de su enfado,

la causa de tanto orgullo y rencor.

 

Hace tiempo que se marchó mi amada

llevando con ella mi bienestar;

dejándome sin cariño ni hogar,

abocado a la locura frustrada.

 

Me dejó cuando más necesitaba

de su apoyo a mi terrible dolor.

Es muy difícil creer en el amor

cuando ese amor de esta manera acaba.

 

Se fue como se van los insensatos,

frustrando mi fe en ella colocada;

luciendo su odio como arma macabra

para matar mis gozos moderados.

 

Su amor se marchó espesura adentro

huyendo de mi sombra tenebrosa,

en busca de otra vida, otro tormento,

o quizá, otra etapa maravillosa.


Se marchó llevando con ella, todo;

su juventud, su amor y comprensión,

tres hijas cultivadas a mi modo

y la bonanza de mi corazón.

 

Se fue, llevando con ella mi vida,

dejándome al borde de la locura,

con la funesta soledad suicida

y la falta de su especial ternura.

 

  

LA FOBIA ZAMORANA

 

Zamora tiene un castillo de piedra,

un puente romano y una catedral;

un caciquismo que manda y gobierna

por todo territorio nacional.

 

Zamora , que fuera orgullo de León,

cuna de artesanos, poetas y santos,

que dio muestras de un noble corazón

con el pundonor de Arias y otros tantos.

 

Zamora tiene un castillo que calla

las pasiones de una princesa amada,

que tuviera por cerco su muralla

y el foso del fortín que la escudaba.

 

Zamora tiene un castillo histórico

y una catedral de gran transcendencia.

Zamora tiene arte y amor bucólico,

dado por la Divina Providencia.

 

¡Zamora!... que fue y es, el principado

del honor, la sensatez y el altruismo,

es hoy infamemente profanado

por la fobia, insensatez y el egoísmo. 


 

 CHISMORREOS DE LA GENTE

 

Dicen que estoy desequilibrado,

escribiendo tantas tonterías.

Razón tienen, ya que mis poesías,

son cantos de un poeta apasionado.

 

Son versos incultos, sin cadencia,

que riman, pero no tienen ritmo,

son poemas sin corazón ni signo,

fruto de mi parca inteligencia.

 

Escribo, porque escribiendo expando,

el sentir de una vida frustrada.

Dichosa el alma que sea dada

a propagar con versos, su llanto.

 

Escribo aquello que mi alma siente

y lo dispone mi corazón.

Escribiendo mato mi pasión

y alcanzo la paz para mi mente.

 

Escribo en la soledad, aislado

de todos, con plumas de tintero,

en pergamino áspero y fulero,

verso a verso, mi triste pasado.

 

Escribo porque escribiendo alcanzo

la paz que mi corazón me pide.

Loado sea el hombre que decide

matar penas con poemas de llanto.

 

Que poesía es llanto permanente

que nos invade y ahoga el corazón;

sensata fuente de inspiración

para quién llora, ama, sufre y siente.

 

Que sintiendo en mi pecho el dolor

por haber perdido a quién quería,

me brota del alma ésta poesía

inculta, pero llena de amor.

 

 

EPITAFIO TRES

 

Bajo ésta tumba tenebrosa y fría,

reposan los restos de un caminante

que caminó por la vida, y al instante,

sin una justificación, moría.

 

Tomad ejemplo de este caminante

que fuera prepotente y despiadado,

pensando que lo que le habían dado

era mucho más que un escaso instante.

 

Pero un día, el tiempo le sorprendió

y el instante al instante apareció

para conducirlo a la eternidad.

 

Ahora, que reposa aquí sosegado,

se da cuenta que su macabro estado,

es el reflejo de su realidad.

 

  

ESCRIBO Y CANTO MIS VERSOS POR AMOR

 

Me acuerdo, cuando aún muy joven, al calor

de una vieja lata de aserrín ardiendo,

mi abuela, con su arte y saber, me iba haciendo

con su magisterio, poeta-trovador.

 

Declamaba poemas con rima y cadencia

de mi bisabuelo poeta-trovador,

por la rápida rima y su buen humor,

con qué cantaba a su gente con vehemencia.

 

Y pasaban horas oyendo mi abuela

recitando su poesía trovadora,

que gustaba por su rima seductora

y el fondo humorístico que había en ella.

 

Con las mágicas lecciones de mi abuela,

me fui apasionando por la poesía,

y componiendo, sin saber lo que hacía,

fui formándome como trovador-poeta.

 

Escribí sonetos y poemas junto a ella,

y a la sombra de una avejentada higuera.

Con ella, junto a aquella cálida hoguera,

me hice poeta, como lo fuera mi abuela.

 

 Con los años me fui haciendo mayor,

con el tiempo, mis versos se malograron

entre placeres y vicios, que robaron

mi sosiego y mi espíritu trovador.

 

Escribí a la luna sonetos y poemas

de inmensa ternura y a mi gente le di

todo aquello que de mi abuela aprendí

al abrigo del fuego y de sus ternezas.

 

A mi hogar, carente de felicidad,

escribí poemas de lágrimas y amor

con estrofas románticas de dolor,

escritas con la sangre de mi ansiedad.

 

Con el tiempo, sin hogar, amor y abrigo,

fui perdiendo la ilusión por escribir,

convencido que una vez presto a morir,

mis toscos versos morirían conmigo.

 

No en vano mi corazón, con alegría,

recuerda las veladas, con un candil

alumbrando y la agradable voz senil

de mi abuela, recitando su poesía.

 

Se me aviva la ilusión por escribir,

consciente del futuro de esta faceta

ya que ser trovador o apreciado poeta,

no es más que una utopía sin provenir.

 

Que para ser poeta puro y con altruismo,

hace falta virtud, saber, arte y vena.

El poeta sueña y es feliz con su condena

al sentir la naturaleza en sí mismo.

 

Quede reconocido para mi honor,

mi ignorancia en el oficio de escribir.

Ya me dijo mi abuela antes de morir:

Escribe y canta tus versos por amor.

 

  

EN SOLITARIO, EN MI ALCOBA

 

Mi alcoba, es mi celda de castigo

por mis insensatas tonterías.

Castigo por vicio y desamor

tomados con lujuria y pasión

en tiempos que sólo la ilusión

era mi placer, mi juego y abrigo,

al amparo de amantes baldías.

 

Mi alcoba, es mi celda de castigo,

insegura, fría y silenciosa,

dónde sólo reina el desespero

de una vida triste. Es cualquier cosa…

una sombra, una cárcel, una losa,

velando un elemento perdido.

Una cárcel sin vida, es mi alcoba.

 

En mi alcoba, no hay noche ni día.

No hay maldad, petulancia o rencor.

Es una alcoba desalentada

por el estado de su inquilino

que condenado por su destino,

al abandono y melancolía,

ya no busca ni siente el amor.

 

En ésta alcoba hay silencio y frío;

tristeza inmersa en la oscuridad,

y un corazón débil y vacío,

que evoca su gran amor perdido,

un poeta callando su gemido

en ésta noche de Navidad.

 

 

UNA CARTA DE AMOR

 

Te quiero y moriré queriéndote

como a la vida misma quiere uno.

Con este amor con que me consumo

aún sabiendo que estoy perdiéndote.

 

Mi corazón, un velero perdido

vagueando sobre las olas del mar

indaga en el horizonte un lugar

cálido, sencillo, humano y efusivo.

 

Un lugar dónde pueda conseguir

desvanecer tu imagen sin dolor,

borrando de mi mente este tu amor

 que me ahoga y me está haciendo sufrir.

 

Un lugar sin condiciones ni penas,

dónde el amor caliente mi existencia

para que mi corazón, con vehemencia

dé calor a la sangre de mis venas.

 

Un lugar dónde encuentre la verdad,

dónde brote la seriedad formal,

para que este amor pérfido y desleal,

muera en mí por toda la eternidad.

 

Escribo mis aparentes deseos

movido por la ira de un encelado,

sabiendo que te fuiste de mi lado

por mis falsedades y devaneos.

 

 Aún reconociendo mi transgresión

no puedo eliminar de mi interior

el auténtico y candoroso amor

que da vida a mi estoico corazón.

 

Vuela amor mío, pero no te olvides

que tu vuelo, aunque sea placentero,

necesita de esta amor verdadero

que dejaste por vulgares deslices.

 

Y aunque tientes olvidar el pasado,

entregando a los demás tu esplendor,

en tus sueños, tu corazón amado

solamente reclamará mi amor.

 

 

EL ATARDECER EN LISBOA

 

Mirando el horizonte, al caer de la tarde,

se refleja sobre el Tajo el resplandor

de un áureo atardecer vivo y fulgurante,

mientras Lisboa, con su aire fascinante,

se recoge en su noche multicolor

con su ingenio, su sublimidad y su arte.

 

El Sol se esconde y Lisboa se desvela,

Dando vida a callejas anochecidas

Con olor a nostalgia y llanto de fado.

Se oye el triste suspiro del apenado

fadista, y los gemidos de las guitarras.

 

Lisboa duerme arropada por el fado

en calles estrechas de ropa tendida,

cuando el Sol en el horizonte se esconde

y las guitarras se oyen de monte en monte;

lienzo por ésta Lisboa concebida

para sufrir, canta y amar, a su lado.

 

Se oye una guitarra a la orilla del Tajo,

y una voz casta suena al oscurecer,

el Tajo, hechizado con la melodía

se deja dormir con la melancolía

de una noche que termina de nacer,

para dar vida al romanticismo y el fado.

 

El fado vive en el Barrio Madragoa,

en la Moraría, Bairro Alto y la Alfama;

en barrios dónde el sol al atardecer

se marcha mar adentro, para esconder

su fulgor ante la noche, que da fama

y gloria a ésta cosmopolita Lisboa.

 

Lisboa que fue romance, arte y poesía,

cuma marítima y gloria universal,

deja que mi alma se funda con tu vida

nocturna de melodía entristecida,

para que la sencillez de Portugal

sea bastión de ésta amada tierra mía.

 

Y cuando el Sol regresa al nacer del día,

el Tajo despierta y se torna el abrigo

De barcos y barcazas en algazara.

Se calla el fadista, duerme la guitarra

y el puerto de Lisboa activo y movido,

es un mar de vida, trabajo y alegría.

 

Todas las mañanas, por el mismo lado,

aparece el sol reluciente y radiante

rompiendo la mágica noche del fado.

Y todas mañanas a orillas del Tajo

pasea el fadista de la noche errante,

con su corazón feliz y enamorado.

 

 

EL RUEGO DEL AMOR

 

¡Mi paloma, que vuelas sin rumbo,

dejando mi vida en la orfandad!

¿Por qué te separas de mi mundo?

¿Por algo qué hicieras sin maldad?

 

Te cegaron los ojos su encanto.

Te maravillaron sus vocablos,

que tu corazón dócil y blando

se dejó llevar por sus halagos.

 

No llores amor mío y regresa

al hogar dónde vive tu amor,

que yo llorando, te hago la promesa

de olvidar tu lujurioso error.

 

Vuelve amor al que fuera tu hogar

y dónde tuvieras la ventura

de conocer mi forma de amar,

dándote con sensatez, ternura.

 

No dudes amor, cuanto te quiero.

te pido que vuelvas a tu hogar,

para qué mi corazón sincero

no deje en la vida de te amar.

  

Vuelve amor mío y busca el sabor

de ésta mi ternura penetrante.

Deja amor, ese afecto impostor,

que te brinda tu pérfido amante.

 

Vuelve sonriente, que mi perdón

es sincero, y mi alegría grande;

ya que recupero tu corazón

y expulso de tu vida, tu amante.

 

 

EL CASTILLO DE DOÑA URRACA

 

Hay un famoso castillo en Zamora,

con gárgolas, un foso y barbacanas,

y una Infanta que todas las mañanas

deambulando por el castillo, llora.

 

Dicen que su figura es tan hermosa

que la luna se esconde complaciente

para no denigrar la sorprendente

hermosura de la infanta dichosa.

 

Amores de la infanta en un pasado

por ella recordados con amor,

todas las noches, vagando alrededor

de las murallas, su lar y resguardo.

 

Aquél amor de una época pasada

que la infanta mantuviera escondido,

todas las noches se acerca al castillo,

evocando su leyenda apasionada.

 

Por su rostro inerte y desfigurado,

caen lágrimas de nostalgia y amor,

recordando aquél bravo campeador

Rodrigo Diaz de Vivar, su amado.

 

Y cuando llega la noche, volando,

peregrina por el castillo aojado

en busca de aquél que fuera su amado

para aquietar su nostalgia y su llanto.

 

  

HABLANDO CON  EL DUERO

 

Una tarde de un caliente verano,

sesteando junto al legendario Duero,

me adormecí y tuve un sueño lozano,

una aventura que recordar quiero,

para qué mi perverso instinto fiero,

se muera con mi loco egoísmo humano.

 

Delante de mí, había un ser acuoso,

Vejestorio, grasiento y renegrido.

-¿Quién eres tú?...- Pregunté temeroso.

-Soy el río, antes riachuelo he sido,

en mi seno arroyos he recibido

para ser más río y más poderoso.-

 

-¿Por qué vienes tan sucio y repugnante?-

Pregunté mirándole con hastío.

-Manantial puro y limpio, fui al instante

de nacer, luego, cuando me hice río,

vosotros con vuestro nefasto brío

me embadurnaste con vuestro talante.

 

Moví molinos y llené azudas;

regué praderas y alumbré ciudades,

pude ver brutales hostilidades

entre vosotros, por causas absurdas.

En mi camino descubrí granujas

ahogándome con productos letales.

  

De lejos vengo y para lejos voy

repartiendo gracia y prosperidad.

Fui manantial, riachuelo y río soy

caminando por sendas sin edad,

repartiendo mi riqueza y bondad

en silencio, sin mirar lo que doy.

 

-Bendito seas río bien amado

por lo que nos das con afecto y amor.

Nos enseñas con tu sabio legado

a ser justos con la ley del Señor,

dando ejemplo con tu cauto pudor

dejando vida por dónde has pasado.

 

  

LLANTO POR UNA MADRE

 

Evoco con gran dolor

esos años de pobreza,

cuando sólo había amor

para comer, en la mesa.

 

Un día, todo cambió

en mi vida placentera.

Mi corazón se mustió,

y mi vida se hiso fiera.

 

Recuerdo aquél día triste,

cuando fui junto a tu cama.

Con débil voz me pediste

qué aborreciera la fama

y que diera sólo amor,

como tú a los demás diste.

 

Decías mamá, sonriente

que no llorase por ti,

Sabiendo tu casta mente

que te alejabas de mí.

 

Entre clamores partiste

aquél obstinado día.

Hoy, mi alma frustrada y triste

aún llora en melancolía.

 

Ahora cuando ya soy mayor,

te recuerdo en la distancia,

causándome gran dolor

la falta de tu presencia.

 

Por las noches miro al cielo

en tu busca, madre amada,

considero que el lucero

que más brilla, es tu morada.

 

Perturbado por mi creencia,

de que habitas esa estrella,

todas noches, con paciencia,

investigo la más bella.

 

Aquél día, que haga mella

la muerte, en mi débil vida,

te pido que en esa estrella,

me aguardes madre querida.

 

Entonces, como en mi infancia,

ajeno al hambre y al dolor,

alcanzaré la bonanza

con tus mimos y tu amor.

 

Espérame pues, allá

donde puedas cobijarme.

Desde esa estrella, mamá,

no dejes de vigilarme.

 

Para el día que me muera,

llegue a esa estrella luciente

de la mano de quien fuera,

mi madre y mi amor ferviente.

 

Y como cuando en la cuna

Tu cántico angelical,

Hará que mi alma duerma

Soñando con Portugal.

  

Sólo amor y armonía

Habrá en nuestros corazones.

Tuya será mi poesía

Mías serán tus pasiones.

 

 

LA SEMANA SANTA ZAMORANA

 

Hay silencio en las calles zamoranas.

En silencio profundo el pueblo llora.

Se oyen en la catedral las campanas.

Es Viernes santo en mi amada Zamora.

 

La floración del humano y el divino

entre la compasión y el desconsuelo,

fijan el arte y carácter sencillo,

de un generoso, cristiano y leal pueblo.

 

Al ritmo del tamboril, con pasión,

los cofrades caminan con fervor,

y el pueblo, difunde su devoción

entregando a su Dios todo su amor.

 

Viernes santo, sufrimiento estampado

en los solemnes pasos caminantes.

Conmemoración de un hecho sagrado,

dónde la fe y el amor, son constantes.

 


 MI CANTO AL VINO

 

De la tierra, brota la arqueada parra.

De la parra, sale el bello racimo;

del racimo, brota la uva bizarra

de dónde nasce el fascinante vino.

 

Vino que embaucó griegos y romanos

por su aroma, color y paladar.

Duende para espíritus asustados

y Sagrado en la mesa y en el altar.

 

Dijo Fleming: -La penicilina cura

Las enfermedades de la humanidad,

Pero el vino, que proviene de la uva,

Contribuye para nuestra felicidad.

 

 

CUANDO ME ACUERDO DE TI

 

Cuando me acuerdo de ti

Mis ojos

Se humedecen tenuemente.

Abrojos

Son mis penas en mi mente

Enojos

De una vida en frenesí

 

Quiero llorar mas no lloro,

Por saber

Que el llanto acorta la vida.

Por querer

Mi llanto no me castiga

Al tener

Este amor, que mi alma abriga.

 

Me castigan tus traiciones

Al amor

Tus caricias simuladas

Sin ardor

Con promesas infestadas

Con sabor

A odiosas falsas pasiones.

 

Cuando me acuerdo de ti

Me enamoro

De ese precioso momento

Luego lloro

Por no ser señor del tiempo

Así evoco

Todo el tiempo que perdí.  

 

 

Escrito a mi manera

 

A la sombra de una vetusta higuera

qué adorna mi taciturno corral,

escribo estos versos a mi manera

por la libertad de mi Portugal.

 

Quiero percibir la humana ternura

de un pueblo encadenado a la ansiedad,

nutrido por la funesta amargura

guiado por la ley de la autoridad.

 

Quiero disfrutar de la libertad

sintiendo su deleite soberano,

teniendo como única autoridad

la sufrida voz de mi pueblo hermano.

 

Quiero oír el chasquido de las cadenas

y el ruido de los portones penales,

muriendo con las injustas condenas

forjadas por los funestos chacales.

 

Quiero oler el olor de primavera

en un Portugal libre y venturoso

demoliendo el mundo de la ceguera

que nos calla la libertad y el gozo.

 

Quiero mirar al cielo en libertad

y hallar en él la luna mensajera

llevando al espacio la novedad

del nuevo amanecer, en primavera.

 

Porque quiero y exijo ser liberado,

de éstas cadenas y de esta ceguera,

escribo mi lamento, encadenado

a versos escritos a mi manera.

 

 

O AMOR  E  A LIBERDADE

 

Foi naquela tarde e àquela hora,

que a encontrei na Mouraria,

para dizer-lhe que ia embora

em busca de outra fantasia.

 

E ela chorando,

beijou-me loucamente,

e eu, balbuciando,

disse chorando:

voltarei certamente.

 

Abraçada a mim por amor

dizia estar apaixonada,

ignorando que a minha dor

era maior que a sua chaga.

 

E ela chorando

beijou-me loucamente

e eu balbuciando

disse chorando:

voltarei certamente.

 

Com pena e por necessidade

fugi a terras estrangeiras

ao encontro da liberdade,

e ela, a um convento de freiras.

 

 

E ela chorando,

beijou-me loucamente,

e eu balbuciando

disse chorando:

voltarei certamente.

 

Quando voltei, anos depois,

soube então quanto ela me amava,

ao voltar a ver-nos os dois

no convento onde ela morava.

 

E ela chorando

beijou-me loucamente,

e eu balbuciando

disse chorando:

voltarei certamente.

 

Radiante, a tomei nos meus braços

gritando-lhe com emoção:

será teu o meu coração,

são meus, teus hábitos sagrados.

 

E ela chorando

beijou-me loucamente.

e eu balbuciando,

disse chorando:

voltarei certamente.

 

  

LA ESCLAVITUD Y LA LIBERTAD

 

Àquella hora y em aquél día,

en tierras de Portugal,

atado a su Cruz moría,

la ilusión y lozanía

de un pueblo sincero y leal.

 

Marcado por su linaje,

sintió el látigo tirano

del prepotente salvaje,

que dio vida a su coraje

para así, morir ufano.

 

Crucificado en el monte

del olvido y del dolor,

por su ideal y su nombre,

murió como muere un hombre,

por una patria y un amor.

 

Aún muerto, su aspiración

por una patria, evadida

del egoísmo y la traición,

brotaba su corazón

lágrimas de sangre viva.

 

 Murió a manos del poder

por decreto del fascismo,

pero sintiendo el placer

de ver su patria nacer

libre, dentro de sí mismo.

  

El hombre buscó ser libre,

la libertad lo mató,

pero aquél mártir aún vive

entre un pueblo que es proclive

a la patria que él amó.

 

 

PORQUE ASÍ PIENSO, ASÍ MUERO

 

Quiero recordarte, pero no puedo.

Me entorpecen la mente y tu apatía;

se esconden mis pretensiones por miedo,

y mi afecto, muere por cobardía.

 

Quisiera ir a tu encuentro y no puedo.

cede mi voluntad a tu venganza.

Quisiera acercarme a ti, pero el miedo,

me impide ante tu cruel intolerancia.

 

Quiero, pero el orgullo no me deja.

Me lo impide el camino ya andado.

Me acerca a ti la maldita pareja

del falso amor, y mi inmoral pasado.

 

Quisiera olvidar, pero el sentimiento

qué abrasa mi corazón agostado,

afecta sin piedad mi pensamiento

con amargos recuerdos del pasado.

 

Quiero pero no puedo, aunque no quiero

hacer lo que mi corazón me pide.

Si porque así pienso, por ello muero,

moriré con el amor que en mi vive. 

 

 

A MI AMADA HIJA MARY NIEVES

 

Amada hija mía. ¿Por qué te alejas

de la sombra que siempre te guardó?

Mis lágrimas, son fruto de tus quejas,

son flechas que tu rabia me lanzó.

 

Todos los días y a todas las horas,

te recuerdo con tierno desconsuelo,

por saber que por mi dolor no lloras,

ignorando yo, lo por qué de todo ello.

 

Como árbol vetusto desplomándose,

vapuleado por el intenso viento,

mis sentimientos están sangrándose

por los dardos de tu injusto lamento.

 

Tiene en cuenta, hija mía, que la vida

es un calvario de lauros y cruces,

adónde la bonanza está escondida

tan sólo en el amor que tú produces.

 

Porque soy tu padre y tanto te quiero,

te llevaré en mi mente al Eterno,

sabiendo que poco a poco me muero

empujado por tu rencor enfermo.

 

 

DEJAD QUE LA SIGA AMANDO

 

Dejad qué despeje mi pensamiento

de vagas y perversas ilusiones,

para qué mi vida, esclava del tiempo,

no sea esclava de vagas pasiones.

 

Dejad qué me abrigue en la soledad

de los vientos funestos del placer,

para percibir la necesidad

del amor, y la bondad del querer.

 

Dejad qué mis ojos entristecidos

se cierren ante tanta iniquidad,

para qué con los restantes sentidos

me sienta dichoso en la oscuridad.

 

Dejad qué me duerma profundamente,

para ahogarme en un mar de fantasías;

para qué mí corrompida alma encuentre

soñando, el recuerdo de mis orgías.

 

Dejad qué el viento otoñal de mi vida

limpie mi espíritu de seducciones,

para qué conduzca mi alma perdida,

al mundo eterno de las ilusiones.

 

Dejad qué al lado de mi soledad,

dé vida a tantos poemas de dolor,

para qué sienta la necesidad

de recuperar mi primero amor.

 

Dejad que estos versos de amor y llanto

vuelen al encuentro de su rencor,

para qué sepa, que sigo llorando

apasionadamente, por su amor.

  

 

UNA FOTO DE MI VIDA

 

Acabo de descubrir con terror,

la cobardía de la prepotencia;

la sencilla bondad de la inocencia

y la generosidad del amor.

 

En un rincón de una calle cualquiera

estaba un esmirriado hombre pidiendo,

de brazo tendido y mirada muerta,

mimado por el agua, el frío y el viento.

 

Su mirada, era una sombra perdida

al paso del gentío indiferente;

su mente, una estrella desvanecida,

ahogada por la fobia de la gente.

 

Le puse en su mano unas monedas

con mi mirada en sus ojos deformes,

y el hombre dijo: -anchas son las veredas

para corazones cautos y nobles.

 

Camina amigo de mano tendida

con la mente al servicio del Señor,

para qué sea dichosa tu vida

cómo lo es tu corazón en amor.-

 

Seguí mi camino pensando en ello,

y en cada paso qué daba, sentía

el placer por todo lo que había hecho,

aquella mañana, lluviosa y fría.

 

 

SIEMPRE  QUÉ  SUEÑO

 

Siempre qué sueño, sueño contigo,

y entre níveas nubes de algodón,

arrastro amor, amor y castigo

para un amargado corazón

qué vuela en busca de tu perdón,

allá donde pueda estar contigo.

 

Volando sobre el blanco algodón,

sin alas, sin nada en qué volar,

solamente con mi corazón,

que con sus deseos de alcanzar

el amor supremo, que es amar

sinceramente, sin condición.

 

Despierto asustado por el ruido

del trueno en noche tempestuosa,

sintiendo mi corazón herido.

Miedo de la noche borrascosa

para esconderme bajo la losa

de la soledad, por tu castigo.

 

Se mueren mis penas y pesares,

y mi vida se torna afligida

entre recuerdos y realidades;

sufriendo el castigo de la vida.

Mirando el pasado en mi partida,

descubro en mis sueños, mis verdades.  

 

 

ESCRIBIR, ES MI PLACER

 

Si escribiendo versos sin fundamento,

doy placer a un espíritu agitado,

aunque digáis que soy un iletrado,

mientras yo viva, seguiré escribiendo.

 

Porque escribo, mi espíritu se agranda,

y mi sangre se renueva en mis venas;

mi sufrida mente, en verso demanda,

la quiebra de mazmorras y cadenas.

 

Porque siento en mi pecho la ansiedad

por escribir lo qué pondero y siento,

ajeno a reglas de la autoridad

de las letras, yo seguiré escribiendo.

 

No tiene arte ni saber lo que escribo.

Son mis versos hechos a mi manera,

para qué disfrute de ello, quien quiera

peregrinar en el tiempo, conmigo.

 

Escribo con la mente acrisolada

y el espíritu radiando intuición,

versos extraídos de mi corazón,

recordando nostálgico, mi amada.

 

Apenado por el amor y el tiempo,

que en el tiempo me causara dolor,

aunque siga con ésta cruz de amor,

dolientes versos seguiré escribiendo.

 

  

DEJA AMOR MÍO

 

Deja amor mío qué amanezca,

para qué leas en mis ojos

mi amor y mueran tus enojos,

para qué nuestro amor florezca

aislado de infamias y abrojos.

Deja mi amor que sea así,

para que tu amor, siga en mí.

 

Deja mi amor, que arrepentido,

te diga todo cuanto siento,

para qué mi arrepentimiento

acalle el falaz fementido,

acalle el bulo de la gente.

Deja amor, que nuestro camino

sea lo que quiera el destino,

 

para qué mi querer consiga

tenerte a través de los tiempos.

Fundemos nuestros sentimientos

ignorando el cuento y la intriga,

Y callemos nuestros lamentos,

para qué esta noche, soñando,

sepa qué me sigues amando.

 

 

MASTURBACIONES EN EL TIEMPO

 

Me siento viejo, inútil y cansado

ante mi deseo ruin y trivial,

por querer resucitar el pasado

sólo para satisfacción carnal.

 

Evoco noches de gloria machista

Entre música, copas y jarana,

Con amores que a la primera vista,

Eran prostitutas para la cama.

 

Mis evocaciones son tan vividas

Que en este estado de viva ilusión,

Vivo aquellas noches envilecidas

En el placer de la masturbación.

 

Y en sueños, recupero aquellos tiempos

En que el tiempo para mí no contaba.

¡Noches felices… radiantes momentos!...

Cuando el tiempo galopando, pasaba.

 

Miro al cielo tentando descubrir

El gran misterio de la procreación.

Con pasmo, veo en el cielo morir

Mis locas orgías sin reflexión.

 

 Me doy cuenta que fui todo y soy nada.

Que amé sin percibir lo que era amor,

Sólo ahora entiendo de la vida implantada

Por Dios, el Omnipotente Creador.

 

No quiero, pero moriré soñando

Con esos viciosos años de amor.

Con ellos, me seguiré masturbando

Con mezcla de placer, muerte y dolor.

 

  

MIEDO A LA MUERTE

Aturdido estoy, pensando

que llego al fin del camino

sin saber de mi destino.

Me asusta el desconocido,

ese infinito impreciso,

adónde nos van llevando.

 

Asustado, hago sumario

de mi vida en este mundo,

recordando lo inmundo

de mi vicio estrafalario.

Siento miedo de un segundo

universo autoritario.

 

Como mortal, soy consciente

de la muerte y su secreto,

a la cual no tengo miedo,

aunque soy hombre consciente

de su mal. Por eso quiero,

si puedo, no estar presente.

 


   MIEDO A LA MUERTE

 

Me juzgo un hombre fuerte y valiente,

aunque mi físico sea flaco.

por la fortaleza de mi mente

y la tenacidad con qué lo hago.

 

Es cierto que es floja mi potencia

ante la mirada de la gente,

pero gracias a la Omnipotencia,

mi  carácter es fuerte y valiente.

 

No tengo miedo, porque soy fuerte

ante los eventos de la vida.

No tengo miedo a la misma muerte,

por mucho que ella sea temida.

 

Entretanto, tengo miedo al miedo,

por ignorar su mal en sí mismo;

pienso que miedo, es signo de riesgo,

y el riesgo, es el miedo al abismo.

 

Sí, tengo miedo al desconocido.

A la oscuridad del mundo ciego.

al hombre con el miedo escondido,

qué mistifica por miedo al miedo.

 

 Sí que tengo miedo de ésta gente,

porque ellos son el miedo encarnado,

ya que trafican cobardemente

con el miedo de su cautivado.

 

Cautivado por gente perversa

me dejé arrastrar por su enredo,

descubriendo en su enseña perversa,

la sentencia real del miedo.

 

  

LLANTO HUMANO

 

Ya no soy aquél hombre que era,

enfrentándome sin temores

a los males de la quimera

por la vida, con sus dolores.

 

Estoy cansado de vivir

Y arrepentido haber nacido,

pensando venir a morir

sin pena, por haber vivido.

 

No siento placer ni dolor.

El todo es nada en ésta vida.

Ya no me apasiona el amor,

y la fe… la tengo perdida.

 

Sólo quiero ser lo que soy.

un objeto sin fundamento,

sabiendo, de qué si aquí estoy,

lo debo al misterio del tiempo.

 

Ya no soy el señor y dueño

de mi objetividad humana,

pues la vida, fue y es un sueño

sin un ayer ni un mañana.

 

 Rememorando mi pasado,

me desagrada este presente,

por encontrarme condenado

por la vida, a un fin aparente.

 

Miro atrás y veo dolor.

Ríos de sangre corrompida;

corazones sin fe ni amor,

espectros con apenas… vida.

 

 

ESTA  NOCHE

 

Esta noche tuve un amargo sueño.

Soñé que me habías abandonado,

por hastío y te haberes enamorado

de un alguien, por tu capricho y desdeño.

 

La tristeza invadió mi corazón

y soñando, me revelé enemigo

de ese adulterado amor prostituido,

fruto de tu capricho y perversión.

 

Rompiendo con la norma universal,

te fuiste a vivir con tu amiga leal

por un amor desnaturalizado.

 

Me duele en el alma que tu aventura,

descomponga la convivencia humana,

por esa absurda locura lesbiana.

 

 

LA FUENTE DEL AMOR

 

Todo cuanto veo, palpo y contemplo,

es bello, expresivo y revelador.

Todo ello, es fruto y magia del amor,

sangre de la vida, y motor del tiempo.

 

La luz, qué desgarra la oscuridad,

o la oscuridad que ciega el fulgor,

son parte del embrión de la verdad

brotado de la fuente del amor.

 

El pensamiento dicta la expresión,

y la palabra aclara su valor;

pero la fuente de su conexión,

emana de la fuente del amor.

 

Todo cuanto está ligado a la vida

sea vida, tiempo, gozo o dolor,

será siempre semilla descendida

de la misteriosa fuente de amor.

 

Siendo el amor fuente de bien y unión,

¿Por qué lo rechazamos hostilmente?

Amor que nasce y medra en corazón

sincero, es amor puro, ciertamente.

 

 

EL AMOR ANTINATURAL

 

Quiero con este apenado poema

decir lo que pienso del amor,

para qué sepas que no hay escena

si no hay intérprete para interpretar,

y que casi siempre, el moderador

modera, pero sin representar.

 

El amor es llama qué calienta

el alma y dulcifica el corazón;

es la lucidez que alumbra y templa

el deseo y la ansiedad final.

El amor es coraje y razón,

Sin dudas, patrimonio nacional.

 

Siendo así, me niego a entender

ese amor moderno adulador,

que transforma el exceso en querer

 matando el alma matrimonial.

Nunca jamás puede haber amor

si el amor es antinatural.

 

 

EL HOMBRE SIN ALMA

 

No me acuerdo donde nascí,

ni sé dónde dejé mi infancia;

sólo sé que andando, perdí

la inocencia y la ignorancia.

 

Con el tiempo me hice mayor,

y andando, conocí ciudades

dónde el hambre, el odio y el dolor

medran en celos y maldades.

 

Caminando me hice mayor,

injuriado por esa gente

villana, que por maldad vende,

la mentira y mata el amor.

 

Me enseñaron a perdonar

y quisiera saberlo hacer,

pero, herido por el poder,

quiero y no pueda condonar.

 

Busco dónde vive el Creador

y se me alborota la mente.

Por qué ya no tengo, ciertamente,

la fe, la esperanza y el amor.

 

 

 COMO UNA EFÍMERA BRISA

 

Hay cuatro pasiones que viven conmigo

y caminarán conmigo hasta qué muera:

el amor maternal, que en mi niñez tuviera

En mi infancia, y aquél amor perdido

Por mis celos y hechos imperdonables

Que fueron causa del mal de mis males.


Mis hijas, fruto de un amor frustrado,

Permanecerán en mi pensamiento

Y estarán hasta mi último momento

En comunión con mi afecto sagrado:

Mis nietos amados, que tanto quiero,

Hijos de tres luminarias del cielo.

 

Cuatro pasiones unidas a mí

Por sentimiento, amor y afinidad.

Cuatro amores que marcaron mi lealtad

Y compensaron penas que sufrí

Amores que en mí viven con pasión

Hasta que se calle mi corazón.

 

Ese día, quiero que esos amores

Transmitan paz, alegría y sosiego,

Para que tome nueva vida mi ego

Allá donde no hay sombras ni dolores.

Ese día, quiero oír vuestro lamento

Como una efímera brisa del viento.

 

 

 DE PEQUEÑO, SOÑÉ SER POETA

 

De pequeño, supe del sentimiento

y de la astucia, por necesidad.

Huyendo del hambre, corrí más que el viento,

pero no pude huir de la orfandad.

 

Aún crío, lloré por tener un libro,

y me atraía una estrofa de versos,

pero el fascismo con el tiempo, me hiso

maestro de los rencores, sin tenerlos.

 

Ahora, cuando alcanzo la ancianidad

y percibo el soplo de la Deidad,

me duele la incultura qué me veta.

 

No sé cómo escribir lo que quisiera,

por no tener de pequeño una escuela

que me enseñara a ser más hombre y poeta.

 

 

ANDANDO PARA LLEGAR

 

Descalzo, pantalón corto y una camisa

Remendada y desteñida, caminaba

Por su sendero cabizbajo, sin prisa;

el chaval caminaba, pero no andaba.

 

A medio camino, quejoso paró,

para determinar el camino andado.

Fue tal el aturdimiento que sufrió,

que perdió sentido de lo caminado.

 

Decaído, se sentó al borde de aquél sendero,

sin ánimo para seguir su camino.

Pensó, que caminando sin un lucero,

no llegaría jamás a su destino.

 

Miró al cielo y llorando desconsolado

gritó al firmamento para hacerse oír:

¿Por qué Señor?, ¿Por qué el recorrido andado

no me acerca al lugar adonde yo quiero ir?.

 

Y una voz del vacío, con potestad,

tronó: -andando caminante, no llegas.

para llegar, hace falta voluntad,

constancia, fe y aspiraciones austeras.

 

 

CAMINANDO

 

Andando aprendí a andar.

Conviviendo a compartir;

con el tiempo, aprendí a amar,

a odiar, llorar y mentir.

 

Me hice hombre, sin una infancia

dichosa para evocarla.

Fui bueno con la ignorancia

mientras pude disfrutarla.

 

En mi juventud, amé

y disfruté de la vida,

con el llanto que heredé

de mi infancia deslucida.

 

Ya llegado a mi vejez,

sólo vivo recordando

mi desgraciada niñez

y mi pubertad de llanto.

 

Me doy cuenta que el camino

que hice, caminando errado,

fue capricho del destino

o de un signo desdichado.

 

Miro al cielo y busco luz,

pero entre la oscuridad

sólo destella una cruz,

la cruz de la soledad

 


 EL PUEBLO SANABREZ

 

Allá, dónde el Sol se esconde al atardecer,

vive el silencio, la quietud y la harmonía.

Fue allá, dónde descubrí el amanecer

y adónde soñé establecerme algún día.

 

Cerca del cielo y de perfil contorsionado,

bordean mi pueblo de pinos y castaños

cuatro montañas de contraste figurado,

que enclaustran un gran lago, hace siglos de años.

 

Un lago que es fuente de miles de relatos,

y de unas montañas de fronda portentosa,

que sirven para otorgarnos sus desplegados

bienes, con la bondad de una pequeña cosa,

 

Por la noche, el silencio es profundo e incitante:

aúllan los lobos y gorjean las cigarras,

y las montañas se transforman al instante

en la leyenda tenebrosa de las fábulas.

 

Suenan las campanas en las profundidades,

 Y las aguas del lago se excitan, llorando

aquella tragedia, mientras las autoridades

explican el terrible desastre, falseando.

 

 

 RECUERDOS DE UN ENCUENTRO

 

Nascí en una noche de frío y viento,

allá, entre montes de negra pizarra,

al ritmo del canto de una cigarra,

nutrido por el hambre y el sufrimiento.

 

De aquella matriz de madre indigente,

vine al mundo sin nada, descarnado,

con la condición, ser predestinado

para siervo del tiempo y de la gente.

 

Con el tiempo me fui haciendo más hombre

sirviendo a señores sin alma ni nombre

en ricas galeras de ociosidad.

 

Ahora que pienso y voy siendo mayor,

me doy cuenta que no hay castigo peor

que vivir la vida sin libertad.

 

 

SI UN DÍA LLORA TU CORAZÓN

 

Años pasaron sin poder verte,

alejado en un pueblo lejano,

viviendo entre sueños e ilusiones,

desesperado por mis pasiones,

gritando alocado por tu mano,

pensando poseerte sin tenerte.

 

Cualquier ruido que oigo, te oigo a ti.

Cualquiera remembranza que tenga

tú estás en el cuadro que imagino.

Siempre tu figura en mi camino

guiándome por la mágica senda

al edén del amor que viví.

 

Si algún día tu corazón llora,

recordarás triste mi dolor,

y se helará la sangre en tus venas,

por el pesar de mis agrias penas,

recordando aquél fogoso amor

que aún hoy, en mi corazón mora.

 

 

SOBRE  EL  DUERO

 

Cuando camino junto al viejo Duero,

me sugestiona el olor de su ambiente;

me fascina el ruido de su corriente,

y me encanta su trotar placentero.

 

Riega las vegas y mueve molinos,

zigzagueando entre cerros y prados,

bordeando pueblos, ciudades y estados,

definiendo fronteras y caminos.

 

Me encanta pasear al atardecer

junto al Duero. Me halaga comprender

su mensaje de servicio y lealtad.

 

Desde su lecho divisa el cimborrio

y el puente romano, su fiel custodio,

regando con su amor nuestra ciudad.

 

  

O MAR E O FADO

 

Atirei uma canção ao mar

e o pujante mar não quis ouvi-la.

Só pude ouvir o morrer cansado

de uma espumosa onda, que a chorar,

molhou os meus pés e com voz sofrida,

pediu-me que lhe cantasse um fado.

 

Gelou-se o sangue nas minhas veias,

e o meu coração, tenso e irritado

por não ter voz nem arte de artista,

chorou de pena, e longe, as sereias

entoaram com harmonia o fado,

e a minha alma se tornou fadista.

 

Quando anoitece me acerco ao mar.

Vejo e escuto o canto das sereias,

E as brancas ondas chegam aos meus pés

Com ternura, para me consolar.

Meigas dádivas, doce sonhar,

De um saudoso emigrante português.

 

Atirei uma canção ao mar

e o mar com brio, emoção e garra,

silenciou a minha alma de artista

calando a minha pena com o bradar

das suas ondas, e uma guitarra

Vibrou, mas eu não pude cantar.

Porque nasci poeta e não fadista.

 

 

RECUERDOS DE UM ENCUENTRO

 

Me acuerdo de aquél fatal momento

que callado, oyendo tu lamento

entre lágrimas y maldiciones,

lloré a tus pies arrepentido

por ser inmoral, y no haber sido

el hombre para tus ilusiones.

 

Callada en un rincón de la sala,

escondiendo tu ácida mirada,

pensando cómo hacerme apenado,

acurrucado junto al florero

escondía mi rostro fullero

recordando el mal de mi pecado.

 

Tu llanto hería mi corazón

y tus lágrimas, sin compasión,

saturaban mi alma de dolor.

¡Cuán corto y sorprendente es el tiempo

rompiendo una vida en un momento,

aniquilando dos vidas de amor!  

 

 

TENGO MI CORAZÓN ARDIENDO

 

Te estoy amando de verdad

Y tú, me humillas con rencor,

abrasando con tu maldad,

mi vida, que con ansiedad

lucha y sufre por nuestro amor.

 

Te estoy amando de verdad

sabiendo que tu amor no existe.

No lo sé si haces por maldad

o de veras tu voluntad

Es matar el amor que heriste.

 

Admito que el amor tiene vida,

mientras dos corazones latiendo

tengan la sangre rejuvenecida,

pero hoy, con la sangre entumecida

mi triste corazón, está ardiendo.

 

Estoy triste por saberte lejos,

Pero más, por tu vil sentimiento.

¡Cuán grande es el amor entre viejos!...

Aman por amor y mueren ciegos,

Con su triste corazón ardiendo.