MI RINCÓN LITERARIO > Mapa do site
El día que me muera, al buen Dios pido,
que mis miserables restos mortales
sean enterrados donde se oiga el ruido
del Duero y del trinar de Barandales.
Donde me vean los que me han querido
y me entiendan los padres de mis males.
Que aunque mi alma esté lejos de mi cuerpo,
aquí quiero vivir después de muerto.